Las muertes por el s¨ªndrome t¨®xico se deben a problemas pulmonares, seg¨²n los forenses
La segunda fase del juicio por el s¨ªndrome t¨®xico se inici¨® ayer con la comparecencia de 21 m¨¦dicos forenses, que actuaron como peritos. Los forenses que realizaron las autopsias a los fallecidos por la enfermedad se?alaron que las causas directas de la muerte por s¨ªndrome t¨®xico son un problema pulmonar, consistente en neumon¨ªa intersticial, un problema tromboemb¨®lico, especialmente trombosis mesent¨¦rica, y la patolog¨ªa del sistema nervioso central.
La prueba pericial est¨¢ considerada como la prueba reina en el juicio del s¨ªndrome t¨®xico, por cuanto de ella depende en gran medida la posible absoluci¨®n o condena de los acusados si se determina cient¨ªficamente o no que el aceite de colza desnaturalizado fue el causante del envenenamiento masivo.Los forenses que en su d¨ªa estuvieron encargados de realizar las autopsias a los fallecidos por el s¨ªndrome t¨®xico expusieron los Criterios m¨¦dicos que ten¨ªan en cuenta para determinar si el enfermo o fallecido padec¨ªa la entonces denominada neumon¨ªa at¨ªpica.
Los cinco forenses Rafael Garrido-Lestache, Jos¨¦ Mar¨ªa Abenza Rojo, Agust¨ªn Cruz Merino, Venancio Fern¨¢ndez Valencia y Manuel Molina Bay¨®n, que intervinieron en primer lugar, descartaron que el s¨ªndrome t¨®xico tuviera, que ver con una intoxicaci¨®n por productos organofosforados.
El acusador Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez pregunt¨®: "?La intoxicaci¨®n por organofosforados coincide con la sintomatol¨®g¨ªa, del s¨ªndrome t¨®xico?". Garrido- Lestache contest¨®: "Las - intoxicaciones por organofosforados tienen dos fases muy marcadas, una fase muscar¨ªnica y otra fase nicot¨ªnica. Tanto si la muerte es aguda por organofosforados como si es cr¨®nica, las alteraciones anato mopatol¨®gicas no coinciden pr¨¢cticamente con la sintoma tolog¨ªa que nosotros hemos en contrado en la enfermedad".
Est¨¢s afirmaciones desmontan las tesis de las defensas de los principales acusados, que sostienen que la causa de la enfermedad fue una partida de tomates fumigados con pesticidas cuyos principios activos, desde el punto de vista t¨®xico, son organofosforados. La defensa argumenta, sin embargo, que estos productos han evolucionado mucho y que, por tanto, producen s¨ªntomas que pueden ser desconocidos.
A preguntas de la defensa, los forenses se?alaron que los s¨ªntomas de la enfermedad tampoco se corresponden con intoxicaci¨®n por anilina. Sobre las anilidas, se?alaron que se conocen muy poco. Los forenses concluyeron que no pod¨ªan afirmar ni descartar que las anilinas o anilidas fueran los causantes del s¨ªndrome.
Las anilinas en un primer momento, y posteriormente las anilidas de los ¨¢cidos grasos, han sido consideradas por algunos investigadores como los t¨®xicos contenidos en el aceite que m¨¢s probablemente causaron el envenenamiento. Los forenses negaron conocer el origen del s¨ªndrome t¨®xico, aunque Garrido-Lestache manifest¨®: "Comprob¨¦ que cuando se hab¨ªa asegurado la retirada del aceite y ya no se consum¨ªa m¨¢s aceite dejaron de producirse m¨¢s casos".
En la sesi¨®n de la tarde se produjo un incidente en la sala. El abogado Antonio Garc¨ªa Pablos pregunt¨® a los peritos si se sent¨ªan vinculados por el debate legislativo ocurrido en el Congreso en septiembre de 198 El magistrado Javier G¨®mez de Lia?o, que dirige la prueba pericial, declar¨® la pregunta impertinente, lo que origin¨® un murmullo entre el p¨²blico y una voz que s¨®lo se escuch¨® por el presidente del tribunal, quien pidi¨® " silencio y orden¨® la expulsi¨®n de la persona que hab¨ªa gritado. Cerca de medio centenar de asistentes se solidarizaron con el expulsado y algunos de ellos abandonaron la sala dando gritos de asesinos". Al cabo de 15 minutos, el juicio se reanud¨®.
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