EE UU y sus seis principales aliados buscan la forma de potenciar el crecimiento econ¨®mico
Antes de salir para la cumbre de Venecia, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, dijo: "El objetivo m¨¢s importante al que nos enfrentamos es conseguir que los pr¨®ximos 40 a?os sean tan pr¨®speros como los ¨²ltimos 40". Un objetivo muy amplio que en Venecia se desglosar¨¢ en varios temas espec¨ªficos: el crecimiento econ¨®mico, las tensiones en el comercio internacional, el desequilibrio monetario, las subvenciones agr¨ªcolas y la deuda externa.
Siguiendo la tradici¨®n esta nueva reuni¨®n de los l¨ªderes de los siete grandes -EE UU, Francia, Rep¨²blica Federal Alemana, Reino Unido, Jap¨®n, Italia y Canad¨¢- se centrar¨¢ en cuestiones de ¨ªndole econ¨®mica. Discusiones que no dan paso, necesariamente, a acuerdos. De lo que se trata es de intercambiar opiniones y fijar objetivos, que luego son puestos en marcha por otros organismos internacionales.El crecimiento es, sin duda, el tema estrella. La Organizaci¨®n para el Comercio y el Desarrollo en Europa (OCDE) ha rebajado un cuarto de punto sus previsiones de crecimiento econ¨®mico para sus 24 miembros. Al mismo tiempo, tanto Jap¨®n como la RFA han sido presionados para que aumenten su demanda interna, y ambos han puesto en marcha programas para relanzar y abrir sus econom¨ªas. Pero VE UU, inmerso en una carrera para reducir su elevado d¨¦ficit, no parece estar satisfecho con las iniciativas de sus compa?eros en el mundo de los grandes. Por eso se espera que en la cumbre de Venecia vuelvan a surgir las peticiones de que tanto alemanes como japoneses reactiven sus econom¨ªas, lo que podr¨ªa poner en marcha una pol¨ªtica coordinada para contribuir al crecimiento econ¨®mico internacional.
La reciente ca¨ªda del d¨®lar en la mayor¨ªa de los mercados internacionales, provocada esta vez por la dimisi¨®n del presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, abrir¨¢ el debate veneciano sobre los desequilibrios monetarios. Y los siete tendr¨¢n que reafirmar su apoyo al objetivo de estabilizar las tasas de cambio.
Ya el pasado a?o, en la cumbre de Tokio, los l¨ªderes estuvieron de acuerdo en la necesidad de luchar contra el proteccionismo. Y se puso en marcha una nueva ronda del GATT, que tuvo su primera reuni¨®n el pasado mes de septiembre en Punta del Este. Pero en esta ronda uruguaya las tensiones se han multiplicado, y pocos son los pa¨ªses dispuestos a abrir m¨¢s sus fronteras.
Las elevadas ayudas a la agricultura volver¨¢n a estar sobre la mesa de discusi¨®n. Todos parecen estar de acuerdo en reducir las ayudas y liberalizar el mercado agr¨ªcola internacional. Pero la realidad no responde a las intenciones. EE UU gasta unos 26.000 millones de d¨®lares anuales en subvencionar a sus agricultores, mientras que la Comunidad Europea dedica otros 25.000 millones a las subvenciones.
En la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) celebrada en Se¨²l en 1985 se acord¨® adoptar una estrategia com¨²n para solucionar los problemas de la deuda externa. Fue el nacimiento del plan Baker. Pero ya en la ¨²ltima reuni¨®n del FMI, llevada a cabo en Washington el pasado mes de abril, el presidente del FMI, Michael Camdessus, sugiri¨® revisar las f¨®rmulas y condiciones de asistencia a los pa¨ªses deudores del Tercer Mundo. Ahora, pocos meses despu¨¦s de la suspensi¨®n de pagos de Brasil -que ha provoca do una disminuci¨®n en los beneficios de los grandes bancos norte americanos-, los asistentes a la cumbre revisar¨¢n su estrategia sobre una deuda que ya sobrepasa el bill¨®n de d¨®lares.
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