Benjam¨ªn Orbaiz,

p¨¢rroco de la iglesia de San Lorenzo, ubicada en el casco viejo de Pamplona, decidi¨® hace un mes vaciar el agua bendita de las pilas de su parroquia y evitar as¨ª que los toxic¨®manos de la zona las siguieran utilizando para limpiar sus jeringuillas antes de inyectarse, en vez de usar el limpio l¨ªquido para santiguarse santamente. El cura ha afirmado que adopt¨® esta decisi¨®n "por razones de higiene y de dignidad". Y es que, seg¨²n cuenta, ¨¦l mismo ha tenido que retirar en alguna ocasi¨®n jeringuillas ca¨ªdas en el interior de la pila del agua bendita, "con el peligro de contagio que lleva consigo". El p¨¢rroco afirma que sus feligreses entienden la medida, y se?ala que a escasos metros de la iglesia hay una fuente, "pero pasan m¨¢s f¨¢cilmente inadvertidos si est¨¢n dentro de la parroquia". Eso s¨ª, el sacerdote pamplon¨¦s ha dejado claro que "a nosotros no nos han molestado en ning¨²n momento".