Seis policias condenados por el homicidio de un joven siguen en activo
Seis polic¨ªas que fueron condenados por la Audiencia de Tenerife por un delito de homicidio de un joven de 21 a?os en 1976, al que confundieron con Angel Cabrera, alias el Rubio, contin¨²an hoy d¨ªa en activo. La sentencia fue firme a finales de 1982, mediante resoluci¨®n del Tribunal Supremo, y la justicia no consider¨® extinguidas las responsabilidades de los polic¨ªas hasta 1986.
Los agentes -cuatro de ellos pertenecientes al extinto Cuerpo Superior de Polic¨ªa, y los otros dos, a la antigua Polic¨ªa Armada- han compaginado per¨ªodos de actividad con otros de suspensi¨®n de funciones. Uno de ellos ha ascendido en este per¨ªodo de tiempo y otro fue escolta de un ex ministro del primer Gobierno socialista, seg¨²n fuentes policiales. Fuentes del Ministerio del Interior han se?alado que todos ellos cumplieron la inhabilitaci¨®n dictada por los tribunales de justicia.Los polic¨ªas condenados por homicidio son Juan Jos¨¦ Merino Ant¨®n, Jos¨¦ Antonio del Arco Mart¨ªn, Jos¨¦ Mar¨ªa Vicente Toribio, ?ngel D¨¢maso Estrada, Juan Gregorio Valent¨ªn Oramas y Miguel Guillermo L¨®pez Garc¨ªa. Juan Merino, de 45 a?os, fue ascendido a subcomisario en febrero de 1981. El inspector Jos¨¦ Antonio del Arco, de 37 a?os, es actualmente jefe de contravigilancia en la unidad de protecci¨®n de la Comisar¨ªa General de Seguridad Ciudadana y est¨¢ destinado en Madrid. Vicente Toribio, inspector, de 37 a?os, est¨¢ adscrito a la Comisar¨ªa Provincial de Zamora.
El inspector Angel Estrada de 41 a?os, est¨¢ destinado en Madrid. Todos ellos aparecen en el escalaf¨®n policial en el puesto que les corresponde por antig¨¹edad, y no m¨¢s atr¨¢s, como ser¨ªa m¨¢s propio en el caso de suspensi¨®n de funciones. En esta situaci¨®n, adem¨¢s, no se puede ascender de categor¨ªa, seg¨²n fuentes policiales consultadas por este peri¨®dico.
Estos agentes fueron condenados el 15 de febrero de 1982, por la Sala Penal de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, como "autores de un delito de homicidio con la concurrencia de la circunstancia eximente incompleta del cumplimiento del deber". La Audiencia les impuso una pena de "dos a?os de prisi¨®n y suspensi¨®n de todo cargo p¨²blico, profesi¨®n u oficio", as¨ª como a una indemnizaci¨®n de cuatro millones de pe setas a los herederos del muerto La defensa de la familia del muerto, representada por el letrado Antonio Daroca, hab¨ªa pedido 12 a?os de prisi¨®n y de inhabilitaci¨®n profesional a los agentes juzgados.
Los sucesos juzgados por la Audiencia de Tenerife hacen menci¨®n a un suceso ocurrido en la barriada de Somosierra de esta ciudad en la madrugada del 22 de septiembre de 1976. Desde meses antes, la polic¨ªa buscaba a ?ngel Cabrera Batista, alias el Rubio, a quien acusaba del secuestro del conocido industrial canario Eufemiano Fuentes.
Esa madrugada, seis polic¨ªas se dirigieron al domicilio de una joven llamada Antonia Lorenzo, ya que exist¨ªan informaciones de que el Rubio pod¨ªa encontrarse escondido all¨ª. Seg¨²n esas informaciones, ?ngel Cabrera manten¨ªa una relaci¨®n de amistad con Antonia Lorenzo.
30 impactos de bala
La acci¨®n policial fue una operaci¨®n conjunta de las brigadas Social y de Investigaci¨®n Criminal, as¨ª como de la Polic¨ªa Armada. El operativo montado por los agentes ha sido calificado de "nefasto" por fuentes policiales. Los seis agentes se apostaron, de dos en dos, en los rellanos de la escalera y en el de la puerta del domicilio de Antonia Lorenzo. En aquel momento se encontraba en casa de Antonia su primo Bartolom¨¦ Garc¨ªa Lorenzo, un estudiante de 21 a?os, quien abri¨® la puerta y vio a unas personas armadas. Bartolom¨¦ Garc¨ªa cerr¨® la puerta y en ese momento los polic¨ªas hicieron fuego. En el domicilio no se encontraba el Rubio.M¨¢s de 30 impactos de bala recibi¨® la puerta del domicilio y cuatro dieron de llen¨® en el cuerpo del joven Bartolom¨¦ Garc¨ªa. Un d¨ªa despu¨¦s, y pese a ser intervenido quir¨²rgicamente, Bartolom¨¦ Garc¨ªa falleci¨®. El parte m¨¦dico indic¨® que recibi¨® cuatro impactos de bala: "una, en el brazo; otra, en la arteria humeral, y dos, en el vientre, que le afectaron al hipocondrio, con desgarro del l¨®bulo del h¨ªgado como ascendente y transverso, con estallidos m¨²ltiples en la regi¨®n rectoperitoneal, as¨ª como en la regi¨®n epig¨¢strica superior izquierda, que determinaron su fallecimiento". Desde el 2 de junio de 1976, el tabaquero Eufemiano Fuentes faltaba de su domicilio, y la polic¨ªa acusaba a ?ngel Cabrera de su secuestro. El enorme despliegue policial encaminado a resolver este asunto fue un completo fracaso: nunca aparecieron ni Eufemiano Fuentes -un cad¨¢ver se encontr¨®, aunque nunca se pudo comprobar que era el del industrial- ni el Rubio.
Adem¨¢s, la acci¨®n policial se sald¨® con una muerte por error, la del joven Bartolom¨¦, en septiembre de 1976. Un mes m¨¢s tarde era un polic¨ªa llamado Manuel Rey Mouri?o el que ca¨ªa muerto a balazos en uno de los intentos de detener a el Rubio. El caso se cerr¨® con la condena a ocho y seis a?os de c¨¢rcel, respectivamente, al padre y a un hermano de Angel Cabrera por colaborar con ¨¦ste. Asimismo, el Tribunal Supremo conden¨® a seis a?os y un d¨ªa de inhabilitaci¨®n a otro polic¨ªa por estupro y violaci¨®n de una hermana de el Rubio.
Los seis agentes que ocasionaron la muerte del joven Bartolom¨¦ Garc¨ªa fueron procesados el 16 de octubre y separados de sus funciones. Al existir en aquel entonces el precepto del fuero policial, en virtud del cual los agentes no cumpl¨ªan la prisi¨®n preventiva en c¨¢rceles, sino en dependencias policiales, los cuatro polic¨ªas del extinto Cuerpo Superior quedaron internados en la comisar¨ªa de Santa Cruz de Tenerife, y los dos de la Polic¨ªa Armada, en su cuartel.
Cuatro d¨ªas m¨¢s tarde, los agentes fueron trasladados a Madrid, y en el aeropuerto fueron recibidos por dos centenares de polic¨ªas que mostraron as¨ª su solidaridad con los procesados. En los d¨ªas posteriores al homicidio se sucedieron importantes manifestaciones en Santa Cruz de Tenerife en repulsa por la actuaci¨®n policial que ocasion¨® la muerte del joven estudiante Bartolom¨¦ Garc¨ªa.
Extinci¨®n de responsabilidad
En febrero de 1982, la Audiencia de Tenerife conden¨® a los agentes y el Tribunal Supremo ratific¨® esa sentencia a finales de ese a?o.Fuentes policiales se?alaron que el inspector Jos¨¦ Antonio del Arco pas¨® destinado al servicio de escolta de Ernest Lluch cuando ¨¦ste accedi¨®, en diciembre de 1982, al Ministerio de Sanidad. Del Arco permaneci¨® en este puesto hasta el abandono de Ernest Lluch del Ministerio de Sanidad, en julio de 1986, seg¨²n estas fuentes.
El 28 de enero de 1986, la Audiencia de Tenerife, mediante un auto, declar¨® extinguidas las responsabilidades de los agentes en el homicidio de Bartolom¨¦ Garc¨ªa.
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