Gritos contra los traficantes, la polic¨ªa y la justicia en la manifestaci¨®n contra la droga
Cerca de 10.000 personas, seg¨²n los organizadores, se manifestaron ayer "contra el tr¨¢fico de drogas y la connivencia policial" a lo largo del madrile?o paseo del Prado y de Recoletos. La protesta fue convocada por la Coordinadora de Barrios para el Seguimiento de Menores y J¨®venes. La marcha, que parti¨® a mediod¨ªa de la glorieta de Atocha y se disolvi¨® en Col¨®n a las dos de la tarde, estaba apoyada por asociaciones de vecinos, comunidades cristianas de base y otras entidades religiosas, colectivos c¨ªvicos y varios partidos y sindicatos de izquierda.
Un cord¨®n de mujeres de las Madres Unidas contra la Droga marchaba destacado a unos metros del grueso de la manifestaci¨®n. A pocos metros, en la cabecera, el sacerdote Enrique de Castro, compart¨ªa con el padre Jos¨¦ Mar¨ªa de Llanos la representaci¨®n masculina de una primera fila llena de mujeres tocadas con pa?uelos blancos.Detr¨¢s marchaban entre 8.000 y 10.000 personas que gritaban consignas contra la droga, los camellos y la polic¨ªa durante las dos horas largas que dur¨® el acto. Los participantes marcha ron rodeados de decenas de pan cartas. Una t¨ªmida cometa de cuando en cuando consegu¨ªa levantar el vuelo y dejaba ver su leyenda: "Hero¨ªna, no".
En el primer bloque de la manifestaci¨®n iban algunas representaciones de grupos de trabajo con toxic¨®manos de Burgos, Valladolid, Jerez, Logro?o y Vigo. Asist¨ªan tambi¨¦n numerosos miembros de las comunidades cristianas y populares de varias parroquias del extrarradio, entre ellas de Nuestra Se?ora del Aire, de Aluche; de la iglesia de San Buenaventura, de Vallecas, y de San Cosme y San Dami¨¢n, as¨ª como religiosas que se ocupan de grupos marginales.
Una pancarta de las Juventudes Comunistas, portada por un nutrido grupo de j¨®venes, y otra del sindicato Uni¨®n Sindical Obrera (USO) eran los ¨²nicos signos expl¨ªcitos de la presencia pol¨ªtico- sindical. Rom¨¢n D¨ªez Gonz¨¢lez, secretario de acci¨®n sindical del Sindicato Aut¨®nomo de Polic¨ªa (SAP), que afirma contar con cerca de 3.000 afiliados, represent¨® al sindicato en la marcha. D¨ªez mostr¨® su apoyo a las denunias de la Coordinadora contra le tr¨¢fico de drogas.
El p¨²blico, heterog¨¦neo en edad y sexo, y formado en muchos casos por familias enteras, core¨® sin parar gritos contra los traficantes, la hero¨ªna y la coca¨ªna, las c¨¢rceles como soluci¨®n y la supuesta connivencia policial en el tr¨¢fico.
Los gritos de "Un camello es un cabr¨®n, de civil o de marr¨®n" "El caballo mata, la poli remata", "El pueblo adelante, fuera traficantes", "Droga y polic¨ªa, la misma porquer¨ªa" se alternaban con las actuaciones de las charangas de La Gotera (Nuevas Palomeras), La Lechonera y Tarambana, que pon¨ªan a todos los asistentes a botar ("camello el que no bote") o a bailar una jota que inici¨® una de las madres: "Que arriba, que abajo, que al Gobierno le importa un carajo; que abajo, que arriba, que la droga les quite la vida".
"Estamos hartas..."
Al final del recorrido, Chelo Roca, portavoz de la Coordinadora, neg¨® a ¨¦sta cualquier adscripci¨®n pol¨ªtica o religiosa y dijo, dirigi¨¦ndose a los concentrados: "Nosotros no colaboramos con la polic¨ªa, sino con los chavales y los ciudadanos que quieren mejorar la calidad de vida de nuestros barrios".
"Estamos hartas de recoger desechos en las calles. La pol¨ªtica que se sigue deja proliferar una especie de buitres carro?eros a la puerta de los colegios y en nuestras calles, pero nosotros vamos a ser como un ruido sordo que no cesa", dijo una de las Madres Unidas contra la Droga. "Vamos a seguir", anunci¨®.
Finalmente habl¨® un padre de toxic¨®mano, que rechaz¨® la respuesta oficial -"policializaci¨®n y c¨¢rceles"- al problema, ligado, en su opini¨®n, al paro y el consumismo, y reclam¨® una pol¨ªtica que incluya la depuraci¨®n de la polic¨ªa y el control parlamentario. "Que los representantes del pueblo bajen de sus poltronas a la calle y vean lo que nosotros vemos", dijo. "Esta lucha no ha hecho m¨¢s que empezar".
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