Hern¨¢n Monso
Un matador de toros, entre la c¨¢rcel y la libertad
Hern¨¢n Monso, el matador de toros colombiano detenido en 1984 en Madrid acusado de tr¨¢fico de coca¨ªna, acaba de salir de la c¨¢rcel de Carabanchel en r¨¦gimen abierto. En la prisi¨®n, cre¨® la revista penitenciaria Mensaje y organiz¨® un festival taurino en la plaza de Las Ventas para Financiar la Asociaci¨®n para la Reinserci¨®n Social (Aspresomen), que hoy preside. Condenado a siete a?os de c¨¢rcel, Alonso, sin embargo, comenta: "Seguir¨¦ toda mi vida unido al mundo de los reclusos para ayudar en lo que pueda".
Considerado en su juventud como un torero cl¨¢sico y limpio, Hern¨¢n Alonso lleg¨® a Espa?a en 1968, de la mano de Manuel Mart¨ªnez Chopera y como novillero recorri¨® muchas plazas espa?olas. Quiso romper los moldes conservadores de la tauromaquia de su pa¨ªs y, en 1972, en pleno apogeo de su carrera, accedi¨® a la presidencia de la Uni¨®n de Toreros Colombianos (Undetoc), para reivindicar mayores cuotas de participaci¨®n de los toreros colombianos frente al deseo de los empresarios por contratar s¨®lo profesionales extranjeros.
En pocos a?os Alonso dej¨® de ser "un excelente muletero con sello de grandeza torera...", "un torero religioso en donde la estatua se convierte en monumento", ensalzado por los comentaristas taurinos, para convertirse en "el torero que no quiere que haya corridas", seg¨²n dec¨ªan los cr¨ªticos, sin explicar cu¨¢les eran las razones de la lucha del matador.
En un episodio que se conoci¨® como las cornadas del p¨²blico, encabez¨® numerosas manifestaciones ante el Ministerio de Trabajo colombiano en favor de una fiesta laboralmente m¨¢s justa, lo cual le cost¨® que no pudiera aparecer en ninguna plaza sin ser abucheado incesantemente. "Los pitos son para el sindicalista, no para el torero", comentaban algunos aficionados. As¨ª sali¨® Alonso de los ruedos colombianos.
Nacido en Medell¨ªn (Colombia) hace 37 a?os, los numerosos viajes a Espa?a dejaron en Hern¨¢n Alonso la costumbre de comer con vino, pr¨¢ctica reservada en su pa¨ªs a un sector privilegiado.
En los casi tres a?os despu¨¦s de su detenci¨®n, ha continuado en su l¨ªnea de persona inquieta y pol¨¦mica. "Nadie ha conseguido que visiten la c¨¢rcel tantos personajes importantes como lo ha hecho ¨¦l", comenta un funcionario de prisiones. Pero Alonso se apresura a decir que no ha sido s¨®lo una labor suya, sino de los capellanes y el equipo de la revista Mensaje.
Desde finales del pasado mes de julio disfruta del llamado r¨¦gimen abierto, que le permite salir de la prisi¨®n desde las siete de la ma?ana hasta las nueve de la noche.
El matador aprovecha la libertad para practicar el toreo en la Casa de Campo durante dos horas diarias, compartir las comidas con su mujer y su hija y atender las funciones como presidente de Aspresomen, "para ver si conseguimos poner a funcionar una granja champi?onera y un vivero donde trabajen los ex reclusos de Madrid".
Alonso, sin embargo, piensa que en cualquier momento puede volver a ser reclu¨ªdo de forma permanente, aunque cuenta con el apoyo de diversos funcionarios de Instituciones Penitenciarias y algunos organismos sociales, "porque algunos de mis carceleros lo que quieren es dejarme en prisi¨®n para el resto de mis d¨ªas".
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