Alfons¨ªn pide un esfuerzo com¨²n para llevar a buen t¨¦rmino la transici¨®n pol¨ªtica en Argentina

ENVIADO ESPECIALEl presidente argentino, Ra¨²l Alfons¨ªn, inaugur¨® ayer el per¨ªodo ordinario de sesiones del Congreso Nacional con un discurso, cargado de elementos te¨®ricos, en el que pidi¨® el esfuerzo com¨²n para llevar a buen t¨¦rmino la transici¨®n democr¨¢tica en el pa¨ªs, al tiempo que la modernizaci¨®n de la sociedad y del Estado. "La democracia es el reaseguro de la raz¨®n", dijo Alfons¨ªn ante una C¨¢mara que te aplaudi¨® calurosamente. Hac¨ªa 38 a?os que un presidente constitucional no inauguraba el cuarto per¨ªodo de una legislatura, lo que da idea de la inestabdidad pol¨ªtica argentina.

Fue Juan Domingo Per¨®n, elegido en 1946, el ¨²ltimo presidente en hablar al Parlamento durante el cuarto a?o de su mandato, en 1949. Ninguna de las otras legislaturas constitucionales cumpli¨® su cuarto a?o.Alfons¨ªn lleg¨® al imponente palacio del Congreso poco antes de las nueve de la ma?ana (dos de la tarde, hora peninsular espa?ola), escoltado por granaderos a caballo. Al entrar en el edificio, la guardia que le rend¨ªa honores estaba compuesta, significativamente, por cadetes de la Polic¨ªa Federal, en vez de, como es tradicional, por cadetes de la Escuela Militar de la Naci¨®n.

Sin referencias a la actualidad

A lo largo de la hora y media que dur¨® su discurso, pronunciado ante una sesi¨®n conjunta del Congreso y del Senado y con la asistencia del cuerpo diplom¨¢tico acreditado en Buenos Aires, Ra¨²l Alfons¨ªn eludi¨® las referencias directas a temas de actualidad, como la crisis militar, el pacto social o la deuda externa, y pronunci¨® m¨¢s bien una especie de lecci¨®n magistral cargada de connotaciones humanistas y hasta quiz¨¢ algo ut¨®picas. En ocasiones parec¨ªa m¨¢s el predicador de una nueva era que el jefe de un Ejecutivo que acaba de atravesar una grave crisis institucional.

En vez de un mensaje sobre el estado de la naci¨®n, el presidente argentino present¨® un proyecto de futuro e insisti¨® en que hay que cortar lazos con el pasado, con las fuerzas inmovilistas y retr¨®gradas, lo que ¨²nicamente podr¨¢ conseguirse mediante el esfuerzo com¨²n y en un marco institucional democr¨¢tico. Todo su discurso estuvo salpicado de palabras como modernidad, renovaci¨®n y cambio.

Se refiri¨® Alfons¨ªn brevemente a la sublevaci¨®n militar de Semana Santa, a la que calific¨® de "episodio desgraciado", pero insisti¨® m¨¢s en la movilizaci¨®n de la sociedad ante los golpistas -lo que la Prensa llama aqu¨ª el pueblazo-, que fue una "experiencia conmovedora y vital". El presidente recalc¨® que la democracia es irreversible en Argentina, y dijo que ello se demostr¨® cuando los ciudadanos de toda edad y condici¨®n salieron a la calle "a decir no al pasado y s¨ª al futuro".

Con frecuencia se refiri¨® Alfons¨ªn a la "etapa fundacional" que est¨¢ viviendo el pa¨ªs, y aunque reconoci¨® que no se alcanzar¨¢n los objetivos en plazo breve y sin esfuerzo, pidi¨® la unidad de todas las fuerzas pol¨ªticas en una estrategia com¨²n para evitar "el retorno al pasado". Cit¨® ejemplos contempor¨¢neos "en el sur de Europa" donde se ha conseguido la transici¨®n democr¨¢tica pac¨ªficamente.

En su descripci¨®n de ese camino hacia una sociedad "pr¨®spera y solidaria" aludi¨® Alfons¨ªn a las tres grandes reformas que debe realizar Argentina: la pol¨ªtica-institucional, la econ¨®mica-social y la educativa-cultural. "Argentina ha de retomar el camino de la racionalidad", dijo, y entrar en un per¨ªodo de movilizaci¨®n tendente a consolidar una democracia estable y avanzada.

En un plano m¨¢s concreto, el presidente insisti¨® en el traslado de la capital federal de la Rep¨²blica m¨¢s hacia el sur del pa¨ªs para acabar con el relegamiento de las provincias del interior y con el excesivo centralismo. Asimismo repiti¨® sus planes de explotaci¨®n de la Patagonia, esa gigantesca regi¨®n, de una enorme riqueza, que ha estado "abandonada durante dos siglos".

Tambi¨¦n se?al¨® Alfons¨ªn la necesidad de una reforma constitucional mediante un pacto entre las diversas fuerzas pol¨ªticas, para lo que pidi¨® el apoyo de la oposici¨®n.

El actual r¨¦gimen presidencialista, establecido en la Constituci¨®n de 1853, debe ser reformado por otro parlamentario o semiparlamentario, se?al¨® Alfons¨ªn, quien no habl¨® expresamente de la creaci¨®n de la figura del primer ministro.

En su discurso conceptual y te¨®rico, el presidente hizo referencia tambi¨¦n a la necesidad de un pacto social" algo que est¨¢ gest¨¢ndose en estos d¨ªas, aunque las diferencias sobre el importe del aumento salarial han impedido su firma por los sindicatos, las organizaciones patronales y el Gobierno, que estaba prevista para el ¨²ltimo d¨ªa de abril. El pacto social, dijo, es necesario para modernizar las estructuras econ¨®micas y sociales, para cambiar la sociedad y el Estado.

En varias ocasiones pidi¨® Alfons¨ªn que se ponga fin al fanatismo, al oscurantismo y a la ignorancia petulante. "Hay que acabar con la terca obsesi¨®n de las ideas obsoletas y liberarnos de antig¨¹edades ideol¨®gicas si no queremos vernos en el arrabal de la historia", concluy¨®, para que "Argentina pueda entrar en el siglo XXI por la puerta grande".