'Brigadas Rosas'
Cinco de los nueve presuntos 'euroterroristas' detenidos en Espa?a, en libertad sin cargos
La detenci¨®n de 15 personas -seis en Italia y nueve en Espa?a- a lo largo de abril, y su presunta relaci¨®n con la organizaci¨®n terrorista italiana Brigadas Rojas, permiti¨® a las polic¨ªas italiana y espa?ola afirmar que una de las plataformas m¨¢s firmes del temido euroterrorismo hab¨ªa sido pulverizada. Los ministros del Interior de ambos pa¨ªses se felicitaron mutuamente en Bruselas el pasado 28 de abril, en una reuni¨®n del Grupo de Trevi, por la operaci¨®n. Desde entonces, la Audiencia Nacional ha dejado en libertad sin cargos a cinco de los nueve detenidos en Espa?a, al no pod¨¦rseles imputar relaci¨®n alguna ni con las Brigadas Rojas ni con ning¨²n grupo terrorista espa?ol.
Dos presuntos brigadistas cayeron en Barcelona el pasado d¨ªa 3 de abril, en uno de los controles policiales rutinarios establecidos tras el ¨²ltimo atentado de ETA. Dos d¨ªas despu¨¦s fue detenido su presunto contacto espa?ol, un joven libertario catal¨¢n llamado Mariano Felipe Romeu, a quien se dej¨® en libertad -y sin ning¨²n cargo en su contra- el pasado jueves. El 23 de abril, en Italia, se daba publicidad a la ca¨ªda de otros seis presuntos miembros de las Brigate Rosse. Con la t¨¦cnica de tirar de un supuesto cesto de cerezas, el 25 eran detenidos en Barcelona otros tres espa?oles y el 26, en esta misma ciudad, una pareja de italianos: Laura Trevisan y su compa?ero Ricardo D'Este, presentado por la Interpol como uno de los padres de las Brigadas Rojas. Una ¨²ltima sospechosa, la italiana Mar¨ªa Teresa Ninni Incasan, result¨® detenid¨¢en Ibiza tres d¨ªas despu¨¦s.Hoy, cinco de los nueve detenidos en Espa?a -Mar¨ªa del Carmen Gonz¨¢lez Luengo, Mariano Feliu, Laura Trevisan, Silvano Nardulli y Mar¨ªa Teresa Ninni Incasan- est¨¢n en libertad, sin que se haya presentado ning¨²n cargo contra ellos. Los otros cuatro -Fabrizzio Burtet, Clara Placenti, Giussepe Pallini y Ricardo d'Este- siguen en prisi¨®n, pero no por acusaciones de car¨¢cter terrorista. Todos est¨¢n a la espera de que la justicia espa?ola determine si son expulsados o extradidos a Italia y Francia -en el caso de Placenti-, donde les esperan condenas por delitos comunes.
Investigados durante meses
"Hac¨ªa varios meses que nos segu¨ªan y controlaban", ha comentado a este diario una de las detenidas en Barcelona, Mar¨ªa del Carmen Mart¨ªnez Luengo, madrile?a de 31 a?os, separada, madre de un hijo y compa?era de Giussepe Pallini. "Cuando la polic¨ªa comenz¨® a interrogarme", a?adi¨®, "me ense?aron unas fotograflas que nos hab¨ªan tomado hac¨ªa un mes. Estaban muy interesados en que reconociera relaciones de tipo pol¨ªtico entre todos nosotros"Esta relaci¨®n era, o as¨ª le pareci¨® a la Audiencia Nacional, la de un simple grupo de amigos y compatriotas, unidos en su mayor¨ªa por una ideolog¨ªa libertaria y su pertenencia -en otra ¨¦poca- a los aparatos de propaganda de las Brigadas Rojas. El pr¨ªncipal protagonista de estas reuniones era el ide¨®logo del grupo, un hist¨®rico de la ultraizquierda italiana, Ricardo d'Este. "Somos libertarios, pero estamos en contra de organizaciones como las Brigadas, y no hemos estado nunca relacionados con atentados con sangre", explica Laura Trevisan, una vez puesta en libertad sin fianza y sin cargos.
Hip¨®tesis
Laura Trevisan, de 28 a?os, natural de Tur¨ªn, conoce a la polic¨ªa. Ha sido detenida en Italia, se las vio con la polic¨ªa francesa mientras vivi¨® en Par¨ªs con Ricardo d'Este, su gran amor, poco despu¨¦s de que ¨¦ste quebrantara su condena en Italia, en 1985, y ahora se las ha visto con los inspectores de la Brigada Regionalde Informaci¨®n de Barcelona y los de la Comisar¨ªa General de Informacion de Madrid.La polic¨ªa espa?ola, que en 1985 ya hab¨ªa detectado y comprobado algunos contactos entre Fabrizio Burtet, uno de los detenidos, y grupos anarquistas catalanes, manten¨ªa vigilados a este grupo de italianos y espa?oles desde hace ocho meses. Los atentados de ETA en Barcelona, la detenci¨®n casual de dos de ellos y las conversaciones captadas del resto del grupo -aludiendo a sus reuniones, que ahora parecen ser meras tertulias-, as¨ª como sus llamadas telef¨®nicas a Italia, hicieron sospechar algo serio. Ahora la tesis que se abre paso es la de que Barcelona era para ellos un lugar de escondite y reposo, para descansar mientras se perd¨ªan las pistas de aquellos sobre los que pesaban ¨®rdenes de busca y captura internacionales por delitos comunes. En el caso de Silvano Nardulli, Barcelona era simplemente "un buen sitio para abrir unapizzeria y ganarse la vida".
"Si no se se hubieran producido las detenciones, habr¨ªamos podido mantener el control de los sospechosos durante meses hasta determinar si eran terroristas o anarquistas retirados", ha precisado ahora una fuente oficial, que hace varias semanas, tras la llegada de numerosos periodistas italianos a Barcelona, ya aventur¨® que la operaci¨®n Barcelona contra las Brigadas Rojas estaba te?ida de color rosa.
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