Un paisaje de Turner

Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, recientemente elegido acad¨¦mico de la Lengua, y Claudio Rodr¨ªguez, el poeta que le secund¨® en los votos, se dieron anoche un abrazo casi proustiano en el palacio de Oriente, de Madrid, donde los Reyes de Espa?a recibieron a intelectuales y escritores espa?oles que compart¨ªan con ellos la conmemoraci¨®n del D¨ªa de las letras, con la que en este pa¨ªs se celebra la entrega del Premio Cervantes de Literatura.En otra zona de la recepci¨®n, Gonzalo Torrente Ballester y Antonio Buero Vallejo, los premios Cervantes m¨¢s recientes, ten¨ªan los honores de una fiesta s¨ªmbolo de la uni¨®n de la Corona con las letras. La fecha del premio fue pospuesta del 23 al 27 de abril para que no interfiriera con la presencia de los herederos de la Corona brit¨¢nica en Madrid.

En encuentro de Areilza y Rodr¨ªguez fue casi secreto. Los dos, que quedaron muy cerca del empate en la reciente elecci¨®n, se abrazaron, y el acad¨¦mico Areilza se qued¨® ante Rodr¨ªguez como quien ve por vez primera la sobria figura del poeta. Los dos empezaron a hablar al un¨ªsono, y mientras Areilza le dec¨ªa a Claudio que acababa de escribirle una carta sin direcci¨®n para explicarle su viva admiraci¨®n de lector de poes¨ªa, el autor de Don de la ebriedad, le explicaba a Areilza que sus historias se hab¨ªan encontrado. Le admira desde que le fue a ver a Ondarreta, en 1953, y aunque siempre estuvo en el lado opuesto de la acera literaria y de la vida, siempre le recibi¨® con la admiraci¨®n adecuada. "Estaremos pronto en la misma corporaci¨®n", respondi¨® Areilza.

Otro encuentro, adecuado, al tono literario de la ocasi¨®n, fue el que hall¨® al ¨²ltimo premio de la Cr¨ªtica, Luis Mateo D¨ªez, y al presidente del jurado que lo galardon¨®, Domingo P¨¦rez Minik, y los que establecieron los nov¨ªsimos de Luis Antonio de Villena y Blanca Andreu con los nuevos acad¨¦micos Pere Gimferrer y Francisco Rico. Fil¨®sofos como Emilio Lled¨® y Jos¨¦ Luis Aranguren y acad¨¦micos como Pedro La¨ªn se congregaron frente al paisaje goyesco que se divisa desde el palacio Real, que acaso por eI capricho del tiempo y por las consecuencias de la reciente visita de los herederos brit¨¢nicos dej¨® anoche de ser de Goya para convertirse levemente en una acuarela de Turner.