Trama
El cielo y el infierno est¨¢n aqu¨ª. Por ejemplo, el cielo consiste en contemplar c¨®mo resbala el aceite virgen de oliva sobre el pimiento asado; en oler a hierba mojada despu¨¦s de una tormenta de mayo; en recordar aquella tarde de la adolescencia cuando por primera vez la mano temblorosa de una doncella se pos¨® en tu sexo; en percibir el instante m¨¢gico en que la bola de la ruleta cae en el n¨²mero que hab¨ªas elegido para la ¨²ltima ficha de tu fortuna; en escuchar la mansa lluvia en el tejado mientras a la amorosa luz de la mesilla de noche lees a H?rderlin; en diluirse entre azules al pairo en un velero durante un d¨ªa radiante del Sur, y con el mar en calma, desnudo en cubierta, no pensar en nada sino en el propio sol; en extasiarse ante la teta inmaculada de Simonetta Vespucci que pint¨® Antonello de Mesina bajo los suaves efectos del c¨¢?amo; en comerse una sand¨ªa de agosto a la sombra de una parra del Mediterr¨¢neo en compa?¨ªa de amigos inteligentes, amables y divertidos.Por el contrario, el infierno es el aliento f¨¦tido de ese desconocido que te sulfata el rostro con una conversaci¨®n aburrida en un c¨®ctel; pisar jeringuillas por los callejones de un barrio maldito en busca de aquel muchacho que quer¨ªa ser libre y nunca ser¨¢ Rimbaud; la soledad de una habitaci¨®n que da a un patio ¨ªnterior y desde all¨ª saber que ella, a la que tanto amaste, ya no vendr¨¢; sentir la incapacidad de refugiarse en un momento feliz de la infancia y que el perfume de pan caliente no te lleve al regazo de tu madre; el dolor siempre in¨²til de los inocentes cuyo sentido se ofrece a un Dios lejano; descubrir a una ramera embarazada que se vende a la baja en una esquina a la hora m¨¢s alta de la madrugada y que un mendigo de amor se acerque a ella y le pida limosna; no encontrar respuesta nunca a las l¨¢grimas; zamparse una cazuela de p¨¢jaros fritos antes de ir a una corrida de toros; el tedio de una pareja frente al televisor un atardecer de domingo. El cielo y el infierno est¨¢n aqu¨ª. Forman una peque?a trama, casi infinita, que diariamente nos exalta y nos mata.
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