Corrida seria de Pe?ajara y triunfo de Campuzano

Ha tenido la corrida del Corpus en Sevilla dos protagonistas: el hierro de Pe?ajara, por su seriedad, y Jos¨¦ Antonio Campuzano, por su brillante actuaci¨®n. Todos los toros han derrotado de salida en los burladeros con codicia, generalmente escobill¨¢ndose los pitones. Pelearon con los caballos con denuedo, y acusaron casta, con nobleza desigual, algunos con bronquedad y otros con pastue?ez. Pero, por encima del comportamiento, con un trap¨ªo admirable.Jos¨¦ Antonio Campuzano ha tenido una brillante actuaci¨®n. Mucho mejor la del sexto que la del tercero. En aqu¨¦l, los muletazos en redondo y los naturales tuvieron profundidad y en todos ellos el broche id¨®neo fueron magn¨ªficos pases de pecho. Por estar, ?palabra de honor!, estuvo hasta pinturero. En el tercero, si bien es cierto que los muletazos tuvieron temple y remate, adolecieron del defecto de citar con la muleta en posici¨®n oblicua y llevar a la res embarcada en el pico de la muleta. Meritoria actuaci¨®n de Campuzano, a dos toros serios, que adem¨¢s los mat¨® a ley, especialmente al sexto. Se pidi¨® la segunda oreja que el presidente, a mi juicio, con acierto, no concedi¨®, lo que le priv¨® al faltarle el tercer trofeo, abrir la anhelada puerta del Pr¨ªncipe.

Ruiz Miguel no consigui¨® centrarse con ninguno de sus dos enemigos. Al primero, que era m¨¢s potable, lo tore¨® al natural sin demasiado sosiego, alcanzando en los pases en redondo mejor ajuste. En el quinto, con embestida corta y tarda, estuvo a¨²n menos centrado. No fue tarde afortunada, la del jueves, para el torero de San Fernando.

Ten¨ªa ganas la afici¨®n sevillana de presenciar la actuaci¨®n de Curro V¨¢zquez, pues es diestro que se prodiga poco por estos lares. Suponernos que bien a pesar suyo. Sin embargo, el diestro de Linares ha estado fr¨ªo, ap¨¢tico, como si hubiera toreado en la Maestranza media docena de corridas esta temporada y tuviera 80 firmadas. Quiz¨¢, su actuaci¨®n se vio influida por un aciago comienzo, ya que su primero, de salida, le tir¨® un hachazo que hizo estragos, afortunadamente, s¨®lo en la taleguilla y suponemos que en el ¨¢nimo del torero. A este lo tore¨® al natural siempre tocando el viol¨ªn y, sin remate. Acab¨® machete¨¢ndolo sobre las piernas con torer¨ªa, cual si de un pregonao se tratara. En el sexto todav¨ªa estuvo m¨¢s ab¨²lico.