Fronteras de Asia
LAS RELACIONES entre la URSS y China son un. tema siempre seguido con atenci¨®n por las canciller¨ªas y la opini¨®n p¨²blica europeas. Su marcha influye en no escasa medida sobre la evoluci¨®n de muchos de los problemas existentes en Asia. Por eso las conversaciones celebradas a mediados de agosto en Pek¨ªn entre los viceministros de Exteriores Qian Qichen e Igor Roghachev han suscitado mucho inter¨¦s. A diferencia de otras reuniones dedicadas a examinar temas diversos, ¨¦sta se ha concentrado en un punto espec¨ªfico: el trazado de la frontera entre ambos pa¨ªses. Las discusiones sobre ese tema, interrumpidas por decisi¨®n china a ra¨ªz de la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n, solamente se han reanudado este a?o.El problema afecta a todas las esferas de las relaciones entre los dos Estados. Pa¨ªses con conflictos fronterizos entre s¨ª dif¨ªcilmente pueden mantener relaciones amistosas. En este caso, se trata adem¨¢s de una frontera terrestre de 7.300 kil¨®metros, la m¨¢s extensa del mundo. Por otra parte, un conflicto fronterizo, con choques armados en el r¨ªo Ussuri en 1969, fue crucial en el deterioro de las relaciones. Cabe agregar que no es posible desligar la existencia de ese contencioso de la concentraci¨®n militar que la URSS mantiene en su frontera con China, que ¨¦stos consideran como uno de los tres obst¨¢culos para la normalizaci¨®n de las relaciones; los otros dos son Afganist¨¢n y la invasi¨®n de Camboya por Vietnam, apoyado por la URSS.
Al cabo de dos semanas de conversaciones, los viceministros se han congratulado de un acuerdo sobre "los principios" del trazado de la frontera. A la vez, se ha creado un grupo de trabajo chino-sovi¨¦tico para examinar la cuesti¨®n en detalle. De ello cabe deducir que cada una de las partes ha hecho una concesi¨®n importante. Por parte china desaparece la exigencia, formulada sobre todo en la etapa en que Jruschov gobernaba en Mosc¨², de que la URSS reconozca el car¨¢cter "desigual" de los tratados de la ¨¦poca zarista.
La concesi¨®n sovi¨¦tica fue anunciada por Gorbachov en su discurso de Vladivostok, en julio de 1986, al decir que "la frontera podr¨ªa pasar por la parte del r¨ªo m¨¢s profunda y navegable". Tal principio tiene gran significaci¨®n, ya que una parte muy importante de la frontera sigue el curso de los r¨ªos Amur y Ussuri. Los sovi¨¦ticos, invocando una tesis contraria a la aceptada ahora por Gorbachov, han reclamado su soberan¨ªa sobre islas pr¨®ximas al lado chino de los r¨ªos.
Ponerse de acuerdo sobre "un principio" no significa que el tema est¨¦ resuelto. Seg¨²n han reconocido los dos viceministros, subsisten desacuerdos sobre una serie de puntos concretos del trazado fronterizo que ser¨¢n examinados por el grupo de trabajo. Por otra parte, el clima positivo que ha caracterizado las conversaciones fronterizas no permite deducir que haya tenido lugar un progreso general en las relaciones entre China y la URSS. Otro aspecto esencial es que no hay soluci¨®n a la vista para el tema que China considera primordial: la ocupaci¨®n de Camboya por las tropas vietnamitas. Vietnam ha vuelto a rechazar la f¨®rmula de compromiso propuesta por la resistencia camboyana. Casi simult¨¢neamente, la recepci¨®n dada en Pek¨ªn a una delegaci¨®n del Gobierno en el exilio que representa esa resistencia ha sido una nueva prueba de apoyo chino. Todo indica que sin un cambio serio en el problema camboyano, ¨¦ste seguir¨¢ impidiendo que progresos parciales puedan llevar a una plena normalizaci¨®n entre Mosc¨² y Pek¨ªn.
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