El 1X2, visto por un jurista
Hacia 1946, reci¨¦n implantado en Espa?a el juego de las quinielas -absolutamente contrario al ordenamiento espa?ol civil y penal entonces vigente-, escrib¨ª con este mismo t¨ªtulo en Hoja del Lunes una serie de art¨ªculos semanales sobre este interesante juego. Estudi¨¦ el contrato de apuesta mutua en la doctrina y legislaci¨®n de aquellos a?os, principalmente la complet¨ªsima italiana, a la que los civilistas dedicaban incluso dos vol¨²menes en alg¨²n tratado de Derecho Civil; compar¨¢bamos la reci¨¦n nacida quiniela espa?ola con el toto-calcio italiano, el toto bola portugu¨¦s y con el m¨¢s antiguo de los juegos de azar en apuesta mutua, el tierce¨¦ de las carreras de caballos francesas.De entonces ac¨¢, merced a la labor infatigable de un abogado del Estado, director y alma del Patronato de Apuestas Mutuas Deportivo Ben¨¦ficas, Javier de G¨®rgolas, que ha dedicado muchas horas de su vida profesional a la organizaci¨®n de este juego, los espa?oles -jugadores individuales, grupos de peque?as pe?as y ¨²ltimamente grandes pe?as inversoras organizadas- tuvieron una manera de entretenerse en los fines de semana, primeramente estudiando sus combinaciones y rellenando sus boletos; pasando el domingo atentos a sus transistores y televisores, y esperando a las 8.30 del domingo en que los que hab¨ªan acertado 13 resultados estaban devorando pantalla para ver si acertaban el partido televisado y se convert¨ªan en un nuevo Gabino, el m¨¢s millonario de los acertantes por entonces.
Pero a partir de la celebraci¨®n del Mundial de F¨²tbol en nuestro pa¨ªs, los clubes, que ya atravesaban por una situaci¨®n insostenible, con una descabellada pol¨ªtica de fichajes, presupuestos disparatados y gesti¨®n econ¨®mica de aut¨¦nticos pr¨®digos y su endeudamiento era sobrecogedor, pensaron en la ayuda de las quinielas para atenuar, ya que no resolver, sus tremendos d¨¦ficit.
Juego desmoronado
Y la mejor manera de cooperar a esa labor de engrandecimiento econ¨®mico de las quinielas fue una infeliz pol¨ªtica federativa, con huelgas de futbolistas que no cobraban sus salarios, de guerra con la televisi¨®n estatal, de hurtar al patronato los calendarios anuales de las competiciones para que no pudieran imprimirse los boletos. Incluso al se?alar la hora de celebraci¨®n de los partidos de la quiniela de la semana desde las cinco de la tarde de los s¨¢bados hasta las 9.30 de los domingos y teniendo que decirse -cuando se preguntaba a los expendedores y receptores de boletos qu¨¦ significaba cantidad real y cantidad a repartir- que suavemente se informase a los arriesgados y cada d¨ªa menos jugadores qu¨¦ era lo que se reservaba de las quinielas a los clubes que tan denodados esfuerzos han hecho para que ¨¦stas desaparezcan. Y culminando todo ello con una desgraciada temporada -con el m¨¦todo de los play-off (fase final)-, en la que muchos clubes, ya desinteresados de la competici¨®n, hac¨ªan mofa y befa de los dineros de los sufridos quinielistas y alineaban equipos reservas o semiinfantiles que enmascaraban con resultados absurdos el respeto que se debe a quienes se juegan su dinero y adem¨¢s se dejan detraer una parte de sus leg¨ªtimas ganancias para ayuda de los que con una conducta al menos irrespetuosa con los intereses de los dem¨¢s -y vamos a calificarla con extrema benevolencia- segu¨ªan esa peculiar conducta.
Como resultado de todo ello, el atrayente juego de las quinielas se ha desmoronado, y los apostantes se pasaron en masa a un juego de loter¨ªa primitiva serio y ordenado, en el que no intervienen la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol o la Liga Profesional de este deporte.
Pero la popular loto no satisface a todos. Los aut¨¦nticos quinielistas, los que quieren dedicar su inteligencia y sus conocimientos de ese gran deporte al menos una hora semanal de su tiempo, y no s¨®lo a rellenar al azar con un aspa seis n¨²meros de un boleto de loter¨ªa primitiva, se sienten defraudados, un poco humillados, y creo que eso va a influir incluso, en su asistencia a los campos de f¨²tbol.
Soluciones
?Qu¨¦ hacer?, se preguntan los gestores del patronato. Consultan con los expendedores: ?mantenemos la Q1; ampliamos a 15 los partidos a pronosticar; aumentamos el precio de la apuesta? Nada de eso me parece v¨¢lido. Tal vez lo aconsejable ser¨ªa someter al f¨²tbol espa?ol y a sus dirigentes a una cura de humildad.
Se acabar¨ªan las ayudas al f¨²tbol espa?ol por parte de los sufridos quinielistas, a los que se ha tratado por sus dirigentes con el m¨¢s humillante desprecio.
Estemos unos a?os organizando el juego de quinielas al que sirvan de soporte equipos de f¨²bol de federaciones serias y que no desprecien a los aficionados que todas las semanas ponen su dinero en beneficio y soporte de las mismas. Clubes y federaciones de pa¨ªses del Mercado Com¨²n Europeo, del que ya formamos parte, serias y respetuosas con el dinero de los apostantes; que celebren todos sus partidos el mismo d¨ªa, s¨¢bado o domingo, a la misma hora; incluso, usando de las competiciones de dos federaciones: inglesa y francesa, francesa y portuguesa, francesa y alemana, italiana y francesa, etc¨¦tera. P¨¢guese por el patronato a esos clubes o federaciones sus derechos de imagen, pi¨¦nsese en elevar a 15 el n¨²mero de partidos a pronosticar con la posibilidad de bote para la quiniela de la pr¨®xima semana cuando no haya acertantes de 15 resultados.
En muy pocas semanas, los peri¨®dicos diarios, las radioemisoras, los peri¨®dicos deportivos especializados y la propia Televisi¨®n Espa?ola podr¨ªan dedicar los espacios que a los quinielistas espa?oles interesasen para estar al d¨ªa de las competiciones europeas del 1x2 espa?ol.
Y servir¨ªa para que los extra?os dirigentes del f¨²tbol nacional meditaran. Que es posible que tengan en ¨¦ste y en otros temas bastantes cosas sobre las que meditar.
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