El sitio en el toreo
Creo que fue en la primera edici¨®n de La Tauromaquia de Pepe Illo donde se ilustraba la portada con un torero que, en una. mano llevaba la muleta y en la otra un comp¨¢s y un reloj. Quer¨ªa simbolizar con ello el autor la importancia que el espacio y el tiempo tienen en el d¨ªficil ejercicio de lidiar toros bravos. Me ha venido a la memona -esta ilustraci¨®n al escudri?ar las claves del rotundo ¨¦xito alcanzado ayer tarde en La Maestranza por Espartaco. .Si alg¨²n aspecto, de los muchos a subrayar en la meritoria labor del diestro de Espartinas, cabe destacar es, sin duda alguna, el de estar siempre colocado, ante el toro, en el sitio y momento adecuados. Junto a esa clara virtud, Espartaco est¨¢ heno de afici¨®n, de valor, de ambici¨®n y de juventud. No est¨¢ dispuesto a que nadie le gane la pelea y va a ser dif¨ªcil que en esta temporada, por lo menos, nadie pueda quitarle el cetro de la torer¨ªa. Tiene una gran autoridad en el ruedo, piensa en la cara del toro, lo cual hacen muy pocos, y se encuentra en un momento cumbre por lo que al sitio se refiere (en el espacio adecuado ,en el tiempo oportuno).
Si adem¨¢s de todas esas cualidades, su toreo tuviera duende o, pellizco, se ir¨ªan todos sus compa?eros al paro No obstante, Espartaco suele torear. con mucho templ¨¦, aunque a veces, con.mayor celeridad de la que a ¨¦l y a todos los aficionados les gustar¨ªa. Sin duda alguna, el progreso respecto a temporadas pasadas, es evidente. Como es inteligente, el buen toreo lo tiene en la cabeza.
Pero si sus cualidades toreras. son muy estimables, no lo son menos las que ata?en a su profesionalidad. Un diestro que tiene la temporada hecha en cuanto a contratos se refiere, que, adem¨¢s, tiene por delante el gran reto, que se ha impuesto as¨ª mismo, de matar como ¨²nico espada la corrida de Miura no muestra la menor reserva para ese acontecimiento, y toda la tarde ha hecho el mismo esfuerzo que si fuera un novillero enrabietado, que buscara una repetici¨®n. Lo de novillero es obvio que 'S¨®lo se refiere en cuanto a la casta, que no en cuanto a la lidia en la que se ha mostrado toda la tarde como un maestro.Las dos grandes faenas que realiz¨® ayer no han, sido a dos toros bobalicones. La corrida de Ju¨¢n Pedro Domecq fue hasta ahora, la m¨¢s encastada de la feria, y la que dio. mejor, juego Recobremos, por tanto la esperan a ante la ola de pesimismo que hab¨ªa invadido a la afici¨®n ante los resultados de tardes anteriores.
La expectaci¨®n despertada por el gesto de los miuras va a alcanzar, tras el triunfo de ayer, cotas insospechadas. Si antes del acontecimiento ya se hablaba de entradas en la reventa a veinte mil duros, ?cu¨¢les ser¨¢n las pr¨®ximas cotizaciones? Y, si existe esa expectaci¨®n, ?porqu¨¦ Televisi¨®n Espa?ola no hace el esfuerzo que corresponde al acontecimiento y lo televisa?
Babelia
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