El Centro Pompidou de Par¨ªs adelanta el dise?o del fin de siglo
Ocho dise?adores anticipan "la expresi¨®n estil¨ªstica del a?o 2000"
Entre las exposiciones propuestas por el Centro Pompidou de Par¨ªs para celebrar su d¨¦cimo aniversario destaca la presentada por el Centro de Creaci¨®n Industrial, Nuevas tendencias: las vanguardias del final del siglo XX (del 15 de abril al 7 de septiembre), centrada sobre el tema El h¨¢bitat y su relaci¨®n con el desarrollo art¨ªstico, tecnol¨®gico y social.
En el origen de esta muestra, el seminario de reflexi¨®n sobre las opciones econ¨®micas y sociales previsibles para los a?os por venir, al que fueron invitados como protagonistas. ocho dise?adores mundialmente famosos. El resultado de esta reflexi¨®n se materializ¨® en los ocho environments que componen la exposici¨®n, que en principio deber¨¢n anticipar "la expresion estil¨ªstica del a?o 2000".Perfectamente montada por Achille Castiglioni (y completada con un audiovisual), lo primero que pone de relieve esta muestra es que nuestro querido y ya anciano siglo XX terminar¨¢, si Dios no lo remedia, por lo que se refiere al dise?o, sin nuevas tendencias realmente nuevas. A ra¨ªz de lo presentado se puede llegar a la conclusi¨®n de que se desarrollar¨¢n -con m¨¢s o menos insistencia en uno u otro aspecto, seg¨²n los creadores- las l¨ªneas de fuerza ya conocidas a principios de los ochenta.
El dise?o ser¨¢ ecl¨¦ctico
Resumiendo, el dise?o, como casi todas las otras manifestaciones art¨ªsticas, ser¨¢ ecl¨¦cti¨¦o, lo que significa que todo es posible a nivel de referencias culturales del pasado, citas m¨¢s o menos claras y exactas, collages e imitaciones. Algunos creadores continuar¨¢n la tendencia decididamente teatral, de real mise en scene: la casa ya no es un autorretrato, sino la imagen social, la fotograf¨ªa adecuadamente retocada. Insistencia, pues, en lo aparente, el h¨¢bitat como decorado teatral (f¨¢cilmente transformable), pues la moda evoluciona cada vez de forma m¨¢s r¨¢pida y efimera.Adem¨¢s, el dise?o conservar¨¢, acrecent¨¢ndolo, su car¨¢cter altamente tecnol¨®gico y tecnificado (entre otras cosas, porque con el desarrollo de la telem¨¢tica. cada v¨¦z habr¨¢ m¨¢s gente que trabaje en casa y hay que crear el espacio para las m¨¢quinas), nost¨¢lgico (ecol¨®gico, primitivo, etc¨¦tera) y, por supuesto, multifuncional, polimorfo, polivalente y apoyado en un discurso en el que se combina lo ut¨®pico con lo ideol¨®gico y lo art¨ªstico con lo sociol¨®gico, no siempre de meridiana claridad.
Entre los expositores, sin duda los m¨¢s anclados en la realidad fin de siglo son Jan Kaplicky (Checoslovaquia, 1937) y David Nixon (Reino Unido, 1947), con su maqueta de la Dougbnut house (casa Donut), un h¨¢bitat enterrado o semienterrado circular y una mesa (encargada por la NASA para la nave espacial Spacelab 1991) adaptable seg¨²n las necesidades.
Toshiyuki Kita (Jap¨®n, 1942) ofrece una instalaci¨®n en la que combina tradici¨®n y progreso tecnol¨®gico, meditaci¨®n y actividad, en la que destacan las placas luminiscentes que var¨ªan su intensidad seg¨²n el ritmo de la respiraci¨®n y la pantalla de televisi¨®n incrustada en una roca colocada sobre el suelo (como un gui?o c¨®mplice al jard¨ªn zen) Por su parte, Ron Arad (Israel 1951) comprende el dise?o s¨®lo como renovaci¨®n, lo que significa con su enorme m¨¢quina que con vierte los muebles viejos, sobre' todo sillas, que el p¨²blico puede aportar, en bloques uniformes que terminan formando un muro multicolor.
Nostalgia (el tiempo que pasa) en la obra de Hans Hollein (Viena, 1934); ambig¨¹edad y pretensi¨®n en Starck (Par¨ªs, 1949); conflicto entre lo dom¨¦stico y lo social en la instalaci¨®n de Deganello (Italia, 1940), expresado a trav¨¦s de una doble instalaci¨®n y el empleo de materiales diferentes; teatralidad clean hasta el l¨ªmite de lo insorportable en Medini (Italia, 193 l), y ?por fin!, felizmente, iron¨ªa, humor, distanciamiento en el m¨¢s particular de los creadores presentes, Javier Mariscal (Valencia, 1950), el menos discursivo, de todos ellos tambi¨¦n, aunque no por ello el menos cr¨ªtico, con su familia de muebles -entre Tati y Hollywood, pasando por las cavas de JerezPor ejemplo, week-end, sill¨®n de estilo barroco del siglo XVIII, con mesita, autorradio, alt¨¢voces, bar incorporado, con todo lo necesario para pasar en ¨¦l un fin de semana, o la silla torero o Mickey Mouse o el inefable bisc¨²ter (silla baja con ruedas).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.