Juan Pablo II hace referencia por primera vez en su viaje a los desaparecidos argentinos

Juan Pablo II cambi¨® ayer el texto que ten¨ªa previsto leer ante los j¨®venes de Buenos Aires y cit¨® por primera vez a los desaparecidos durante la dictadura militar argentina. Este cambio se considera un desaf¨ªo a la mayor¨ªa conservadora del episcopado de este pa¨ªs. El cambio en el discurso del Papa fue dado a conocer a la Prensa minutos antes de que se iniciara el acto y, en el momento de cerrar esta edici¨®n, a¨²n no hab¨ªa sido le¨ªdo.

Las palabras cambiadas por el Papa son: "Que el hermano no se enfrente m¨¢s al hermano; que no vuelva a haber m¨¢s secuestrados ni desaparecidos; que no haya lugar para el odio ni la violencia; que la dignidad de la persona sea siempre respetada".Por su parte, el premio Nobel de la Paz en 1980 Adolfo P¨¦rez Esquivel, en una improvisada conferencia de prensa, critic¨® la actitud del episcopado argentino "que no reconoce ni a sus promios m¨¢rtires". Esquivel explic¨® que se hab¨ªa reunido con el nuncio del Vaticano en Argentina y con los obispos, acus¨® a ambos de haber impedido la audiencia del Papa con las comisiones de derechos humanos y dijo que el episcopado argentino le hab¨ªa organizado a Juan Pablo II "una gira de turismo".

El Papa concluir¨¢ hoy su visita a Argentina, dominada por la falta de un entusiasmo popular, con la celebraci¨®n de una solemne misa de Domingo de Ramos en el centro de Buenos Aires. Su ¨²ltimo acto ser¨¢ el encuentro con la Conferencia Episcopal, que se espera con inter¨¦s, al tratarse de la jerarqu¨ªa m¨¢s conservadora de Am¨¦rica Latina.

Jornada Mundial de la Juventud

A la misa de esta ma?ana asistir¨¢n tambi¨¦n los j¨®venes de Argentina y de otros 40 pa¨ªses, entre ellos Espa?a, llegados para celebrar con el papa Wojtyla la Jornada Mundial de la Juventud. Con estos miles de j¨®venes, Juan Pablo II celebrar¨®, en el centro de la ciudad, un encuentro de oraci¨®n que comenz¨® a la una de la madrugada de hoy (hora peninsular espa?ola).Los observadores empiezan ya a hacer balance de este segundo viaje del Papa polaco a Argentina. Curiosamente, se observa un poco por todas partes que la Argentina que ha recibido esta vez al Papa ha sido muy distinta de la de junio de 1982, en plena guerra de las Malvinas. Entonces, la participaci¨®n fue masiva, intensa, con un entusiasmo desbordante que estall¨® sobre todo a los pies de la Virgen de Luj¨¢n.

Esta vez ha sido distinto. Los argentinos han recuperado la democracia, pero les queda la espina de haber perdido la guerra. Se duelen de la crisis econ¨®mica que les atenaza, y muchos de ellos piensan, y lo han escrito, que este nuevo viaje del Papa ha servido para gastar el dinero que no tienen. De ah¨ª el que la participaci¨®n de la gente esta vez haya sido menos fuerte, y el clima, menos apasionado. A la gran concentraci¨®n de trabajadores en el mercado central, en la que se esperaban dos millones de personas, acudieron, seg¨²n la Prensa, s¨®lo 100.000.

Durante una semana, el cardenal Pironio ha estado haciendo anuncios publicitarios en la televisi¨®n en los que ped¨ªa a los j¨®venes que acudieran hoy en masa a la misa del Papa.