El dirigente socialista Clodomiro Almeyda se presenta por sorpresa ante un tribunal en Santiago de Chile
El secretario general del Partido Socialista chileno, Clodomiro Almeyda, entr¨® clandestinamente en el pa¨ªs burlando los controles policiales y se present¨® ayer ante la justicia chilena para responder por un proceso pendiente. Almeyda, de 64 a?os, ha vivido en el exilio desde 1975 y figura en la lista de personas a las que el r¨¦gimen ha prohibido el regreso a Chile.
El dirigente socialista fue ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Salvador Allende y, despu¨¦s de estar dos a?os detenido en campos de concentraci¨®n, fue expulsado del pa¨ªs por la dictadura.A las 15.30 horas de ayer, Almeyda apareci¨® por sorpresa en el recinto de un juzgado de Santiago, acompa?ado por el abogado Luis Ar¨¦valo, y se entreg¨® a la justicia civil. En ese tribunal, Almeyda ten¨ªa pendiente un proceso por supuesta malversaci¨®n de fondos que inici¨® el Gobierno de P¨ªnochet en su contra, y en el cual ya fue absuelto otro de los acusados, An¨ªbal Palma, ex ministro de Educaci¨®n de Allende.
En cuanto entr¨® en los tribunales, Almeyda fue conducido ante el juez y hasta el cierre de esta edici¨®n se encontraba declarando.
El momento para presentarse a la justicia fue escogido cuidadosamente. A ocho d¨ªas de la visita del Papa y en la v¨ªspera de que Juan Pablo II se re¨²na, hoy, en el Vaticano con dirigentes izquierdistas chilenos exiliados, al general Augusto Pinochet le ser¨¢ dif¨ªcil expulsarlo nuevamente del pa¨ªs sin un elevado costo pol¨ªtico.
Un precedente
Hay un precedente significativo de la acci¨®n de Almeyda: un m¨¦dico que se encontraba en el exilio, Edgardo Condessa, recurri¨® hace un a?o al mismo ardid de presentarse ante los tribunales para burlar la prohibici¨®n de ingreso que le impuso la dictadura. Tras una dura batalla legal, Condessa consigui¨® que la justicia reconociera su derecho a vivir en su pa¨ªs.
El juzgado, que se encuentra frente a la polic¨ªa civil, fue rodeado por agentes de seguridad y carabineros, mientras los periodistas esperaban en las afueras. En una declaraci¨®n entregada a los periodistas, Almeyda afirma que est¨¢ decidido a quedarse en Chile. "No estoy haciendo esto s¨®lo por m¨ª y por mi familia, sino pensando tambi¨¦n en aquellos que comparten conmigo esta tragedia", dijo.
El audaz retorno de Almeyda, despert¨® de inmediato la solidaridad de la oposici¨®n en torno suyo. El secretario ejecutivo de la Comisi¨®n de Derechos Humanos, Andr¨¦s Dom¨ªnguez, dijo que Almeyda "est¨¢ ejerciendo su leg¨ªtimo derecho a vivir en la patria".
Almeyda, un soci¨®logo marxista, amigo personal y camarada de partido de Allende, era uno de los dirigentes m¨¢s prominentes de la oposici¨®n chilena en el exilio. Vivi¨® en Rumania, M¨¦xico, Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana y Argentina. Encabeza el sector del Partido Socialista que lleva su nombre, integrado -junto alPartido Comunista y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria- en el izquierdista Movimiento Democr¨¢tico Popular, partidario de usar todas las v¨ªas para derrocar a Pinochet.
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