La Iglesia de Panam¨¢ denuncia los m¨¦todos represivos de las autoridades
La Iglesia cat¨®lica ha irrumpido con fuerza, como ya lo ha hecho antes en otros pa¨ªses centroamericanos, en la situaci¨®n pol¨ªtica paname?a denunciando los m¨¦todos utilizados por el Gobierno para reprimir las protestas surgidas hace una semana a ra¨ªz de las declaraciones del coronel Roberto D¨ªaz Herrera contra el comandante de las fuerzas de Defensa, el general Manuel Antonio Noriega.
En una homil¨ªa le¨ªda ayer en todas las misas, el arzobispo de Panam¨¢, Marcos McGrath -nacido en la zona del Canal pero de padre norteamericano-, anunci¨® la constituci¨®n en la ¨®rbita de la Iglesia de un gru po, que recuerda algo a la Vicar¨ªa de la Solidaridad chilena, para recoger las denuncias que la poblaci¨®n presente sobre violaciones de los derechos humanos en el pa¨ªs.McGrath denuncia en esa homil¨ªa que las fuerzas de seguridad han cometido en los ¨²ltimos d¨ªas "abusos" contra la poblaci¨®n, entre los que cita los siguientes: golpear a civiles sin provocaci¨®n previa, detenciones sin autorizaci¨®n, tratos humillantes para los detenidos, incomunicaci¨®n de los presos y presencia en las calles de grupos armados organizados.
En la homil¨ªa se recuerda al Gobierno que, aunque est¨¢n suprimidos los derechos constitucionales, "jarn¨¢s pueden ser suspendidos los derechos humanos" y exhorta a las autoridades a restituir lo m¨¢s pronto posible las garant¨ªas constitucionales abolidas el pasado mi¨¦rcoles con la implantaci¨®n del estado de urgencia.
La misa, arma pol¨ªtica
La Iglesia participa como asesora en la Cruzada Civilista, organizadora de las protestas de estos d¨ªas y exige que "se d¨¦ un ambiente propicio para que [el coronel Roberto D¨ªaz Herrera] pueda sustentar sus acusaciones". El arzobispo paname?o manifiesta tambi¨¦n en su homil¨ªa a los fieles que la celebraci¨®n de las misas es un acto separado a las manifestaciones que se puedan realizar despu¨¦s, en una clara alusi¨®n a la misa como arma pol¨ªtica que este fin de semana ha empezado a ser utilizada por la oposici¨®n.
En la tarde del s¨¢bado la misa en la iglesia de Don Bosco, en el centro de Panam¨¢, dio motivo a fuertes disturbios en la calle, que no generaron mayor agitaci¨®n por el espectacular despliegue militar y policial puesto en acci¨®n por las autoridades.
Como resultado de los enfrentamientos callejeros varias personas resultaron heridas y otras muchas detenidas, aunque oficialmente no se facilita informaci¨®n al respecto. La oposici¨®n denuncia tambi¨¦n que desde el inicio de los disturbios m¨¢s graves que sufre este pa¨ªs en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas se han registrado al menos siete muertos, aunque s¨®lo uno de ellos, un hombre fallecido por asfixia provocada por los gases lacrim¨®genos, ha sido confirmado por otras fuentes.
En la iglesia de Don Bosco se reunieron alrededor de 3.000 personas, en su mayor¨ªa vestidas con ropas blancas, color que se ha convertido en el s¨ªmbolo de la protesta. Muchos de ellos dejaban en la puerta espl¨¦ndidos Mercedes o BMW, que los ch¨®feres aparcaban despu¨¦s correctamente. Entre los asistentes eran reconocibles empresarios famosos y f¨¢cilmente identificables hombres y mujeres de la clase alta paname?a.
La muestra de pol¨ªticos era m¨¢s variopinta, desde dirigentes dem¨®crata-cristianos hasta el l¨ªder del Partido Socialista de los Trabajadores, marxista.
Por encima de todos, la m¨¢gica presencia de Arnulfo Arias, de 86 a?os, tres veces presidente de la Rep¨²blica y vencedor moral de las elecciones de 1984, en las que el candidato oficialista fue declarado presidente entre insistentes denuncias de fraude, casi reconocido ahora.
Arnulfo Arias sigue siendo el l¨ªder nato de este pa¨ªs, aunque la oligarqu¨ªa desconfie de ¨¦l. No se le entiende al hablar, tuvo que subir literalmente en volandas las escaleras de la iglesia de Don Bosco, pero su presencia sigue provocando desmayos entre las se?oras y arrebatos m¨ªsticos entre los se?ores.
Pertrechados para el combate
Enfrente, el ej¨¦rcito hab¨ªa desplegado decenas de soldados, muchos de ellos negros, con las caras pintadas de verde, pertrechados para el combate, con el fusil M-16 incluido.
Durante todo el tiempo que dur¨® la misa dos helic¨®pteros hicieron continuos vuelos rasantes sobre la iglesia con las ametralladoras apuntando contra las personas concentradas en la puerta.
Hasta ese momento, los promotores de la protesta, los empresarios organizados en la Cruzada C¨ªvica, que recuerdan continuamente en sus panfletos que esta rebeli¨®n debe hacerse "respetando la propiedad privada", contuvieron los intentos de manifestaci¨®n de los m¨¢s alborotadores, pero despu¨¦s de la misa, eso fue ya imposible.
Durante varias horas, los rabiblancos (como denominan aqu¨ª a los miembros de la clase alta por analog¨ªa con una bella y elegante paloma tropical de cola blanca) se apoderaron de las calles, quemaron coches, levantaron barricadas y corrieron ante los militares, que en ocasiones utilizaron sus armas para disolver las manifestaciones.
En los barrios humildes, la pobreza sac¨® tambi¨¦n la gente a la calle para imputarle a Noriega la responsabilidad por su situaci¨®n de miseria y marginaci¨®n. La ciudad entera fue temporalmente un caos y en la noche, los restos de las fogatas y la soledad de las calles daban a Panam¨¢ un aspecto desolador.
Para la tarde de ayer hab¨ªa convocada otra misa que puede convertirse en una nueva protesta, y durante todo el d¨ªa volvieron a sonar intermitentemente las cacerolas y los cl¨¢xoris de los autom¨®vides lujosos.
Noriega, mientras tanto, conf¨ªa en que el tiempo calmar¨¢ los animos.
En la noche del s¨¢bado, antes de retirarse (?a descansar?) a una isla, dijo a periodistas norteamericanos que se siente tranquilo y convencido de que D¨ªaz Herrera no tiene pruebas contra ¨¦l. Insisti¨® en que no piensa renunciar y afirm¨® que si nadie cree al coronel retirado cuando declara que Ronald Reagan y George Bush estaban informados del asesinato de Torrijos, por qu¨¦ habr¨ªa que creerle cuando la responsabilidad se le atribuye a ¨¦l.
La oposici¨®n, en su mayor¨ªa de derecha y centro, temerosa tambi¨¦n. del cariz que est¨¢n tomando los acontecimientos, est¨¢ ya preparando el pos-Noriega de una forma pactada, tratando de evitar, como comenta un dirigente democristiano, que esto pueda degenerar hacia la extrema izquierda o hacia la extrema derecha".
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