Andr¨¢s Hegead¨¹s, "No es impensable un desarme unilateral de la uni¨®n Sovietica"
"No es impensable que la Uni¨®n Sovi¨¦tica decrete un desarme unilateral en el futuro", afirma el economista Andr¨¢s Heged¨¹s, presidente de Hungr¨ªa en 1955 y 1956, a quien la revoluci¨®n antiestalinista hizo huir a Mosc¨². Luego, asentado el Gobierno de Janos Kadar, regres¨® a Budapest para ense?ar en la Universidad, se desenganch¨® de la vieja doctrina, fue m¨¢s all¨¢ del reformismo permitido y sufri¨®, en 1973, la expulsi¨®n del Partido Socialista Obrero H¨²ngaro. Hoy, a sus 65 a?os, vive una jubilaci¨®n forzosa, sus libros no est¨¢n autorizados en Hungr¨ªa, pero el r¨¦gimen le permite viajar al extranjero para pronunciar conferencias.
"El sistema socialista est¨¢ en crisis y necesita de reformas econ¨®micas y pol¨ªticas", dice con voz fatigada, acarici¨¢ndose una fina perilla blanca. Heged¨¹s no ha tenido demasiada fortuna en esta su segunda visita a Espa?a para pronunciar conferencias en varias ciudades. Exhibe dos hematomas, en la nariz y en la mejilla, y tiene fuertes dolores en las costillas debido a una ca¨ªda en Zaragoza."Yo creo que la llegada de Mijail Gorbachov al poder es positiva, y pienso que va a contribuir al desarrollo de los pa¨ªses del Este de Europa", reconoce al ser preguntado por el impacto que pueden tener las reformas del m¨¢ximo dirigente sovi¨¦tico en el resto de los aliados del Pacto de Varsovia.
Sin embargo, Heged¨¹s subraya que el abultado presupuesto militar del Pacto de Varsovia es un freno para el desarrollo de su econom¨ªa, que crece a un ritmo 3,5 veces inferior al de Occidente. "La carrera armamentista", dice, "es un grave problema que deben solucionar los pa¨ªses del Este". La crisis econ¨®mica es tan aguda que "no es impensable que la URSS decrete un desarme unilateral en el futuro", afirma.
"Las sociedades del Este necesitan una nueva estrategia de seguridad" que se preocupe m¨¢s del bienestar de la sociedad civil que del poder¨ªo militar. Esa postura tendr¨ªa una respuesta positiva en Occidente gracias a la influencia cada vez m¨¢s fuerte de los mov¨ªmientos pacifistas, agrega.
Reforma del sistema
Heged¨¹s coincide con la opini¨®n de quienes creen que la meta de los Gobiernos del Este europeo es poco menos que imposible: realizar profundas reformas sin cuestionar la legitimidad del sistema comunista. "Las reformas econ¨®micas no tendr¨¢n ning¨²n ¨¦xito si no vienen acompa?adas de reformas pol¨ªticas", sentencia.
Interrogado sobre el recambio de l¨ªderes que se atisba en pa¨ªses como Hungr¨ªa, Checoslovaquia o Ruman¨ªa, Andr¨¢s Heged¨¹s piensa que los nuevos dirigentes se mover¨¢n en la l¨ªnea de la liberalizaci¨®n.
Heged¨¹s explica que el estancamiento del modelo h¨²ngaro, que revolucion¨® en 1968 la rigidez del sistema socialista con medidas para aligerar el control estatal de la econom¨ªa y ampliar la libertad pol¨ªtica, es causa de la lucha que existe dentro del partido entre ortodoxos y reformistas. La crisis se arrastra desde 1985: la deuda externa se ha disparado a 13.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 1,6 billones de pesetas); la balanza comercial, hasta hace poco positiva, es deficitaria, y el nivel de vida de los 10 millones de hungaros se ha deteriorado. El mes pasado, m¨¢s de 2.000 personas se manifestaron en Budapest para hacer patente el malestar. "Es necesario", dice, "un compromiso entre los partidarios de mayores reformas y quienes se resisten a ello". Kadar, a buen seguro el ¨²nico l¨ªder del Este que barrer¨ªa en unas elecciones libres, es todav¨ªa popular, seg¨²n Heged¨¹s, pese a estar cada vez m¨¢s aislado y ausente de la realidad. "No creo que dimita mientras no exista un claro sucesor. Temo que una vez que desaparezca, se establezca un Gobierno colegiado como en Yugoslavia".
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