ETA asesina a a dos polic¨ªas en Vitoria durante las fiestas patronales de la Virgen Blanca

JOS? M. VITORIA Dos miembros del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa resultaron muertos y una mujer herida leve ayer en Vitoria al estallar un artefacto explosivo compuesto por 10 kilos de amonal y abundante metralla al paso de dos coches zeta de la polic¨ªa que realizaban una patrulla de rutina por el alto de Armentia, peque?o pueblo adosado a la capital alavesa. Los terroristas, presumiblemente miembros de ETA Militar, accionaron el artefacto cuando los veh¨ªculos, en los que viajaban cuatro agentes, circulaban por el camino que une Armentia con una fuente cercana. La explosi¨®n alcanz¨® de lleno al segundo turismo y sus dos ocupantes fallecieron pr¨¢cticamente en el acto. El atentado se produce en plenas fiestas patronales de Vitoria en honor de la Virgen Blanca.

Los fallecidos son Rafael Mucientes Sanz, de 37 a?os, natural de la localidad vallisoletana de Mojados, casado y con dos hijas, y Antonio Ligero Hec, de 30 a?os, de Conil de la Frontera (C¨¢diz), tambi¨¦n casado y con dos hijos. Ambos pertenec¨ªan a la IV Compa?¨ªa de la 56? Bandera de la Polic¨ªa Nacional, con sede en Vitoria, y llevaban varios a?os los destinados en la capital alavesa. Los dos polic¨ªas nacionales fueron trasladados urgentemente al hospital de Santiago, donde ingresaron cad¨¢veres. Presentaban fractura de cr¨¢neo con salida de masa encef¨¢lica y graves quemaduras por todo el cuerpo.Fragmentos de la metralla que integraba el artefacto se incrustaron en viviendas que distan centenares de metros del lugar de la explosi¨®n. Parte de esta metralla alcanz¨® la pierna de una mujer, que fue dada de alta tras ser atendida en un centro sanitario de Vitoria.

Seg¨²n la versi¨®n oficial, el artefacto estaba colocado en una de las cunetas de la carretera, junto a unos contenedores de basura, y fue accionado a distancia hacia las cuatro de la tarde de ayer, cuando pasaba el segundo de los veh¨ªculos de la patrulla policial, un Talbot Horizon, en el que viajaban, los dos fallecidos. La explosi¨®n alcanz¨® de lleno al autom¨®vil, que result¨® materialmente destrozado. Restos del turismo se encontraban esparcidos por la campa que circunda el lugar. Los cristales y la telilla que oscurece los cristales de los veh¨ªculos policiales fueron a hallados un centenar de metros. En el lugar de los hechos fueron recogidas tambi¨¦n bolas de rodamiento de considerable di¨¢metro y tuercas que formaban la metralla del artefacto.

La patrulla circulaba habitualmente a la misma hora por esa zona, declararon vecinos de Armentia.

Junto a la delegaci¨®n

A los pocos minutos de producirse el atentado lleg¨® al lugar de los hechos Julen Elgorriaga, delegado del Gobierno en el Pa¨ªs Vasco. Su residencia oficial, Los Olivos, se encuentra en el Alto de UIeta, junto al pueblo en el que se produjo la explosi¨®n. Posteriormente se person¨® C¨¦sar Milano, gobernador civil de ?lava. Los funerales por las v¨ªctimas se celebrar¨¢n esta ma?ana en una parroquia de Vitoria. Hoy tambi¨¦n se instalar¨¢ la capilla ardiente con los cuerpos de los polic¨ªas nacionales asesinados.

Fuentes oficiales atribuyeron a ETA la autor¨ªa del atentado. Aunque en los primeros momentos se rumore¨® que el crimen podr¨ªa haber sido cometido por unos individuos que huyeron en un veh¨ªculo en direcci¨®n hacia Miranda de Ebro (la N-1 pasa por las cercan¨ªas de Armentia), las mismas fuentes no confirmaron tal posibilidad.

La zona en la que se produjo el atentado es un lugar de esparcimiento de la capital alavesa. Ayer, en el momento de la explosi¨®n, numerosas personas com¨ªan en restaurantes circundantes y un grupo de j¨®venes punks descansaban en las campas que rodean al pueblo. Algunos de ellos, apuntaron vecinos de la zona, resultaron heridos de escasa importancia.

Una joven que reside en una casa de piedra situada a unos 300 metros de la carretera donde estall¨® la bomba dijo que la explosi¨®n hab¨ªa provocado un temblor en la vivienda. Cristales de domicilios y restaurantes quedaron hechos a?icos y algunas puertas fueron desencajadas por la violencia de la explosi¨®n, escuchada en un radio de varios kil¨®metros. La maleza que flanqueaba el camino en el que tuvo lugar el atentado qued¨® segada, y gruesas ramas de algunos ¨¢rboles, esparcidas en torno al lugar.