Las municipales y la revoluci¨®n copernicana
En la campa?a electoral municipal de Madrid se han evidenciado las grandes cautelas del todav¨ªa alcalde Juan Barranco para cualquier confrontaci¨®n cr¨ªtica. De hecho, s¨®lo se ha avenido a ciertas operaciones de pseudodebate; como el encuentro con Rodr¨ªguez Sahag¨²n ante los micr¨®fonos de una cadena de emisoras, en el que casi todo se redujo a un intercambio de invectivas rec¨ªprocas, al borde del insulto y sin apenas una sola idea nueva sobre Madrid.Por otro lado, del encuentro Barranco/?lvarez del Manzano, como habr¨ªa dicho el inolvidable Zorro radiof¨®nico, nada m¨¢s se supo,- incluso me pregunto si realmente lleg¨® a existir esa sesi¨®n de radio entre el candidato omnipotente del PSOE (producto "apacible y sereno" del marketing sofisticado), con el representante de Alianza Popular, una entidad pol¨ªtica que se ha convertido en un mero protectorado madrile?o del PSOE, que en pocos lugares del pa¨ªs ha tenido una oposici¨®n mayoritaria tan irrelevante como permisiva.
Las propuestas que desde Izquierda Unida hicimos -y seguimos haciendo- para celebrar un encuentro de los cuatro primeros candidatos cay¨® en el saco roto de los temores del poder inducidos por los fabricantes de imagen del se?or Barranco.
Muy en contraste con lo que sucedi¨® en Barcelona, donde Pascual Maragall accedi¨® de buen grado a enfrentarse con sus oponentes en un debate ante las c¨¢maras de la televisi¨®n. Se ve que incluso dentro del PSOE todav¨ªa hay distintas clases de figuras.
Con sus planteamientos renuentes y huidizos propios del PSOE atlantista de Madrid -Barranco fue el hombre del s¨ª a la OTAN en la capital de Espa?a-, se ha prestado un flaco servicio a la dinamizaci¨®n de las elecciones y se ha hurtado a los ciudadanos una prueba de capacidades y solvencias.
Se ha seguido la consigna de la Moncloa de tratar de convertir esta triple convocatoria electoral en meramente administrativa, para s¨®lo salpicarlas desde el mismo palacio monclovita con algunas mordacidades de la lengua m¨¢s viperina que ha padecido la pol¨ªtica de este pa¨ªs.
La gran cuesti¨®n de estas elecciones est¨¢ entre nosotros. Pero no se deja ver por los cartelones del poder, que de forma inconstitucional utilizan, con un lamentiple patriotismo de aldea, la bandera de Espa?a y de las comunidades aut¨®nom¨¢s.
Despu¨¦s de tantas pr¨¦dicas desde el PSOE sobre la bandera tricolor, hoy llegan al mismo fin de camino que emplea Blas Pi?ar en su propaganda gr¨¢fica. Y debemos decir aqu¨ª que si en el caso de Pi?ar se busca un patriotismo de ra¨ªz franquista, en el caso del PSOE su propaganda subliminar trata de enlazar con el franquismo sociol¨®gico, subyacente y residual.
Lo denunciamos desde aqu¨ª: la bandera que Carlos III incorpor¨® a Espa?a no es exclusiva del PSOE ni de Blas Pi?ar; es de todos, conforme al art¨ªculo 4 de la Constituci¨®n.
Y, lo m¨¢s lamentable es.que, detr¨¢s de esas banderas que utiliza prepotentemente el PSOE, se quiere ocultar la situaci¨®n de un pa¨ªs con millones de parados, econom¨ªa sumergida explotadora, colonizaci¨®n cultural, poder transnacional absorbente, armamentismo, exportaci¨®n de muerte al Tercer Mundo y dependencia pol¨ªtica de la potencia hegem¨®nica de un bloque militar.
Cambiar el rumbo
Lo que en estas elecciones va a dirimirse es si vamos a seguir "por buen camino" y "por las obras bien hechas" a una democracia delegada y dirigida, o si, por el contrario, vamos a poder cambiar el rumbo hacia la alternativa de una sociedad democr¨¢tica avanzada.
SI mayoritariamente se sigue votando lo mismo que en junio de 1986, en vez de autoridades democr¨¢ticas, cada vez m¨¢s tendremos mandamases de la especie dura y pura, y en vez de emanar todos los poderes del pueblo, lo que suceder¨¢ es que los "servidores p¨²blicos" se servir¨¢n cada .vez m¨¢s del propio pueblo.
Lo dije en un Encuentro en el Club Siglo XXXI (sic) de Vallecas: Espa?a necesita lo que Inmanuel Kant denomin¨® una revoluci¨®n copernicana.
Si el astr¨®nomo polaco Cop¨¦rnico cambio la concepci¨®n del universo, al pasar de considerarse que la Tierra era el centro y el Sol giraba a su alrededor a poner el Sol en el centro y los planetas girando en torno a ¨¦l, hoy necesitamos en Espa?a una revoluci¨®n copernicana, para que en vez de estar en el centro el poder y girar en torno suyo el pueblo, poner al pueblo soberano en el centro del sistema pol¨ªtico y hacer girar a su alrededor a los poderes p¨²blicos que de ¨¦l dependen.
Lsa ser¨ªa la democracia avanzada a la que se refiere el pre¨¢mbulo constitucional, consistente en llevar al centro del sistema las grandes demandas pol¨ªticas del movimiento ciladadano, del sindicalismo m¨¢s avanzado, de los deseos de modernizaci¨®n de nuestros mejores empresarios, de las aspiraciones de elevaci¨®n del nivel educativo y del progreso cultural y cient¨ªfico.
Ah¨ª est¨¢ la clave de estas elecciones. Si no empezamos a dar el giro copernicano -y, por favor, que no se confunda con el mediocre giro de 180 grados que dio el PSOE en tantas cosas-, en vez de avanzar como pa¨ªs, estar¨ªamos retrocediendo.
-En esta encrucijada electoral deber¨ªamos ir dejando atr¨¢s las apetencias del poder de unas democracias delegadas y dirigidas para escoger la senda copernicana de la democracia avanzada.
Ram¨®n Tamames es candidato a la alcald¨ªa de Madrid por IU.
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