El nuevo fichaje rompe una norma que ha durado siete a?os
S. S. El fichaje de Howard Kendall, de 41 a?os, casado y padre de tres hijos, pone fin a la norma de escoger entrenadores de Lezama, donde tiene su cantera el Athl¨¦tic, una regla que se ha seguido durante los ¨²ltimos siete a?os con I?aki S¨¢ez, Javier Clemente y Jos¨¦ ?ngel Ir¨ªbar. Los t¨¦cnicos brit¨¢nicos siempre han gozado del favor del p¨²blico bilba¨ªno. El presidente Aurteneche ha jugado una baza publicitaria con Kendall, aunque nadie se atreve a dudar de los conocimientos del t¨¦cnico m¨¢s celebrado en el Reino Unido, un entrenador que ha logrado dos t¨ªtulos de Liga, dos de Copa y una Recopa en los ¨²ltimos cinco a?os. Pero sobre todo devolvi¨® el esplendor al Everton, un equipo oscurecido en las ¨²ltimas d¨¦cadas por el fulgor del Liverpool, el otro equipo de la ciudad.
Dicen que la divisa de Kendall es trabajo duro y en equipo. As¨ª lo demostr¨® durante sus a?os como jugador del Everton y como entrenador de un equipo que en los inicios de los ochenta estaba hundido econ¨®mica y deportivamente. El Everton no hab¨ªa ganado una Liga desde 1970, cuando ¨¦l mismo formaba una rutilante l¨ªnea media con Alan Ball y Colin Harvey y estaba pr¨¢cticamente engullido por los reds de Anfield Road, como se conoce al Liverpool.
En 1984, los pocos aficionados que acud¨ªan al viejo Goodison Park ped¨ªan a gritos la dimisi¨®n de Kendall. Apenas seis meses despu¨¦s, el Everton ganaba en Wembley la final de Copa frente al Watford e iniciaba unos a?os prodigiosos. Un a?o despu¨¦s, en una de las actuaciones m¨¢s sofocantes que se recuerdan en Europa, barr¨ªa al Rapid de Viena en la final de la Recopa y ganaba el campeonato de Liga, por delante del Liverpool. Desde entonces, en Inglaterra se tiene a los blues de Goodison Park como el mejor equipo del Reino Unido y, lo que es m¨¢s representativo para la afici¨®n, como los indiscutibles portadores de los valores tradicionales del f¨²tbol brit¨¢nico: fiereza, potencia y aguante. Con estas armas, el Everton ha vuelto a batir al Liverpool este a?o en la Liga.
Kendall construy¨® su armada invencible con unos jugadores desconocidos, en muchos casos despreciados. Peter Reid, indiscutible centrocampista de la selecci¨®n inglesa, era un reserva olvidado, a pesar de contar, 25 a?os. Pero Kendall siempre ha tenido un talento especial para sacar lo mejor de sus hombres. En tres a?os ha llev ado hasta la selecci¨®n inglesa a Gary Stevens, Peter Reid, Trevor Steven, e incluso consagr¨® definitivamente a Gary Lineker, ahora en el Barcelona y que lleg¨® al Everton en 1985 procedente del Leicester.
F¨²tbol compacto
El Everton hajugado con Kendall un f¨²tbol extremadamente compacto. Sus jugadores no dan tregua al adversario. En la final de la Recopa, el Rapid de Viena se ve¨ªa incapaz de atravesar el medio campo, amedrentado por la insultante presi¨®n de los ingleses. Esta caracter¨ªstica tratar¨¢ de traspasarla al Athi¨¦tic, probablemente el equip¨® mejor dispuesto a aceptar el sacrificio y la lucha sobre el campo. Estas cualidades le dieron tres t¨ªtulos con Clementeantes de que ¨¦ste pasara al Espa?ol. Ahora los rojiblancos deber¨¢n ahondar en sus virtudes para despegar de su triste situaci¨®n actual.
En la Prensa brit¨¢nica ha causado sorpresa la contrataci¨®n, a pesar de que Kendall hab¨ªa recibido innumerables y sustanciosas ofertas de clubes ingleses y europeos. Incluso su nombre fue comentado como posible sucesor de Venables en el Barcelona. Lo que sorprende es que un hombre aclamado en su pa¨ªs, entrenador del equipo campe¨®n de Liga, se una a una escuadra de prestigio y de gran tradici¨®n pero en horas muy bajas. Es posible que Kendall s¨¦ haya visto afectado por el enclaustramiento del f¨²tbol ingl¨¦s. La prohibici¨®n de jugar en Europa ha movido a jugadores y entrenadores brit¨¢nicos a intentar la aventura continental.
El ¨²nico entrenador ingl¨¦s que ha tenido el Athl¨¦tic en los ¨²ltimos 30 a?os ha sido Ronnie Allen, un t¨¦cnico que provoc¨® tantos amores y odios como Javier Clemente. Con Allen, el equipo bilba¨ªno estuvo a punto de ganar la Liga en la temporada 1969-1970. La hinchada estaba encendida con el ingl¨¦s, al que le perdi¨® su afici¨®n a jughr al golf y su poco entusiasmo en los entrenamientos.
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