El Sestao precisa vencer al Celta por dos goles y que el Coru?a no gane
SANTIAGO SEGUROLA El Sestao cubrir¨¢ hoy la d¨¦cima parte de su presupuesto en el partido que disputar¨¢ frente al Celta de Vigo, decisivo para conocer cu¨¢l de los dos equipos ascender¨¢ a la Primera Divisi¨®n. Doce mil espectadores reventar¨¢n el peque?o y vetusto campo de Las Llanas, que tiene un aforo para 7.000. La taquilla ser¨¢ de seis millones de pesetas. El Celta ha fletado un tren especial para que unos 2.000 aficionados presencien este decisivo encuentro.
El conjunto vizca¨ªno, que entrena Javier Irureta, ex jugador internacional del Atl¨¦tico y del Athl¨¦tic, para cuyo banquillo se piense en ¨¦l en un futuro, apenas tiene posibilidades de subir a Primera. Tendr¨¢ que ganar al Celta por dos goles de diferencia, como m¨ªnimo, y esperar que el Deportivo, apartado a ¨²ltima hora de la lucha por el ascenso, no gane al Castefi¨®n. Un triple empate favorecer¨ªa a los vigueses.
Aficionados
El Sestao ya ha realizado algunas proezas. No se debe olvidar que su presupuesto de este a?o es de 60 millones de pesetas, con mucho el menor de Segunda -por debajo incluso de los clubes modestos de la Primera Divisi¨®n de baloncesto- y que sus jugadores son todos aficionados, con profesiones ajenas al f¨²tbol, cuyos horarios de trabajo, en la mayor¨ªa de los casos, son de ma?ana y tarde, por lo que los entrenamientos se realizan por la noche.Un caso palmario es el de Primi, el jugador m¨¢s carism¨¢tico de la escuadra. Prin-¨², un delantero min¨²sculo, terriblemente activo y sagaz, se levanta todos los d¨ªas a las seis de lama?ana para acudir a la factor¨ªa de Babcock Wilcox, donde trabaja como calderero. El esfuerzo no le impide marcar goles inveros¨ªmiles y, junto al ex bilba¨ªno Nufiez, ejercer de capataz del equipo.P-i partido na despertado a una afici¨®n hasta ahora poco entusiasta con el conjunto verdinegro. Durante toda la temporada, la afluencia media ha sido de 3.000 espectadores. Irureta achaca el desinter¨¦s a la crisis econ¨®mica que carcome a este pueblo levantado entre una selva de chimeneas. La crisis se ha evaporado esta semana. Las taquillas est¨¢n cerradas desde hace varios d¨ªas. Es imposible hacerse con una entrada, a pesar de que los precios oscilan entre las 900 y las 1.500 pesetas.
En las gradas no campar¨¢n solamente los hinchas del River -nombre que se atribuye al Sestao por contraposici¨®n al equipo fronterizo, el Baracaldo, que luce las franjas gualdinegras del Pe?arol-
Desde Vigo se anuncia la llegada de un tren especial, fletado por la directiva del Celta. Tambi¨¦n se dar¨¢n cita numerosos inmigrantes gallegos, una colonia poderosa en la margen izquierda de la r¨ªa del Nervi¨®n. No est¨¢ claro que ¨¦stos apoyen al Celta. Muchos de ellos se han identificado con el Sestao, modesto, tenaz y ejemplar.
Entre la hinchada local no abunda el optimismo. Se conf¨ªa en batir al Celta, aunque parece dif¨ªcil abrir una ventaja de dos goles. Tampoco parece probable que el Deportivo de La Co ru?a no se imponga al Caste ll¨®n. No se olvida, sin embargo, que Riazor fue hace escasas se manas escenario de la d¨¦b?cle del equipo coru?¨¦s ante el Celta y campo de batalla entre las dos aficiones gallegas.
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