Bulat Okudzhava
El cantautor que simboliza el cambio en la URSS

"La resistencia al cambio es ahora m¨¢s fuerte que antes, tanto en la cumbre como entre las masas", dice el cantautor y escritor sovi¨¦tico Bulat Okudzhava, el hombre que fue todo un s¨ªmbolo para los j¨®venes antiestalinistas de los cincuenta y contin¨²a si¨¦ndolo hoy, 30 a?os despu¨¦s.
Desde sus 63 a?os, Bulat no ha perdido la fe en las posibilidades de renovaci¨®n y apertura de la sociedad sovi¨¦tica, pese al fracaso de anteriores intentos. "Hay que ir poco a poco, por etapas, porque si a un hambriento se le da mucha comida de golpe se le puede matar". Se expresa as¨ª en su apartamento moscovita, atestado de recuerdos y fotos, como las de otro gran cantautor sovi¨¦tico, VIadimir Visotski, o del escritor exiliado VIadimir Nabokov."Han aparecido serias esperanzas de cambio en la sociedad, pero esto no es m¨¢s que el comienzo", afirma Bulat, cuyo papel, salvando distancias y circunstancias, ha sido parecido al que tuvieron en la Espa?a franquista cantantes como Raimon o Llu¨ªs Llach. Acompa?ado de su guitarra, Bulat ha puesto ritmo y palabras personales a las frustraciones colectivas y a la cotidianidad urbana moscotiva. Ha cantado a su barrio, el viejo Arbat, o al ¨²ltimo tranvia, el que recoge a los n¨¢ufragos de la noche y navega por la ciudad r¨ªo con los marineros de la ¨²ltima oportunidad a bordo.Cr¨ªtico y tierno, Okudzhava es una de las figuras del deshielo de Jruschov unidas por un enemigo com¨²n -"los conservadores y reaccionarios"- y separadas por evoluciones personales diferentes. Las canciones de Okudzhava o las de los fallecidos Visotski o Alexander Galish (este ¨²ltimo exiliado despu¨¦s) circulaban de mano en mano en magnitizdat (grabaci¨®n casera) a falta de discos. Hoy Okudzhava es uno de los intelectuales en quienes la direcci¨®n pol¨ªtica trata de apoyarse en su intento renovador. "?sta es la primera vez en la historia que se da tal importancia a nuestra intelectualidad, y yo me alegro que se descubra a los intelectuales como punto de apoyo, aunque hayamos sufrido ya dos o tres decepciones y esto nos debilite".A diferencia de otros compa?eros de fatigas de anta?o, como los poetas Evtushenko o Voznesenski, Okudzhava no gusta de multitudinarios estadios. "Tengo otro estilo, tengo un p¨²blico fiel que me sigue durante a?os", dice el cantante, que dedic¨® una canci¨®n a Evtushenko con el t¨ªtulo de Charlat¨¢n de organillo. Quiz¨¢ la actitud reservada, la parquedad de palabras o la falta de declaraciones autopropagand¨ªsticas hayan contribuido a la discreci¨®n con la que ha transcurrido la reciente gira que Okudzhava ha realizado por Espa?a. Aqu¨ª acaba de publicarse Suerte, muchacho, una de sus novelas.
Cree Okudzhava que los j¨®venes que le admiran en la URSS no le entienden bien, aunque griten y rompan los cordones policiales para entrar en la sala. Los de los cincuenta eran, en su opini¨®n, m¨¢s capaces de actuar que los de ahora. Hijo de un funcionario comunista ejecutado en las purgas de Stalin, cree que la verdad hist¨®rica sobre Stalin vendr¨¢ a dosis. "No se puede revelar todo a la vez. La gente no est¨¢ preparada. La vida misma dictar¨¢ su ritmo. Tambi¨¦n entre los dirigentes hay gente cobarde y gente valiente que discute entre s¨ª".
?La mejor garant¨ªa para el cambio? "La imposibilidad de seguir viviendo como hasta ahora. Ser¨ªa una cat¨¢strofe. Hay que salir de esta situaci¨®n, pero no puedo decir si esto se har¨¢ de forma regular y exacta. Seguramente habr¨¢ reflujos y ca¨ªdas, pero de momento ya hemos subido un pelda?o".
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