Ankara no es Teher¨¢n

"Ankara no es Teher¨¢n. La situaci¨®n es completamente diferente. Los turcos son religiosos, pero no fan¨¢ticos. La tolerancia es una marca de identidad hist¨®rica de Turqu¨ªa. Por ejemplo, cuando los jud¨ªos fueron expulsados de Espa?a, nosotros les acogimos y les permitimos practicar su religi¨®n...". Quien as¨ª habla es Adnan Kahveci, jefe de los asesores del primer ministro, Turgut Ozal. Se trata de un hombre con fama de liberal que quiere ver a su pa¨ªs en la Comunidad Europea y que sostiene que el laicismo es toda una instituci¨®n en Turqu¨ªa."Lo que ocurre", a?ade, "es que a veces se confunde ser religioso con ser integrista. Si hoy rezara cinco veces al d¨ªa en direcci¨®n a la Meca, habr¨ªa quien me llamar¨ªa integrista. En Espa?a, un pol¨ªtico puede citar la Biblia y hay escuelas religiosas no controladas por el Estado. Aqu¨ª, los cl¨¦rigos son funcionarios y no hay centros religiosos de ense?anza independientes".

El asesor de Turgut Ozal recuerda, por otra parte, que la ense?anza religiosa fue implantada por los militares. "Nosotros s¨®lo hemos abierto dos escuelas en los cuatro a?os que llevamos en el Gobierno", afirma.

El ex primer ministro conservador Suleim¨¢n Demirel casi coincide con Kahveci cuando se?ala que "hay extremismo ahora, lo hubo en el pasado y lo habr¨¢ en el futuro, pero la gran mayor¨ªa de los turcos, que son musulmanes, creen en el sistema pol¨ªtico republicano. Eso s¨ª, hay que respetar el derecho a la religi¨®n como uno de los principales derechos humanos, pero no hay peligro de que Turqu¨ªa se convierta en otro Ir¨¢n".

Los partidos de Ozal y el que auspicia Demirel intentan capitalizar la corriente isl¨¢mica, que puede mover un importante n¨²mero de votos en las pr¨®ximas elecciones legislativas.

El futuro del Estado laico

Desde la izquierda, la situaci¨®n no se ve con tanto optimismo. Para Bulent Ecevit, ex primer ministro socialdem¨®crata y todav¨ªa forzosamente apartado (como Demirel) de la actividad pol¨ªtica abierta, "la influencia del integrismo ha crecido como consecuencia del golpe militar". "Por primera vez", asegura, "estoy preocupado, aunque no demasiado, por el futuro del Estado laico".

Erdal Inonu, l¨ªder del Partido Populista Socialdem¨®crata (PPSD), cree que existe una amenaza potencial. "Hay una minor¨ªa de musulmanes fan¨¢ticos", asegura, "que desear¨ªa que existiera un Estado religioso, basado en los preceptos del Cor¨¢n, que regulara la sociedad y el derecho. Pero nuestro Estado es secular, no s¨®lo desde Ataturk, sino incluso desde los ¨²ltimos tiempos del imperio otomano".

El dirigente del PPSD, hijo del ex presidente Ismet Inonu, compa?ero inseparable de Ataturk, cree ver un peligro en el hecho de que, seg¨²n ¨¦l, Ozal favorece al integrismo. "Pero estoy convencido de que la democracia laica sobrevivir¨¢", a?ade, "porque, apenas surge un peligro de desaparici¨®n del laicismo, se produce una reacci¨®n en contra de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n".