El Papa reafirma ante un mill¨®n de polacos su defensa del sindicato Solidaridad
![Juan Arias](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F5a86bcd5-e5fc-49ab-b292-f3043b0fbfd4.png?auth=2d48be4f56908c68f3c88d7da3c4bd83b9078e68267346b6bac73e371847252d&width=100&height=100&smart=true)
El papa Juan Pablo II defendi¨® ayer por la tarde en Gdansk, ante m¨¢s de un mill¨®n de personas, y con m¨¢s fuerza que el d¨ªa anterior en Gdynia, no s¨®lo el concepto de solidaridad, sino tambi¨¦n el sindicato Solidaridad y los llamados "pactos de Gdansk", de 1980. En una misa celebrada en la zona del viejo aeropuerto de la citada ciudad polaca, el Papa dijo esta vez, sin rodeos: "El hombre tiene derecho como trabajador a autogobernarse, y expresi¨®n de ello son los sindicatos independientes y aut¨®nomos, como ha sido subrayado precisamente aqu¨ª, en Gdansk".
De la marea de gente cuyos limites no se lograban alcanzar con la vista, se levant¨® un grito: "Queremos Solidaridad, queremos Solidaridad", ritmado con un aplauso enorme. Esta vez Karol Wojtyla no pidi¨® a la gente que no aplaudiera.
En la gran esplanada aparecieron como hongos pancartas del disuelto sindicato Solidaridad de Lech Walesa, el l¨ªder de los astilleros de Gdansk, que estaba sentado en la tribuna en primera fila con su esposa, Danuta. Ambos se sumaron a los aplausos haciendo crujir sus manos grandes y recias de trabajadores. Con toda probabilidad Walesa conoc¨ªa ya la noche antes, cuando fue recibido, con toda su familia, por el Papa, el discurso duro que el Pont¨ªfice iba a dirigir a los trabajadores de esta ciudad, s¨ªmbolo de tantas luchas sindicales. Walesa hab¨ªa declarado que con Juan Pablo II se hab¨ªa encontrado "en total sinton¨ªa".
La gente volvi¨® a explotar cuando el Papa pronunci¨® estas palabras: "Los pactos de Gdansk quedar¨¢n en la historia de Polonia como la expresi¨®n de esta creciente conciencia de los hombres del trabajo en relaci¨®n con todo el orden sociomoral en tierra polaca".
Y ante los aplausos, que no le dejaron acabar la frase, agreg¨®: "La g¨¦nesis de estos pactos se remonta al tr¨¢gico diciembre de 1970, y siguen siendo el empe?o que hay que realizar".
Juan Pablo II hizo un llamamiento expl¨ªcito para que no se produjeran disturbios: "Que nadie se atreva a turbar el car¨¢cter fundamental de esta jornada tan importante para vuestra causa". Y agreg¨®: "Me he esforzado para hablar de vosotros y en vuestro nombre".
Por la ma?ana, el papa Juan Pablo II hab¨ªa ido a rezar y a colocar una corona de flores amarillas ante el imponente monumento de las Tres Cruces, a la entrada de los astilleros, que recuerda los trabajadores muertos en los enfrentamientos con las fuerzas del orden en aquella tr¨¢gica fecha de 1970 recordada por el Papa.
Tras haber pedido en su discurso a las autoridades del Estado que cada polaco y cada trabajador "debe gozar de su espacio de libertad", el papa Wojtyla a?adi¨®, enardeciendo a la multitud: "Si al hombre se le quitan estos espacios y posibilidades, si la organizaci¨®n de la vida colectiva comporta un cuadro demasiado estrecho para las posibilidades e iniciativas humanas —aunque ello se d¨¦ en nombre de motivaciones sociales—ello, desgraciadamente, est¨¢ en contra de la sociedad. Contra su bien, contra su bien com¨²n".
Pero cuando el mill¨®n de personas se encend¨ªa ante sus palabra, el Papa, con gran dominio de las masas, grit¨® que Solidaridad quiere decir tambi¨¦n "nunca los unos contra los otros", y que es demasiado f¨¢cil decir "antes la lucha".
Y a?adi¨® que no hay que considerar a los otros como adversarios a quienes hay que destruir, sino, m¨¢s bien, "con quienes hay que buscar un acuerdo".
La polic¨ªa dispers¨® a unos 10.000 manifestantes partidarios de Solidaridad ayer por la tarde en Gdansk. Un grupo, sin embargo, se sent¨® en el suelo comenzando a rezar en voz alta durante unos 15 minutos.
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