Alvar Is vuelve con su tr¨ªo de 'jazz' a Barcelona
Alvar Is no es un nombre excesivamente popular entre el aficionado jazz¨ªstico barcelon¨¦s a pesar de que este pianista, afincado desde hace 21 a?os en Estocolmo, naci¨® en la Ciudad Condal. En los ¨²ltimos a?os, Is, que ha acompa?ado a estrellas m¨ªticas como Josephine Baker, pasa una parte de los meses estivales en su ciudad natal combinando el ocio con la ense?anza y espor¨¢dicas actuaciones en p¨²blico. As¨ª, durante la pr¨®xima semana, los d¨ªas 18 y 19 de junio, Is se presentar¨¢ en la Cova del Drac al frente de su propio tr¨ªo.
"Vivo en Estocolmo desde julio de l966", manifest¨® el pianista barcelon¨¦s a este diario. "Cuando march¨¦ llevaba un par de a?os trabajando profesionalmente en orquestas de baile. Lo primero que me sorprendi¨® fue el alto nivel de los m¨²sicos de jazz noreuropeos; en aquella ¨¦poca aqu¨ª pr¨¢cticamente no ten¨ªamos ning¨²n tipo de informaci¨®n; por no llegar, no llegaban ni discos".Despu¨¦s de estos a?os de ausencia la opini¨®n de Is ha variado sensiblemente: "En los ¨²ltimos a?os he podido comprobar c¨®mo el nivel de los m¨²sicos espa?oles ha cambiado notablemente; ahora son m¨¢s conscientes de lo que significa la m¨²sica de jazz y lo que sucede a su alrededor. Gracias a las escuelas alternativas y a todas las oportunidades es m¨¢s factible poder llegar a tocar bien. Ahora bien, se ha de tener en cuenta que en el resto de Europa tampoco se han quedado estancados...".
Acompa?ando a la Baker
Entre la abigarrada historia profesional de Alvar Is destaca su largo periplo al lado de la m¨ªtica Josephine Baker. "La conoc¨ª en Suecia en 1971. Me llam¨® como pianista para una gira de 11 d¨ªas y me qued¨¦ con ella durante m¨¢s de cuatro a?os como director musical, hasta poco antes de su muerte en 1975. Era una artista muy profesional, exigente con sus m¨²sicos. Para trabajar con ella ten¨ªas que estar a su misma altura. Cuando la conoc¨ª ten¨ªa ya 65 a?os y estaba bastante mal de salud, pero segu¨ªa cantando con la misma emoci¨®n y triunfando cada noche. Su vida era el escenario, el ¨¦xito, los aplausos de su p¨²blico; a pesar de su mala salud nunca quiso abandonarlo".Is guarda muchos y muy intensos recuerdos de esa larga temporada: "Actuamos durante varios d¨ªas en el Carnegie Hall y tuvimos la oportunidad de tener en la orquesta a los mejores jazzmen de Nueva York, m¨²sicos como Joe Farrell, Hubert Laws o Graddy Tate. Yo siempre hab¨ªa pensado que los int¨¦rpretes de primera fila no aceptaban esa clase de trabajos, pero en aquel momento no fue as¨ª".
Alvar Is tiene en la actualidad 41 a?os y conserva un catal¨¢n casi correcto, s¨®lo afectado por un ligero acento; habla con verdadero calor de su m¨²sica, se concentra y llega a perder el mundo de vista cuando toca un blues en el piano, pero no se considera a s¨ª mismo como un verdadero m¨²sico de jazz. "Hay muchos estilos que me gustan", a?ade. "Adem¨¢s, a medida que adelanto en la m¨²sica, me doy cuenta de lo mucho que tengo que aprender. No quiero decir ?que soy un m¨²sico de jazz, todav¨ªa no".
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