La asistencia primaria, una asignatura pendiente

M. P. O. Los estudios realizados para desarrollar el Mapa Sanitario de Catalu?a, ¨ªntrumento de planificaci¨®n que eval¨²a las necesidades sanitarias del futuro y los servicios necesarios para satisfacerlas, dejaron meridianamente claro que cualquier reforma de la estructura sanitaria deb¨ªa comenzar por la asistencia primaria, puesto que el p¨¦simo funcionamiento de ¨¦sta sobrecarga a los hospitales y encarece el coste de la asistencia, ya que se emplean medios costos¨ªsimos para curar dolencias in signific antes.

A pesar de esta evidencia, la reforma de la asistencia primaria sigue siendo una asignatura pendiente en Catalu?a, aun cuando ya ha sido aprobada pr¨¢cticamente toda la normativa precisa. El proyecto de reforma prev¨¦ estructurar la sanidad en ¨¢reas b¨¢sicas de salud en las que los diversos centros de asistencia primaria tengan como punto de referencia un hospital de nivel secundario para determinadas patolog¨ªas y otro de alta tecnificaci¨®n para las patolog¨ªas severas. El proyecto prev¨¦ que los m¨¦dicos que ahora tienen asignado un cupo de cartillas que atienden en dos horas de prestaci¨®n, trabajen una jornada laboral de seis horas diarias en equipos jerarquizados. Tambi¨¦n prev¨¦ la adscripci¨®n de los actuales especialistas de ambulatorios a las consuitas externas del hospital de referencia.

En estos momentos, sin embargo, la reforma apenas alcanza a 10 centros de asistencia primaria, (le los aproximadamente 350 que han de funcionar cuando se aplique plenamente. La principal dificultad reside en que la adscripci¨®n de los m¨¦dicos al nuevo sistema ha de ser voluntaria, aunque parece que la Generalita, dispone de algunos instrumentos que hasta ahora no se ha atrevido a utilizar.

Pendiente tambi¨¦n de desarrollo se encuentra la reforma hospitalaria, aunque ya se ha iniciado en todos los hospitales del ICS mediante la concesi¨®n de la jornada partida a cuantos m¨¦dicos la han solicitado. El retraso en su aplicaci¨®n no ha permitido todav¨ªa instaurar mecanismos de participaci¨®n del personal en los ¨®rganos directivos, a pesar de que las primeras ¨®rdenes de la reforma fueron publicadas hace ya dos a?os, ni tampoco renovar las c¨²pulas directivas, cuyos titulares son, en muchos casos, los mismos que ejerc¨ªan el cargo antes de las transferencias.