Los GAL son una creaci¨®n espa?ola, pero aun no se puede demostrar, afirma la polic¨ªa francesa
Las referencias al origen espa?ol de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n) y a las conexiones con Espa?a de sus mercenarios dominaron ayer la sesi¨®n del juicio que se celebra en la localidad francesa de Pan contra el grupo acusado, del asesinato del periodista Xabier Galdeano en marzo de 1985. El comisario adjunto de la polic¨ªa judicial de Bayona, responsable de la captura de este comando, declar¨® ante el tribunal especial que la implicaci¨®n de servidos oficiales espa?oles "todav¨ªa" no ha podido probarse.
Tanto el fiscal como el presidente del tribunal se esfuerzan en desentra?ar el verdadero objetivo de un viaje efectuado por Guy Cantavenera a M¨¢laga entre el 5 y el 13 de abril poco despu¨¦s del atentado. Cantavenera est¨¢ acusado por la polic¨ªa de contratar la muerte de Galdeano por encargo recibido desde Espa?a y de haber retribuido a los tres ejecutores, Alain Parmentier, Jacky Pinard y Bernard Foucher, con linero espa?ol.Seg¨²n la declaraci¨®n de Cantavenera, el viaje a la Costa del Sol se debi¨® a la enfermedad de la esposa de un hermano, que reside all¨ª. El fiscal quiere saber, no obstante, por qu¨¦ se aloj¨¦ en el hotel Eden, de Torremolinos, en vez de hacerlo en casa de su hermano, en M¨¢laga. El fiscal ha probado que el acusado s¨®lo abon¨® en el hotel la factura de los ¨²ltimos cinco d¨ªas. El alquiler de la habitaci¨®n las dos primeras noches fue pagado por Carlos Gast¨¢n, que se alojaba en el mismo hotel.
Gast¨®n, seg¨²n la tesis del fiscal, era el contacto de Cantavenera con la trama espa?ola que encarg¨® el crimen y le entreg¨® el dinero para que pagara a los tres ejecutores. Se trata de un ciudadano espa?ol sobre el que pesa una orden de basca y captura en Francia. La polic¨ªa le considera un hist¨®rico del Batall¨®n Vasco Espa?ol, sospechoso del asesinato de la esposa de Juan Jos¨¦ Echave perpetrado en San Juan de Luz en 1970.
El nombre de otra persona residente en Espa?a, auque de nacionalidad francesa, h a sido citado con frecuencia en a sala de audiencias. Edouard Mari-Chica, alias Doudou, quien habr¨ªa viajado a Par¨ªs expresamente para pedir a Cantavenera que contratara mercenarios, seg¨²n la acusaci¨®n. Alain Parmentier, el primero que se enrol¨® en el grupo, afirma que fue Doudou en persona quien le reclut¨® para los GAL, pero s¨®lo comenz¨® a citar este nombre muy avanzada la instrucci¨®n del sumario, en lo que la polic¨ªa francesa interpreta como un intento de exculpar a Cantavenera de su papel de intermediario.
No terminan ah¨ª las conexiones espa?olas. El pago de los mercenarios (dos millones aproximadamente por persona) hab¨ªa sido pactado en el equivalente en francos franceses de una determinada cantidad de pesetas. Los acusados eran conscientes de que el dinero proced¨ªa de Espa?a, seg¨²n el fiscal. La escucha de sus tel¨¦fonos por la polic¨ªa permiti¨® saber que esperaban el pago coincidiendo con el regreso de Cantavenera desde M¨¢laga. Tambi¨¦n era de origen espa?ol una de las armas empleadas, un rev¨®lver imitaci¨®n de Smith & Wesson, fabricado por la marca Guisasola, en tomo a 1920 seg¨²n los expertos.
Marc Girard, un vecino de San Juan de Luz, ha declarado durante la investigaci¨®n que el 30 de marzo de 1985, poco antes del atentado, le llam¨® la atenci¨®n la actitud de Parmentier, Foucher y Pinard. El autom¨®vil que ocupaban dio tres vueltas a la manzana de la vivienda ocupada por Galdeano. El mismo testigo recuerda que 13 d¨ªas antes se hab¨ªa fijado ya en un autom¨®vil Seat, con matr¨ªcula espa?ola, que efectuaba id¨¦ntica oper¨¢ci¨®n.
Testigos chantajeados
Hasta la reivindicaci¨®n de la autor¨ªa del atentado y de otros dos anteriores, seg¨²n el sumario, proced¨ªa de Espa?a. "Todas las investigaciones me han llevado a la conclusi¨®n de que este es un asunto que viene de Espa?a", declar¨® ayer el comisario adjunto de Bayona, pero la implicaci¨®n de servicios oficiales dependientes de Madrid "todav¨ªa no ha podido probarse". Para el comisario, los GAL son una estructura espa?ola que organiza comandos en Francia mediante intermediarios.
Los esfuerzos para suprimir la posibilidad de determinar el papel de estos intermediarios y aclarar a trav¨¦s d¨¦ ellos el origen de la organizaci¨®n son evidentes. Mich¨¨le Bekefi, amiga de Parmentier, que junto a su esposo se?al¨® desde el primer momento a Cantavenera como responsable de la organizaci¨®n del comando y del encargo del asesinato, se desdijo ayer ante el tribunal para asegurar que fue Doudou en persona quien se ocup¨® de todo.
Bekefi lleg¨® a asegurar que la polic¨ªa le hab¨ªa maltratado para arrancarle una confesi¨®n falsa. M¨¢s adelante se desdijo y reconoci¨® que tiene miedo. El fiscal puso sobre el estrado las cartas de amenaza que han recibido ella y su padre para conseguir que modificara su declaraci¨®n, as¨ª como una comunicaci¨®n escrita entre Parmentier y Cantavenera que pone de relieve la colusi¨®n de ambos para mantener una versi¨®n exculpatoria del segundo.
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