LendI, en el ojo del hurac¨¢n
Ivan Lendl hab¨ªa logrado permanecer al margen de las pol¨¦micas sobre las vidas privadas de los tenistas, que tanto gusta explotar la prensa amarilla londinense. Pero en este torneo de Wimbledon, el s¨¦ptimo de su carrera y en el que m¨¢s cerca parece estar del t¨ªtulo, Lendl se ha situado en el ojo del hurac¨¢n.Un periodista americano, George Mendoza, lleg¨® a un acuerdo con Lendl para escribir un libro sobre su t¨¦cnica y su vida. Mendoza convivi¨® durante meses con Lendl y el grupo de personas que se relacionan con ¨¦l. Pero, poco a poco, a medida que Mendoza iba haciendo preguntas m¨¢s y m¨¢s ¨ªntimas, las relaciones se fueron enfriando hasta llegar a la ruptura. El checoslovaco, que ha solicitado la nacionalidad estadounidense, se neg¨® a otorgarle el permiso para escribir su biograf¨ªa, y Mendoza public¨® ¨²nicamente un libro sobre su t¨¦cnica. Las relaciones terminaron de forma abrupta, y ahora, durante el torneo de Wimbledon, Mendoza ha anunciado que piensa escribir una biograf¨ªa de Lendl, sin su permiso, "explic¨¢ndolo todo".
Y, como avance de un libro que se presenta pol¨¦mico, Mendoza ha hecho unas declaraciones que rompen totalmente con la imagen fr¨ªa e inalcanzable que ten¨ªa Lendl hasta ahora. Seg¨²n el periodista, Lendl comenz¨® a vivir con su actual novia, Samantha, hija de un millonario propietario de varios hoteles, cuando ¨¦sta ten¨ªa 14 a?os (ahora tiene, 18). El detalle ser¨ªa ¨²nicamente anecd¨®tico si se tiene en cuenta que en Estados Unidos la relaci¨®n con los menores de edad est¨¢ seriamente perseguida, y estas revelaciones podr¨ªan provocar un serio contratiempo para Ivan en su intento de conseguir el cambio de nacionalidad.
Mendoza dice que Samantha obedece todas las ¨®rdenes que le da Ivan, y que incluso la ha utilizado para transmitir una invitaci¨®n "muy personal" a una modelo que le gustaba especialmente. El periodista traidor o traicionado afirma que el pasatiempo preferido de Lendl, era ir a la secci¨®n de cosm¨¦ticos de los grandes almacenes Bloomingdale, en Nueva York, para reclutar chicas "y llev¨¢rselas a su apartamento".
Lendl niega las afirmaciones de Mendoza: "Es dificil mantener la concentraci¨®n cuando se dicen tantas mentiras sobre t¨ª en los diarios", afirma Lendl. "Pero lo m¨¢s importante es que mis amigos han sabido mantenerse aislados".
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