Esp¨ªritu de grupo

Si existe un grupo en Espa?a que practique el mimetismo a ultranza de ¨¦pocas pasadas, un culto a la imagen de los sesenta, es Los Negativos. Su aspecto mezcla la est¨¦tica norteamericana de aquellos a?os, instrumentos antiguos incluidos, con un ligero toque de los mods brit¨¢nicos. Cuando se inicia el concierto -que apenas complet¨® los 60 minutos, acerc¨¢ndose en este aspecto tambi¨¦n a los tres cuartos de hora que anta?o duraban las actuaciones de los grupos- se aprieta el bot¨®n que pone en marcha un t¨²nel del tiempo que nos lleva 20 a?os atr¨¢s, hacia el encuentro con posiciones y m¨²sicas reivindicadas actualmente con fuerza.La sicodelia y el garaje son el punto de partida, y por el momento tambi¨¦n el destino final, de Los Negativos. En directo poco tienen que ver con los sonidos limpios, de abundantes guitarras ac¨²sticas, utilizados en su primer disco, Piknik caleidosc¨®pico.

Mucho m¨¢s duros y en¨¦rgicos, con utilizaci¨®n de efectos actualmente en desuso como el wha-wha para la guitarra, han mejorado ostensiblemente desde su ¨²ltima actuaci¨®n en Madrid, a lo que ha contribuido la inclusi¨®n en el grupo de un teclista que redondea y envuelve su sonido. Correctos instrumentistas, no parece importarles demasiado que se produzcan ligeros desajustes en las voces o el ritmo. Ante todo, existe un esp¨ªritu de grupo que proporciona credibilidad a su trabajo, aunque su futuro dependa tanto de su progresi¨®n en la l¨ªnea elegida como de la posibilidad de desmarcarse de ella en un momento determinado y adentrarse en est¨¦ticas m¨¢s personales. Materia prima, en forma de buenas canciones, no les falta.