Kuwait, frente a una doble amenaza
El emirato ¨¢rabe teme tanto al fervor revolucionario iran¨ª, como a las pretensiones territoriales iraqu¨ªes
Kuwait ha logrado que las flotas de guerra sovi¨¦tica y norteamericana se comprometan en la defensa de sus exportaciones de petr¨®leo. Los ataques iran¨ªes a sus buques han dado a la h¨¢bil diplomacia del emirato de la familia Al Sabah la ocasi¨®n de internacionalizar la guerra del Golfo, al s¨¦ptimo a?o de iniciada. Kuwait est¨¢ preocupado por su propia superviviencia como Estado, que ve amenazada tanto por el fervor revolucionario de los iran¨ªes como por las viejas pretensiones territoriales de los iraqu¨ªes.
Los kuwait¨ªes pasan muchos buenos momentos en las diwaniyas, esos salones donde, sobre alfombras y cojines, se sientan a beber caf¨¦ o t¨¦, comer dulces y charlar. Tales reposos entre negocios multimillonarios les recuerdan su reciente pasado beduino, cuando, en sus tiendas, los habitantes del desierto se reun¨ªan para escuchar proezas guerreras e historias de amor.Los kuwait¨ªes tienen una l¨²cida y serena consciencia de su fragilidad. El problema no es econ¨®mico, porque el emirato de los Al Sabab tiene reservas de petr¨®leo f¨¢cil de extraer al menos para dos siglos, y adem¨¢s porque su capital est¨¢ admirablemente invertido en el extranjero. No han malgastado las riquezas de los a?os de vacas gordas; el Kuwait Investment Office las ha colocado un poco por todo el mundo, Espa?a incluida.
"Mire al mapa", dicen los kuwait¨ªes para explicar su debilidad. El emirato est¨¢ encajado en el fondo del golfo P¨¦rsico, pared con pared con Irak y Arabia Saud¨ª y dando la cara a Ir¨¢n. Sus fronteras, trazadas por el Reino Unido en 1922, son objeto de permanente litigio con sus vecinos ¨¢rabes. Irak, en particular, nunca las ha reconocido. Irak tiene una salida muy estrecha al Golfo, reducida desde la toma de Fao, por los iran¨ªes, en febrero de 1986. Su Marina est¨¢ replegada en el puerto de Um Qasr, cuyo acceso dificultan las islas kuwait¨ªes de Warbali y Bubiyan. Cuando los aviones de Sadam Husein realizan incursiones en el Golfo, sobrevuelan inevitablemente esos territorios.
A causa de su suelo pantanoso, Bubiyan es una isla inhabitable. El puente de 2,5 kil¨®metros que la une al continente est¨¢ ahora cerrado a los particulares, y s¨®lo los soldados kuwait¨ªes patrullan por esa isla, que despierta el apetito de los contendientes en la guerra del Golfo. Bubiyan est¨¢ al alcance de los ca?ones iran¨ªes de 155 mil¨ªmetros instalados en la conquistada Fao, a 25 kil¨®metros de distancia.
Desde 1984, los 15.000 soldados del Ej¨¦rcito kuwait¨ª se hallan en permanente estado de alerta. Son muy poca tropa, pero cuentan con m¨¢s aviones que los iran¨ªes -unos 70 aparatos Mirage F1, Skyhawk y otros-, un buen sistema de defensa antia¨¦rea, radar Tiger y el apoyo de los aviones AWACS de los saud¨ªes. En los ¨²ltimos a?os, el emirato ha comprado mucho armamento a Francia y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, dadas las dificultades de la Administraci¨®n norteamericana para atender los pedidos de los pa¨ªses ¨¢rabes.
Kuwait se precia de ser uno de los pa¨ªses verdaderamente no alineados del mundo. Sus relaciones son igualmente buenas con la Uni¨®n Sovi¨¦tica y los Estados Unidos, y su posici¨®n en el conflicto del Golfo es te¨®ricamente neutral. Por extra?o que resulte, la Embajada iran¨ª en Kuwait sigue abierta, y los dirigentes de Teher¨¢n fueron cordialmente invitados a participar en la cumbre isl¨¢mica que, el pasado enero, se celebr¨® en el emirato.
Rechazo iran¨ª
Los iran¨ªes rechazaron escandalizados la invitaci¨®n con el veraz argumento de que Kuwait ha tomado de hecho el partido de Irak. El emirato no s¨®lo ayuda econ¨®micamente al pa¨ªs de Sadam Husein, sino que permite que armas y municiones para Irak desembarquen en el puerto kuwait¨ª de Chuaiba.
En varias ocasiones, aviones de guerra iraqu¨ªes aterrizaron en Kuwait, al regresar de vuelos de larga duraci¨®n sobre territorio enemigo. Si no fuera por esta, para ellos penosa, necesidad de expresar materialmente la solidaridad ¨¢rabe con Irak, Kuwait tal vez hubiera logrado vivir de espaldas a la carnicer¨ªa del Golfo. Su principal problema de seguridad seguir¨ªa siendo el elevado n¨²mero de accidentes de tr¨¢fico, que las autoridades atribuyen al uso de la gutra -el pa?uelo que cubre la cabeza y dificulta la visi¨®n lateral de los conductores- y al abuso de los 100.000 tel¨¦fonos con l¨ªnea internacional directa instalados en los veh¨ªculos kuwait¨ªes.
Kuwait, sin la guerra en sus puertas, es un pa¨ªs pr¨®spero y terriblemente aburrido para los residentes extranjeros, que, a falta de poder consumir las prohibid¨ªsimas bebidas alcoh¨®licas, tienen como principal diversi¨®n las cabalgatas en el desierto o las excursiones al parque de atracciones de Dolia.
Pero Kuwait es un enemigo para Ir¨¢n, y sus buques pesqueros, mercantes o petroleros, un objetivo para los revolucionarios isl¨¢micos (recientemente, siete pesqueros kuwait¨ªes fueron apresados por los iranles bajo la acusaci¨®n de espionaje a favor de Irak). Minas y misiles alcanzan con frecuencia no s¨®lo a los barcos con bandera kuwait¨ª, sino a los de otras nacionalidades que entran o salen del emirato.
El pasado a?o, el ayatol¨¢ Jomeini aprob¨® la creaci¨®n de las ramas naval y a¨¦rea de los pasdaranes o guardias revolucionarios iran¨ªes, cuyo n¨²mero total asciende ya a 400.000 miembros. La presentaci¨®n p¨²blica de las unidades navales ha consistido en ataques contra buques kuwait¨ªes llevados a cabo por lanchas con motores fuera borda. Los cinco o seis pasdaranes a bordo emplean ametralladoras y lanzacohetes, y sus acciones, si no mucho da?o material, provocan una tremenda inquietud por su car¨¢cter guerrillero. Desde fines de 1983, el emirato conoce tambi¨¦n una segunda amenaza, ¨¦sta en suelo firme. Son los atentados con explosivos contra embajadas -especialmente la de EE UU-, edificios gubernamentales e instalaciones petroleras, en particular la refiner¨ªa de Mina al Ahmadi.
La polic¨ªa, muy eficaz, ha desmantelado ya varios grupos terroristas, seis de cuyos miembros fueron condenados a muerte a principios de junio. La mayor¨ªa de los detenidos pertenece a la minor¨ªa shii de origen iran¨ª, que representa el 20% de los 600.000 ciudadanos plenamente kuwait¨ªes. Kuwait se ha mostrado muy firme frente a las peticiones norteamericanas y francesas para que excarcele a los 17 condenados por los atentados de 1983 contra las embajadas de esos pa¨ªses. Su libertad es una de las principales exigencias del grupo integrista Yihad Isl¨¢mica.
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