Viaje tranquilo
Cuando llega el verano, el calor, y con ¨¦l las vacaciones, uno se dispone a preparar su viaje. Siguiendo los consejos de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico, lo primero es, la puesta a punto del veh¨ªculo para evitar sorpresas desagradables en carretera.El 14 de julio me dirijo a Castellana-Motors, SA, y tras ser incluida en la lista de espera, el d¨ªa 16 puedo confiar mi coche a tan expertas manos. Tan s¨®lo 24 horas despu¨¦s -y haciendo gala de una gran profesionalidad y rapidez de servicio- me avisan para retirar el veh¨ªculo, record¨¢ndome amablemente que el servicio prestado asciende al m¨®dico precio de 113.700 pesetas.
Me persono en las instalaciones de Seat, pero, eso s¨ª, antes de ver mi coche debo realizar el correspondiente pago. Al primer golpe de vista observo que han cambiado la cejilla de la puerta del conductor (que estaba en perfectas condiciones), dejando intacta la que presentaba desperfectos, operaci¨®n para la cual, y por si fuera poco, han roto un embellecedor de la manivela que sube la ventanilla. Trato de buscar un responsable para hacerle ver el error cometido, pero los horarios son los horarios.
Cuando nos subimos en el coche para regresar a casa, y apenas recorridos cinco kil¨®metros, notamos un persistente olor a quemado. Nos resist¨ªamos a creer que saliese de nuestro coche. Una vez en casa, y nada m¨¢s abrir el motor, un humo blanquecino, unido a la mancha de aceite y a la elevada temperatura, confirm¨® la sospecha: nuestro coche se quemaba. Tras infructuosas llamadas a supuestos servicios de asistencia permanente, la cuesti¨®n estaba clara: habr¨ªa que esperar hasta el lunes.
Llegado el momento repetimos la operaci¨®n, no sin cierto temor de acabar quemados, bien en el trayecto (Vallecas-Castellana) o bien en la larga espera. Una vez m¨¢s vemos desaparecer el coche en manos de un profesional de bata blanca, ante nuestra bien fundada desconfianza.
Y de nuevo, en tan s¨®lo 24 horas, ?oh prodigio de eficacia!, nos dicen que todo est¨¢ solucionado. Concediendo el beneficio de la duda y dando por sentado que errar es de humanos, salimos de las instalaciones de Seat confiados en no volver a pisarlas en una larga temporada. Pero ¨¦sta se transforma en unos breves 15 minutos: de nuevo olor a quemado, humo y recalent¨®n.
?Podr¨¦ ahora salir tranquila de viaje? M¨¢s a¨²n: ?podr¨¦ volver a salir? ?Qui¨¦n indemniza los da?os y gastos producidos?-
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