Fadlala, el 'ayatol¨¢' de Beirut
El hombre de Jomeini en L¨ªbano afirma que el Partido de Dios se complementa con Ir¨¢n como los marxistas con Mosc¨²
En la casa del jeque Mohamed Husein Fadlala no se ven mujeres; ni una sola. Al menos en las estancias abiertas a los visitantes. J¨®venes con barbitas oscuras y rizadas hacen de guardias, secretarios, telefonistas, traductores y camareros. Hombres con modestas ropas europeas y cl¨¦rigos enturbantados toman t¨¦ en la antesala, a la espera de ser recibidos por el representante personal del imam Jomeini en L¨ªbano.
Los chicos que custodian y sirven a Fadlala no tienen los modales bruscos y la mirada enfebrecida que suele asociarse a los locos de Dios, los militantes isl¨¢micos libaneses, capaces de arrojarse con un cami¨®n cargado de explosivos contra cualquier blanco que les merezca la pena Incluso los que a la entrada cargan metralletas kalashnikov tienen un cierto aire beat¨ªfico.La casa tiene dos alturas, y est¨¢ en Bir el Abed, en los probr¨ªsimos suburbios merionales de Beirut, donde se api?an casi 700.000 musulmanes shi¨ªes y donde se supone est¨¢n cautivos buena parte de los occidentales secuestrados en L¨ªbano. Los suburbios tienen su ley y orden particular -los milicianos shi¨ªes de Amal y el Hezbol¨¢-, sus propias banderas verdes o negras e hilo directo con Teher¨¢n. Ni siquiera las tropas sirias que ocupan el sector musulm¨¢n de Beirut osan pisarlos.
"No voy a hablar de los rehenes. Todos los periodistas extranjeros me hacen las mismas preguntas. Mi ¨²ltima palabra es que ese tema ya no est¨¢ en manos libanesas. Se negocia a nivel internacional". ?sa es la ¨²nica condici¨®n que Fadlala pone a la entrevista.
El jeque, dicen sus pr¨®ximos, est¨¢ harto de negar la general creencia de que los secuestradores de europeos y norteamericanos est¨¢n amparados por el Hezbol¨¢. Harto de repetir que, no obstante, intentar¨¢ ejercer su influencia espiritual sobre ellos para que sean misericordiosos con los cautivos. Ahora parece estar diciendo que los interesados deben llamar directamente a las puertas de Teher¨¢n.
Fadlala est¨¢ sentado en un c¨®modo sill¨®n, en una habitaci¨®n de techo alto y tapizada en gris claro, con un tel¨¦fono ¨²ltimo modelo al alcance de su mano y una foto gigante de Jomeini enfrente. Luce el turbante negro que le acredita como sayyed o perteneciente al linaje del profeta Mahoma. Bajo una galabie gris y una capa negra, una mancha de caf¨¦ destaca en su blanca camisa.
Occidente y el islam
Dos detalles f¨ªsicos dan a Fadlala el marchamo de religiosidad. Uno es la gran barba. El otro es un grano del tama?o de garbanzo, fruto de pasar muchas horas rezando con la frente contra el suelo o pensando con los dedos pinzando el entrecejo.Pregunta. Desde el punto de vista isl¨¢mico, ?cu¨¢les son los principales defectos del mundo occidental?
Respuesta. El materialismo. Tambi¨¦n el concepto de libertad personal. Nosotros creemos que hay l¨ªmites morales a la libertad individual. El individuo no es libre de hacerse da?o a s¨ª mismo o de hacerlo a los otros. Y en tercer lugar, el colonialismo.
P. La revoluci¨®n iran¨ª de 1979 ha supuesto para el mundo musulm¨¢n lo que la francesa o la sovi¨¦tica para el europeo. ?Qu¨¦ puede hacer un pa¨ªs occidental para no ser considerado enemigo del actual renacimiento isl¨¢mico?
R. Respetar nuestro derecho a vivir la vida a nuestra manera. Comprender nuestra guerra contra el colonialismo y el sionismo. No vernos tan s¨®lo desde el punto de vista israel¨ª.
Hezbol¨¢ naci¨® hace cinco veranos, tras la invasi¨®n israel¨ª de L¨ªbano. Es el ¨²ltimo movin-¨²ento de masas surgido en Oriente Pr¨®ximo. Una expresi¨®n cor¨¢nica le da nombre: "Los que toman por maestros a Dios, su profeta y los creyentes: ¨¦stos son los que forman el Partido de Dios, y ellos ser¨¢n los vencedores". Pero Hezbol¨¢ no es un partido pol¨ªtico cl¨¢sico. No tiene organizaci¨®n, ni sedes, ni dirigentes; el n¨²sino Fadlala niega cualquier relaci¨®n org¨¢nica con ¨¦l.
Yihad Isl¨¢mica y todos los dem¨¢s grup¨²sculos libaneses que reivindican acciones contra intereses occidentales no son sino emanaciones misteriosas del fantasmal Hezbol¨¢. El car¨¢cter nebuloso de la corriente isl¨¢mica es para Fadlala el s¨ªmbolo mismo del pueblo musulm¨¢n en marcha.
Cinco a?os han bastado al Hezbol¨¢ para convertirse en la m¨¢s importante fuerza del shi¨ªsmo liban¨¦s, desplazando a la milicia Amal del prosirio Nabih Berri. El movimiento es s¨®lido en los suburbios meridionales de Beirut, en el valle de la Bekaa, donde cuenta con la colaboraci¨®n de cientos de pasdaranes iranies, y en el sur del pa¨ªs, donde sus hombres libran dura batalla a Israel. En las calles del L¨ªbano musulm¨¢n la presencia del Partido de Dios es ostentosa. Los muros est¨¢n repletos de carteles que ensalzan el "martirio" y la "guerra a muerte" contra Estados Unidos e Israel, y cada vez son m¨¢s los hombres barbudos y las mujeres cubiertas de pies a cabeza con el negro chador.
A la popularidad del movin¨²ento isl¨¢mico han contribuido no poco sus obras sociales, generosamente financiadas por Ir¨¢n. Hezbol¨¢ paga a sus mificianos mejor que nadie, ayuda a las familias de los m¨¢rtires, cava pozos, anima orfelinatos, ofrece educaci¨®n gratuita a los hijos de los pobres e incluso env¨ªa a la cl¨ªnica Barraquer de Barcelona a sus seguidores con problemas oculares.
P. ?Qu¨¦ es para usted el imam Jomeini?
R. El imam Jomeini, que Dios guarde, es una persona a imitar. Es el fakih tutor. Nutstro gu¨ªa cient¨ªfico, religioso y revolucionario.
Ir¨¢n, una base s¨®lida
P. ?Y la rep¨²blica isl¨¢mica de Ir¨¢n?R. Una base s¨®lida y ancha. Nos complementamos con Ir¨¢n como los marxistas se complementan con la URSS. No es Dios el que ha establecido las fronteras, sino los hombres.
P. ?Cuando Jomeini muera, el movimiento isl¨¢mico liban¨¦s seguir¨¢ sosteniendo su privilegiada relaci¨®n con Ir¨¢n?
R. Nuestra relaci¨®n no es con la persona de Jomeini, sino con su papel de gu¨ªa, y la mantendremos igual con el que en el futuro desempe?e ese papel.
P. Son calificados en Occidente de integristas o fundarnentalistas. ?Le gustan esas expresiones?
R. Si quieren decir fan¨¢ticos, las rechazamos. El islam es la religi¨®n del di¨¢logo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.