Cruel derecho biol¨®gico
He le¨ªdo con profunda consternaci¨®n la informaci¨®n publicada en EL PA?S del 19 de julio sobre una de las Abuelas de la Plaza de Mayo. Como psic¨®logo, he hecho un an¨¢lisis de contenido y, en el mismo he podido percibir que se hace una apolog¨ªa aprior¨ªstica del derecho biol¨®gico de una abuela ante el derecho psicol¨®gico de una adolescente.Como argentino, he visto las denuncias que se han hecho por violaci¨®n a los derechos humanos y pienso que estos asesinatos, secuestros, etc¨¦tera, no deben quedar impunes. Muchas personas, con l¨®gica raz¨®n, no han podido a¨²n hoy superar las crisis que le han provocado estos a?os de la dictadura argentina.
Muchas de estas personas tienen
Pasa a la p¨¢gina siguiente
Cruel derecho biol¨®gico
Viene de la p¨¢gina anteriordeseo de venganza, algunas en forma manifiesta y otras en estado de latencia.
La justicia debe enfrentarse hoy con un verdadero compromiso social. Ante este compromiso social, o echa mano al derecho, o echa mano al criterio com¨²n que de hecho no es exacto. Cuando echa mano al derecho descuida los factores psicol¨®gicos que en muchos casos podr¨ªan llegar a vislumbrar patolog¨ªas del tipo s¨¢dicas o mecanismos que encubren a verdaderas personalidades psicop¨¢ticas. Me pregunto qu¨¦ har¨ªa esta abuela en particular si se encontrara ante la justicia salom¨®nica. Seguramente se amparar¨ªa en el derecho que la asiste y en el peor de los casos se llevar¨ªa la mitad que cree le corresponde. A juzgar por la nota period¨ªstica, la ni?a en cuesti¨®n tiene fuertes sentimientos positivos para su abuelo -padre adoptivo falso- y para con su hermano o hermanastro, aqu¨ª tambi¨¦n habr¨ªa que evaluar hasta d¨®nde llegan los sentimientos para con los padres falsos pero no menos padres psicol¨®gicos, esto se omite.
La abuela biol¨®gica en cuesti¨®n cuenta orgullosa la forma en que recupera su objeto perdido y cuenta no con menos ansiedad de las situaciones traum¨¢ticas que le ha tocado vivir, cuenta c¨®mo ha escapado del pa¨ªs que le brind¨® la custodia de la nieta sin esperar los resultados finales de la justicia de una Argentina democr¨¢tica y no de aquella Argentina de los militares del proceso.
Esta abuela, obviamente, no ha salido de la crisis, esta abuela, obviamente, hace una apolog¨ªa de la aventura de huir de un pa¨ªs que en la actualidad no le ha negado sus derechos biol¨®gicos. Esta abuela no se ha percatado del da?o que le podr¨ªa llegar a hacer a esta adolescente por apartarla de sus padres -buenos o malos-, de su hermano y de su abuelo, al que ella est¨¢ ligada afectivamente. Por otro lado, tambi¨¦n ha hecho da?o al hermano que, de facto, tal como lo hicieron los militares que ella ha combatido, le ha privado de su hermana. Tal vez en un ma?ana no muy lejano, esta ni?a haga prevalecer sus derechos sentimentales, se despida de la explanada de Iberia rumbo al pa¨ªs del que la sacaron clandestinamente para encontrarse con esas personas que ella quiere y que en algunos casos tambi¨¦n haya perdonado o entendido. Tal vez se encuentre de nuevo con el hermano que, por capricho f¨¢ctico de su abuelita, le privaron de crecer en familia, falsa o no.- Doctor en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.