Una negligencia policial facilit¨® el atentado 'etarra' que cost¨® la vida a dos agentes en Vitoria

Una negligencia policial facilit¨® el atentado perpetrado por ETA Militar el pasado 6 de agosto en Vitoria, que cost¨® la vida a dos agentes. Fuentes de la lucha antiterrorista han se?alado que el convoy policial objeto del atentado se desvi¨® por un carretera en direcci¨®n a la campa de Armentia -un barrio de Vitoria-, que cuenta con una fuente y con unos merenderos, habitualmente frecuentada por las patrullas policiales para refrescarse. Dicha ruta no tiene un cometido espec¨ªfico desde el punto de vista policial. El convoy, tras haber permanecido unos minutos en la campa, la abandonaba cuando hizo explosi¨®n un coche bomba. Interior ha abierto una investigaci¨®n interna para depurar responsabilidades, seg¨²n fuentes oficiales.

El pasado 6 de agosto, dos veh¨ªculos policiales se dirigieron desde Vitoria a Armentia, localidad alavesa que con el crecimiento de la capital provincial ha quedado unida a ¨¦sta. Los polic¨ªas llegaron a la parte alta del pueblo, donde existe una campa con una fuente y unos merenderos. Tras refrescarse regresaron a Vitoria. A cien metros de la fuente, un coche bomba estacionado en una cuneta hizo explosi¨®n cuando el convoy policial pasaba a su lado. El explosivo fue accionado mediante un mecanismo a distancia. El comando agresor se encontraba a menos de 200 metros de distancia. Fuentes policiales dijeron en aquel momento que los agresores pudieron huir en direcci¨®n a Miranda de Ebro (Burgos). La nacional I pasa por las inmediaciones de Armentia.

Los 10 kilos de amonal y la abundante metralla ocasionaron la muerte de los dos polic¨ªas que viajaban en el segundo coche, mientras que los otros dos agentes del primer veh¨ªculo consiguieron salir ilesos del atentado. Los fallecidos fueron los polic¨ªas de base Antonio Ligero Hec y Rafael Mucientes Sanz. La explosi¨®n alcanz¨® de lleno al autom¨®vil, que result¨® materialmente destrozado. En el lugar de los hechos fueron recogidas bolas de rodamiento de considerable di¨¢metro y tuercas, que formaban la metralla del artefacto. Parte de la metralla alcanz¨® a una mujer que se encontraba en las inmediaciones, produci¨¦ndole heridas leves en una pierna.

"El convoy policial se encontraba en la zona donde ten¨ªa encomendado patrullar, aunque la utilidad del trayecto empleado es bastante dudosa", se?alaron fuentes de la lucha antiterrorista. Estas fuentes a?adieron que "la informaci¨®n abierta por la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa pretende aclarar este punto. Por qu¨¦ motivo utilizaron aquel trayecto", a?adieron estas fuentes, que prefirieron calificar de "exceso de confianza" la actuaci¨®n policial en vez de "negligencia". No obstante, admitieron que hab¨ªa habido un "abuso en la utilizaci¨®n de ese trayecto".

Testigos presenciales del atentado informaron en su d¨ªa (ver EL PA?S del 7 de agosto) que era normal ver patrullas policiales por aquella carretera, asfaltada recientemente y de un estrecho grosor.

Datos en poder de ETA

La carretera entre Armentia y Vitoria es frecuentemente utilizada por la polic¨ªa destinada en Vitoria para dirigirse a la campa y refrescarse en los merenderos de la zona, seg¨²n admitieron fuentes policiales. Ese dato estaba en poder de los miembros de informaci¨®n del comando armado de la organizaci¨®n terrorista ETA Militar que atent¨® el 6 de agosto, agregaron fuentes de la lucha antiterrorista. "No es una carretera de paso justificado para las patrullas", a?adieron estas ¨²ltimas fuentes, "a diferencia de aque llas otras que conducen a acuartelamientos y a otras dependencias policiales". "Adem¨¢s, se manten¨ªa en vigor la orden de diversificar los trayectos para hacer m¨¢s dif¨ªcil la comisi¨®n de atentados", dijeron es tas mismas fuentes.

Los merenderos de la campa de Armentia se encuentran muy pr¨®ximos a la Delegaci¨®n del Gobierno en el Pa¨ªs Vasco cuyo titular, Julen Elgorriaga es uno de los dirigentes de la lu cha antiterrorista.

Fuentes de la lucha antiterrorista consideran que el atentado fue obra de un comando de liberados -a sueldo de la organizaci¨®n y fichados por la polic¨ªa- que atent¨® contra unas instalaciones de Campsa en Ribabellosa (?lava), ocurrido el 10 de julio de 1987. En aquella ocasi¨®n el perfecto funcionamiento de los sistemas de seguridad abort¨® la posibilidad de una cat¨¢strofe.

El comando hizo estallar en aquella ocasi¨®n una bomba junto a un aparcamiento de camiones y lanz¨® cuatro granadas contra los tanques de combustible del complejo de Ribabellosa, alcanzando tres de los 23 dep¨®sitos. Los da?os se evaluaron en nueve millones de pesetas, aproximadamente.

La Direcci¨®n General de la Policia, organismo dependiente del Ministerio del Interior, ha abierto una investigaci¨®n reservada para aclarar los hechos y depurar las responsabilidades.

Un comisario del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, cuyo nombre no ha trascendido, ha sido enviado desde la direcci¨®n a Vitoria con el objeto de elaborado un informe sobre lo ocurrido.

La informaci¨®n que recabe este enviado ser¨¢ decisiva a la hora de exigir responsabilidades. Las fuentes consultadas no quisieron entrar en si la negligencia part¨ªa de los mandos policiales de Vitoria, por no impedir que los agentes efectuasen traslados continuos a los merenderos de Armentia o de los propios efectivos policiales que sufrieron el atentado, dos de los cuales fallecieron por la explosi¨®n del coche bomba.

Puestos en contacto cen el gobernador civil de ?lava, C¨¦sar Milano, ¨¦ste se?al¨® que "el error cometido servir¨¢ de experiencia para la propia lucha antiterrorista".