La Joven Orquesta de la Comunidad Europea inicia una gira de verano en su d¨¦cimo aniversario

La Joven Orquesta de la Comunidad Europea (ECYO) inici¨® anoche en el teatro Alte de Francfort (RFA) su segunda gira de este a?o, que sirve para conmemorar el d¨¦cimo aniversario de la agrupaci¨®n. La mezzosoprano Christa Ludwig y la soprano Margaret Marshall actuaron como solistas en un concierto a cargo de James Judd, director musical asociado. La comisi¨®n de la Comunidad Europea (CE), el Parlamento Europeo y los Gobiernos de las 12 naciones comunitarias, son los apoyos de una orquesta que cada a?o re¨²ne a unos 140 m¨²sicos de entre 16 y 23 a?os provenientes de los pa¨ªses miembros. Tres espa?oles participan en la actual gira. La ECYO actu¨® el a?o pasado en Espa?a.

ENVIADO ESPECIAL, "En Espa?a tiene que haber al menos una docena de m¨²sicos con el nivel suficiente para estar en la orquesta". Joy Bryer, secretaria general de la ECYO, se lamenta de la escasa presencia de espa?oles: s¨®lo cinco, de los cuales dos fueron seleccionados en Londres, y otros dos no han podido acudir a la concentraci¨®n que durante las dos ¨²ltimas semanas se ha celebrado a las afueras de Francfort como pre¨¢mbulo de la gira. Bryer insiste en la necesidad de dar a conocer entre los j¨®venes m¨²sicos espa?oles la existencia de las audiciones por las que se entra a formar parte de la orquesta. En las realizadas el pasado enero en Madrid, se presentaron alrededor de 40 candidatos en total -en el Reino Unido, seg¨²n dice una violinista, s¨®lo para su instrumento optaron m¨¢s de 100-. Las pr¨®ximas pruebas se celebrar¨¢n a principios de 1988, canalizadas a trav¨¦s del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (INAEM), del Ministerio de Cultura. Para James Judd, es necesaria una mayor colaboraci¨®n con la Joven Orquesta Nacional de Espa?a, "para que los mejores vengan aqu¨ª".

Los elegidos tras las audiciones entran a formar parte de la ECYO durante una temporada, y para continuar en la orquesta tienen que examinarse de nuevo. Por ser miembros del grupo no reciben remuneraci¨®n alguna, pero la compensaci¨®n es integrarse en la elite de los j¨®venes m¨²sicos europeos.

"Merece la pena en muchos sentidos", dice la violonchelista brit¨¢nica Sarah, Gaye. "Es la posibilidad de tocar junto a los mejores m¨²sicos de muchos pa¨ªses, de ser dirigido por algunos de los mejores maestros del mundo, y tambi¨¦n de viajar". Para uno de los espa?oles, Fernando Fragoso, formar parte de la ECYO "no es una experiencia como la que se podr¨ªa tener con una orquesta convencional. Se trabaja muy duro y con un alto nivel de calidad. Desde el primero al ¨²ltimo viol¨ªn, por ejemplo, todos pueden dar todas las notas".

Joy Bryer se siente orgullosa de que un alt¨ªsimo porcentaje de los int¨¦rpretes que han pasado por la ECYO, m¨¢s del 70%, han conseguido luego trabajo en orquestas importantes. El director musical, Claudio Abbado, se refer¨ªa a la ECYO hace dos semanas, en Santander, considerando que no existe una orquesta comparable en los pa¨ªses latinos, y que puede situarse entre las mejores del continente.

Los j¨®venes se re¨²nen para ensayar, dos veces al a?o, en per¨ªodos que suelen coincidir con vacaciones acad¨¦micas. En estas reuniones, con reputados instrumentistas que supervisan las distintas secciones, el r¨¦gimen es muy duro. Las ¨²ltimas semanas, en el gimnasio de un pueblo cercano a Francfort, el d¨ªa que menos se ensay¨® fueron seis horas, y el que m¨¢s, nueve.

"En estos 10 a?os", dice Joy Bryer, "la ECYO se ha desarrollado incre¨ªblemente. Varias orquestas y grupos de c¨¢mara se han formado a partir de ella, y ahora estamos trabajando ya en la creaci¨®n de la Joven ?pera de la Comunidad Europea, que dirigir¨¢ Pl¨¢cido Domingo".