El presidente de Brasil no encuentra candidato para sustituir a su ex ministro de Hacienda
Al mediod¨ªa de ayer (hora de Brasilia), los brasile?os segu¨ªan sin tener un ministro de Hacienda, tras la dimisi¨®n presentada por Dilson Funaro a las tres de la tarde del pasado viernes. El presidente Jos¨¦ Sarney, pese a las casi 72 horas transcurridas, no logr¨® encontrar un nombre para llevar al puesto dejado por su todopoderoso ministro. No hubo modo de encontrar a nadie capaz de satisfacer a los m¨²ltiples sectores que disputan el poder en Brasil.
Hasta el mediod¨ªa de ayer los nombres m¨¢s votados eran los del actual ministro de Asistencia Social, Rafael de Almeida Magalhaes; del ministro de Cultura, el economista Celso Furtado, y del secretario de Ciencia y Tecnolog¨ªa del Estado de S?o Paulo, Luis Bresser Pereira.El presidente Sarney manifest¨® a varios interlocutores, en la noche del viernes y a lo largo de todo el s¨¢bado, que el candidato de su preferencia ser¨ªa el actual embajador brasile?o en Washington, Marsilio Moreira, pero hubo un veto definitivo por parte de los caciques del PMDB, partido que sustenta al presidente. A lo largo de todo el domingo, Sarney se mantuvo ajeno a todas las negociaciones, conducidas directamente por su yerno, Jorge Murad.
En Brasilia, dos comisiones internacionales -una del Fondo Monetario Internacional y otra del Banco Mundial- quedaron ancladas a la espera de novedades. El espa?ol Gumersindo Oliveiros, miembro de la misi¨®n t¨¦cnica del FMI que lleg¨® a Brasil en la tarde del domingo, se excus¨® de cualquier comentario. "No estamos enterados", contest¨® al periodista que le pidi¨® su opini¨®n sobre la dimisi¨®n de Funaro. Un miembro de la comisi¨®n del Banco Mundial, que pidi¨® no ser identificado, fue un poco menos lac¨®nico: "esa alteraci¨®n en el equipo econ¨®mico brasile?o perturbar¨¢ el ritmo de las negociaciones con el Banco Mundial para la concesi¨®n de nuevos cr¨¦ditos a Brasil", afirm¨®.
La lentitud por parte de Sarney en nombrar un nuevo ministro de Hacienda aument¨® el desgaste sufrido por su ya debilitada imagen y llev¨® la inquietud a todo el pa¨ªs. De hecho, Brasil vive adem¨¢s de una de las peores crisis econ¨®micas de toda su historia, el drama de un vac¨ªo total en el poder.
Desde que asumi¨® el Ministerio de Hacienda, en agosto de 1985, el empresario Dilson Funaro pas¨® del papel del muchacho bueno al rol del malo de la pel¨ªcula con rapidez alucinante. Desde hace varias semanas todos sab¨ªan que su alejamiento era "una cuesti¨®n de horas".
La congelaci¨®n de precios y salarios decretado el d¨ªa 28 de febrero de 1986 -el plan cruzado- marc¨® el inicio de la ascensi¨®n de Funaro, un hombre vanidoso y tenaz a la vez. La medida, seg¨²n los creadores del plan, deber¨ªa haber durado 90 d¨ªas. Funaro, que en realidad no tuvo nada que ver con la elaboraci¨®n del plan, termin¨® apoder¨¢ndose de la principal tajada de popularidad generada por el plan. Pero la congelaci¨®n era el ¨²nico triunfo en manos del presidente Sarney y su vigencia se prolong¨® hasta finales de noviembre, mucho m¨¢s all¨¢ de lo que era considerado razonable por los economistas.
Con el fin del plan cruzado, la econom¨ªa brasile?a se encontr¨® virtualmente desarticulada y el resultado fue la deflagraci¨®n de una espiral inflacionaria jam¨¢s vista y el regreso de una recesi¨®n de dimensiones imprevisibles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.