La Administraci¨®n de Reagan impone sobretasas arancelarias a productos electr¨®nicos japoneses
![Francisco G. Basterra](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F26f1666e-8865-4b38-9825-e308de656829.png?auth=690528c49e3824418e30ff3ed7a3e27b8e03b84858dbfba27dd43e81c6d4b120&width=100&height=100&smart=true)
Estados Unidos ha enviado un claro mensaje a Jap¨®n advirtiendo a su estrat¨¦gico aliado que, por encima de consideraciones pol¨ªticas, est¨¢ dispuesto a revaluar las relaciones econ¨®micas con Tokio aun a costa de una guerra comercial entre los dos principales gigantes econ¨®micos de] mundo. ?sta es la explicaci¨®n de fondo de las represalias adoptadas por Ronald Reagan contra Jap¨®n, penalizando sus exportaciones de productos electr¨®nicos a Estados Unidos con una tarifa arancelaria del 100%, destinada a encarecer los v¨ªdeos, televisores, terminales de ordenadores, calculadoras y otros art¨ªculos.
El ministro norteamericano de Comercio, Malcolm Baldrige, confi¨® ayer, sin embargo, en que los dos pa¨ªses llegaran pronto a un acuerdo y "no habr¨¢ una guerra comercial". Tambi¨¦n explic¨® que la decisi¨®n de Reagan puede servir para atenuar el sentimiento proteccionista existente en el Congreso y la fiebre antijaponesa. Clayton Yeutter, el representante especial de la Casa Blanca para temas comerciales, afirm¨® que lo ocurrido es probablemente "el primer paso en un importante reexamen de nuestra relaci¨®n econ¨®mica a largo plazo con Jap¨®n", no solamente en temas comerciales sino sobre el papel econ¨®mico de Jap¨®n en el mundo. Lo que est¨¢ en cuesti¨®n, afirman algunos observadores, es cu¨¢l ser¨¢ el papel que Jap¨®n jugar¨¢ en la econom¨ªa norteamericana en los a?os noventa.Recientemente, alegando motivos de seguridad nacional, Washington impidi¨® la compra por parte de Fujitsu de una importante empresa norteamericana de semiconductores
"Creo que el objetivo del Gobierno y de la industria japonesas es dominar el mercado electr¨®nico mundial y no podemos permanecer pasivos", dijo ante el Congreso el secretario de Comercio. Las relaciones entre las dos superpotencias econ¨®micas provocaron ayer serias tensiones en los mercados financieros, con una fuerte ca¨ªda de la Bolsa en Wall Street y una sensible apreciaci¨®n del yen.
Algunos analistas temen que Jap¨®n puede comenzar a retirar sus cuantiosas inversiones en EE UU, 27.000 millones de d¨®lares, dejando de financiar el d¨¦ficit presupuestario norteamericano, saliendo del mercado de obligaciones del Tesoro para evitar la fuerte ca¨ªda del d¨®lar. Con las represalias Washington env¨ªa tambi¨¦n una se?al a otros aliados de que a pesar de su compromiso con el libre comercio est¨¢ dispuesto a adoptar medidas proteccionistas en defensa del libre mercado y de lo que entiende como "justo intercambio comercial".
A corto plazo, a pesar de la euforia registrada en el Silicon Valley, el Rhur de los chips, la medida no tendr¨¢ un efecto significativo para enjuagar el d¨¦ficit comercial de este pa¨ªs, cifrado en 170.000 millones de d¨®lares, de los que una tercera parte aproximadamente son con Jap¨®n. Afecta, ¨²nicamente, a productos por valor de 300 millones de d¨®lares y el super¨¢vit japon¨¦s en el comercio bilateral, s¨®lo en productos electr¨®nicos, es de 20.000 millones de d¨®lares. Pero se trata de una decisi¨®n simb¨®lica que refleja la frustraci¨®n creciente en este pa¨ªs, que ha convertido a Tokio en el primer culpable de sus problemas comerciales.
La Administraci¨®n de Reagan, que lleva mucho tiempo amenazando con pasar a la acci¨®n, finalmente lo ha hecho. Las represal¨ªas, cuya entrada en v¨ªgor podr¨ªa detenerse si antes del 17 de abril ambos pa¨ªses no llegan a un acuerdo, significan tambi¨¦n que Reagan ya no puede continuar pasivo ante las presiones del Congreso, que est¨¢ elaborando leyes proteccionistas.
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