El abogado del diablo

"La situaci¨®n empez¨® a agriarse a finales de los setenta, cuando los jueces comenzaron a tomar declaraciones a miembros de ETA. Los jueces penales dieron la estampida", opina Luis Bl¨¢nquez, de 36 a?os, juez decano de la Audiencia de San Sebasti¨¢n. No todos los jueces, creen, sin embargo, que haya relaci¨®n de causa y efecto entre terrorismo y abandono. Los miembros de Jueces para la Democracia, que en Euskadi llegan a 17, desear¨ªan disponer de todas las competencias para poder juzgar a los terroristas que ahora deben pasar a la Audiencia Nacional. Pero Bl¨¢nquez, ajeno a Jueces para la Democracia y con una experiencia de 10 a?os en el Pa¨ªs Vasco, juega a hacer de ahogado del diablo y asegura que algunos de los que piden competencias para juzgar al terrorismo son precisamente los que por su cargo no tendr¨ªan que hacerlo.Bl¨¢nquez sostiene asimismo que "lo fundamental es que haya un pacto de Estado que siente las bases de la justicia en Euskadi. Lo de menos es que el terrorismo se juzgue aqu¨ª o en Madrid, lo que importa es que todos se pongan de acuerdo sobre d¨®nde deben ser juzgados". Entra?ado en San Sebasti¨¢n, de donde es su mujer, Bl¨¢nquez sufre la ambig¨¹edad de quien se siente arraigado en un lugar donde, sin embargo, no todo es f¨¢cil. "No hay que dramatizar, pero hay problemas. Si todos sienten miedo, ?c¨®mo no va a sentirlo un juez que est¨¢ en la palestra?". Pero Bl¨¢nquez tambi¨¦n se ve afectado por la movilidad de sus compa?eros: "Al primero que viene lo llevas de excursi¨®n; al segundo y al tercero tambi¨¦n... Pero al cuarto te cansas y dices: yo no quiero relacionarme con gente que se va a ir".