Fin del encuentro sobre 'Filosofia de la acci¨®n y la comunicaci¨®n'
Donald Davidson: "El contacto con los dem¨¢s es indispensable para percibir la realidad objetiva"
Donald Davidson y John Searle, profesores de filosof¨ªa de la universidad de Berkeley (California), son dos de las figuras m¨¢s importantes del actual pensamiento filos¨®fico norteamericano. Tras su participaci¨®n en el simposio sobre Filosof¨ªa de la acci¨®n y la comunicaci¨®n, celebrado esta semana en Madrid, ambos fil¨®sofos reflexionan sobre los problemas de la comunicaci¨®n intersubjetiva y el comportamiento colectivo. Davidson explica sus trabajos sobre una teor¨ªa general de la interpretaci¨®n, y Searle, las diferencias de sus trabajos con los de Habermas.
A juicio de Donald Davidson, el contacto con los dem¨¢s es indispensable para obtener un concepto de la realidad objetiva, y compartir el mundo requiere un lenguaje. Donald Davidson expone algunos aspectos de su trabajo.
Pregunta. ? Podr¨ªa decirnos algo sobre sus proyectos?
Respuesta. Hasta hace poco, mi trabajo se ha desarrollado en dos campos que frecuentemente se considerar separados, la filosof¨ªa del lenguaje y la teor¨ªa de la acci¨®n Sobre cada uno de ellos, como sabe, tengo escrito un libro, Verdad e interpretaci¨®n y, Acciones y aconiecimientos. En la actualidad estoy, tratando de reunir ambos campos mediante la construcci¨®n de una teor¨ªa general de la interpretaci¨®n. Esta teor¨ªa pretende explicar c¨®mo es posible que una persona entienda a otra, es decir, que entienda su habla y descubra sus creencias y valores. La dificultad central estriba en que los principales elementos est¨¢n tan entremezclados que es imposible entender cualquiera de ellos sin entender los dem¨¢s. Por mi parte, creo haber encontrado la clave para resolver este problema.
P. ?Tiene algo que ver su conferencia en el simposio con estas preocupaciones?
R. En mi comunicaci¨®n sostuve la tesis de que una persona que no tuviera contacto con otras no tendr¨ªa un concepto de la realidad objetiva. Captar la idea de un mundo independiente de nuestro pensamiento es tener la idea de una realidad intersubjetiva que es compartida por otros. Saber que uno comparte un mundo con otros requiere lenguaje. Entender el habla de otros implica no s¨®lo saber qu¨¦ creen y qu¨¦ desean, sino tambi¨¦n compartir muchos de sus m¨¢s importantes pensamientos y valores.
P. ?No rebasa esta teor¨ªa el marco ordinario de la filosof¨ªa anal¨ªtica?
R. Por supuesto, una teor¨ªa unificada del pensamiento, el lenguaje y, la acci¨®n necesita conjugar las m¨¢s importantes corrientes de la filosof¨ªa anal¨ªtica angloamericana y de la filosof¨ªa continental. La primera ha tendido a concentrase en las estructuras racionales del lenguaje y el razornamiento que conducen a la acci¨®n. La ¨²ltima ha investigado con m¨¢s frecuencia las artes de la interpretaci¨®n. Creo que ambas corrientes son partes necesarias de la misma empresa.
John Searle
?C¨®mo puede darse un comportamiento colectivo como algo distinto de la suma de comportamientos individuales si la sociedad consta exclusivamente de individuos?, se pregunta John Searle.
Pregunta. En las sesiones del simposio ha discutido usted repetidamente con Habermas sobre la teor¨ªa de los actos de habla. ?Hay puntos de contacto entre ustedes sobre esta teor¨ªa?
Respuesta. Muchas ideas de la teor¨ªa de los actos de habla las ha tomado Habermas de mi propia teor¨ªa y de las de otros autores, pero como instrumento para desarrollar su propia visi¨®n de la racionalidad comunicativa.
P. ?Y cu¨¢les son las principales diferencias?
R. Habermas establece una distinci¨®n insalvable entre causalidad y racionalidad. A su juicio, no es posible pensar que los procesos racionales de comunicaci¨®n y las pretensiones de validez moral operen causalmente en la producci¨®n de acuerdos.
Yo, en cambio, creo que el lenguaje y los actos de habla operan tanto causal como racionalmente, y que la forma de causalidad que implican es mental. Se la puede denominar causalidad intencional, que no es una fuerza f¨ªsica ciega, puesto que si opera de modo causal es precisamente porque es racional.
P. ?Por qu¨¦ estas diferencias?
R. La concepci¨®n de Habermas deriva de un dualismo residual que supone que la causalidad es parte del mundo f¨ªsico y la racionalidad lo es del mental.
P. ?Por qu¨¦ caus¨® tanta sorpresa su comunicaci¨®n sobre el comportamiento social colectivo?
R. La existencia y naturaleza de este comportamiento plantea cuestiones cruciales para la teor¨ªa de la mente y de la acci¨®n. Dicho de un modo muy simple: ?c¨®mo puede darse el caso de que haya realmente comportamiento colectivo como algo distinto de la suma de comportamientos individuales si la sociedad consta exclusivamente de individuos? Mi respuesta es que el comportamiento colectivo puede existir porque tenemos lo que t¨¦cnicamente se denominan intenciones, que est¨¢n protagonizadas por la representaci¨®n del sujeto nosotros adem¨¢s de las que est¨¢n presididas por la representaci¨®n del sujeto yo. El soporte de unas y otras es el cerebro de los individuos.
La filosof¨ªa tradicional ha sido hasta ahora incapaz de dar raz¨®n del comportamiento colectivo, porque o bien intenta postular una mente colectiva y una conciencia colectiva igualmente m¨ªticas, o bien intenta reducir toda la teor¨ªa de la intencionalidad a las intenciones presididas por la representaci¨®n del yo.
Antecedi¨® a la clausura del simposio una mesa redonda, no especializada, sobre La muerte de la filosofia. Uno de los ponentes sugiri¨® que si la filosofia es algo muerto, como hoy dicen muchos, la tesis parece quedar desmentida por el hecho de que el p¨²blico del simposio, que fue creciendo hasta duplicarse, estuviera dispuesto a escuchar a especialistas durante tres jornadas y mantener debates sobre temas abstrusos en varios idiomas.
Babelia
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