Duro enfrentamiento por televisi¨®n entre el Gobierno y la Iglesia griegos
La ley de expropiaci¨®n de tierras de la Iglesia provoc¨® ayer un nuevo enfrentamiento entre representantes eclesi¨¢sticos y el Gobierno socialista griego. Dos representantes de la Iglesia ortodoxa -los obispos Cristodoulos, de Volos, y Antimos, de Alejandr¨®polis- sostuvieron un ¨¢spero debate de tres horas y media con el ministro de Educaci¨®n y Religi¨®n, Antonis Tripsis, transmitido por televisi¨®n en directo a toda Grecia.La primera hora del esperado debate televisivo consisti¨® en una discusi¨®n bizantina acerca de la legalidad del procedimiento del proyecto de ley, que am¨¦n de prever la expropiaci¨®n de las tierras de la Iglesia contiene art¨ªculos determinantes sobre el sometimiento de los consejos eclesiales a la autoridad del Gobierno.
Pero Bizancio estuvo presente no s¨®lo en sentido figurado a lo largo del debate, que los griegos siguieron desde sus casas o en ,os bares como quien contempla in partido de f¨²tbol. Utilizaron un lenguaje cuajado de adornos arcaizantes que, sin embargo, no escond¨ªan la dureza de sus argumentos. "?Qu¨¦ han hecho ustedes con las reglas de los sagrados padres del siglo IV? ?Las han tenido en cuenta para elaborar su proyecto?", bramaba Antimos, blandiendo un medall¨®n erizado le piedras preciosas. "Nosotros levamos esta noble sotana desde lace 25 a?os. Usted hace s¨®lo un i?o que est¨¢ en el ministerio", Jijo el obispo a su contendiente.
Antonis Tripsis, que compareci¨® auxiliado por un catedr¨¢tico de Derecho, no se dej¨® impre;Ionar: "No estamos pidiendo permiso a la Iglesia para llevar idelante la ley. La ley seguir¨¢ su curso con el benepl¨¢cito de la Iglesia o sin ¨¦l".
Argument¨® el ministro que se trata de una cuesti¨®n deontol¨®gica que no puede ser aplazada, puesto que la Iglesia est¨¢ venliendo sus propiedades de forma rregular y sin control. Los obispos se ofendieron. Nueva Democracia, principal partido de la oposici¨®n de derechas, mand¨® un enfurecido telegrama en el [ue acusaba a Tripsis de mentir, varios televidentes intervinieron por tel¨¦fono para complicar m¨¢s a¨²n el crispado, fatigoso y al parecer in¨²til debate.
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