No vivimos solo de verdades, dice Vargas Llosa
Lleno total en el debate de Sempr¨²n, Edwards y Cabrera Infante sobre la memoria
ENVIADO ESPECIAL, Cuentan que all¨¢ por los a?os cincuenta -evoc¨® ayer tarde Jorge Sempr¨²n-, con ocasi¨®n de una recepci¨®n en el palacio de El Pardo, un general que hab¨ªa guerreado en Rusia le pregunt¨® a un colega: "Oye, ?C¨®mo se llamaba aqu¨¦l maric¨®n que fusilamos en Granada?". As¨ª comenz¨® Sempr¨¢n el debate sobre Los intectuales y la memoria, en el congreso de intelectuales de Valencia, que bati¨® las marcas de p¨²blico, en su mayor¨ªa joven, que ratificaba las intervenciones con ovaciones dignas de una ¨®pera, incluidos los bravos. "Los hombres no viven s¨®lo de verdades, sino tambi¨¦n de mentiras que crean Ubremen te", dijo Vargas Llosa, que particip¨® en una mesa redonda junto a los escritores Edwards, Tabuechi y Cabrera Infante, y el historiador Pomian.
La an¨¦cdota carnicera del general "de cuyo nombre no ser¨ªa digno acordarnos" le sirvi¨® a Sempr¨²n para ilustrar la constante desmemoria que a su juicio acompa?a la historia de Espa?a. Autor de El largo viaje y otras novelas que regresan una y otra vez sobre el recuerdo de la resistencia francesa al nazismo, dos a?os de internamiento en Auschwitz, su militancia en el PCE y su posterior disidencia, Sempr¨²n ser¨ªa16 que, ni en el congreso de 1937, ni en el de ahora, nadie ha recordado a Andr¨¦s Nin, el dirigente del POUM detenido ahora hace 50 a?os, torturado y asesinado en la guerra. "Quiz¨¢ ha llegado el momento de acordarnos de Andr¨¦s Nin", dijo Sempr¨²n, "que nosotros torturamos y asesinamos". "La lucha de la memoria contra el olvido es la lucha del hombre contra el poder".
Licencias y hechos
Se dir¨ªa que el congreso de Intelectuales de Valencia cuenta con un p¨²blico interesado en los debates cient¨ªficos, y tambi¨¦n en los pol¨ªticos. Ayer aplaudi¨® tanto las ponencias de los escritores todas le¨ªdas salvo la de Jorge Edwards- como las intervenciones del debate posterior, de inmediato muy pol¨ªtico.As¨ª, una intervenci¨®n de Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n mereci¨® la r¨¦plica inniediata de Octavio Paz y de Mario Vargas Llosa. V¨¢zquez Montalb¨¢n hab¨ªa querido, desde el p¨²blico, interpretar como una licencia po¨¦tica la afirmaci¨®n de Octavio Paz, en la inauguraci¨®n del Congreso, seg¨²n la cual los triunfadores de la guerra civil fueron la Monarqu¨ªa y la Democracia. Paz le replic¨®que no hab¨ªa tal licencia, sino la constantaci¨®n de un hecho hist¨®rico, y que como toda verdad hist¨®rica, es provisional. "La derrota de Franco ha sido, espero, definitiva", dijo. En cuanto a Vargas Llosa, utiliz¨® una broma de V¨¢zquez Montalb¨¢n en torno a Sendero Luminoso para concretar los conceptos m¨¢s abstractos de su ponencia y defender con pasi¨®n una concepci¨®n occidental*de la democracia para Am¨¦rica Latina.
El cubano disidente Guillermo Cabrera Infante se hab¨ªa ganado al p¨²blico con una ponencia chispeante en la que, con sus caracter¨ªsticos juegos de palabras, contaba sus encuentros con burocracias, oficiales y exilios. Por ejemplo, cuando "a la sombra de la Gobernaci¨®n en la Puerta del Sol" de Madrid, un comisario le interrog¨® sobre sus presuntas adicciones comunistas y, como era previsible, no crey¨® lo que el escritor le dec¨ªa. "Esa es la funci¨®n de la polic¨ªa: no creer" dijo Cabrera. "Eso es lo que les diferencia de curas y siquiatras, que s¨ª han de creer lo que les dicen".
En su ponencia, Vargas Llosa habl¨® sobre todo de literatura y los personajes que mencion¨® fue ron los de grandes novelas, pero la intenci¨®n de su escrito era po l¨ªtica. "Las cosas no son como son sino como las recordamos", dijo el autor de Conversaci¨®n.en la catedral, y explic¨® c¨®mo la literatura cuenta la historia que los historiadores no pueden contar.
Ciertas exageraciones cuen tan verdades profundas, y as¨ª labatalla de Waterloo descrita en Los miserables es m¨¢s la batalla que gan¨® Victor Hugo que la que perdi¨® Napole¨®n, explic¨®. Cuando en Tirant lo Blanc se nos dice que cierta dama era tan p¨¢lida que se pod¨ªa ver el vino cuando bajaba por su garganta, el autor exagera, pero nos comunica lo que quiere decir con m¨¢s verdad que si dijera laverdad. "La literatura, distilado de la vida, nos muestra la verdad escondida en las mentiras hu.manas", dijo.
El escritor peruano cont¨® que en el imperio Inca, cuando mor¨ªa el Inca o emperador, deb¨ªan morir con ¨¦l no s¨®lo sus concubinas y esposas, sino, tambi¨¦n los intelectuales de su corte o amaltas; esto es, los intelectuales que hab¨ªan tenido por misi¨®n divulgar las grandezas y realizaciones del emperador muerto.
"Los hombres no viven s¨®lo de verdades", dijo Vargas Llosa, sino que necesitan las mentiras que han creado libremente", y al hombre de la sociedad cerrada al que se obliga a confundir el pasado y a conducir su imaginaci¨®n por ciertos caminos se le castra de algo esencial.
Krzysztof Pornian, historiador de la izquierda, explic¨® que nuestra responsabilidad respecto a la memoria es con relaci¨®n al futuro, en la intenci¨®n de que no se repita. El italiano Antonio Tabucchi defini¨® al escritor como un productor (le memoria, y se?al¨® que la literatura no se puede falsificar, s¨®lo prohibir. El chileno Jorge Edwards, autor de Persona non grata y el ¨²nico que no ley¨® su intervenci¨®n por lo que, explic¨®, hablaba ",de memoria sobre la memoria", hizo un detallado an¨¢lisis de la situaci¨®n interna de Chile.. Antes, hab¨ªa recordado el humor corrosivo de Vicente Huidobro -"Los cuatro puntos cardinales son tres: el Norte y el Sur"-, as¨ª como una temprana poes¨ªa de Neruda en la que el poeta a¨²n no padec¨ªa de cierto entusiasmo nacionalista. As¨ª su verso "Patria, palabra triste como term¨®metro o ascensor".
Babelia
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