La residencia geri¨¢trica que se incendi¨® en Matar¨® albergaba a 88 ancianos m¨¢s de los 30 permitidos
El centro geri¨¢trico El Mirador, de Matar¨®, donde el jueves se registr¨® un incendio en el que muri¨® una residente de 80 a?os, albergaba a 88 ancianos m¨¢s de los 30 permitidos por las autoridades municipales, seg¨²n explic¨® ayer un portavoz del Ayuntamiento. Antonio Berengua, titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Matar¨®, ha iniciado una investigaci¨®n sobre las causas del incendio. En este proceso se conocer¨¢ tambi¨¦n si la saturaci¨®n del centro, conocida por el Ayuntamiento en 1985, puede ser motivo de una acusaci¨®n de tipo penal contra su propietaria y directora, Florentina Fern¨¢ndez Cortina. Adem¨¢s de la v¨ªctima mortal, otros 30 residentes resultaron heridos en el incendio y 11 continuaban ayer graves.
El incendio se origin¨® alrededor de las 22.30 horas en la habitaci¨®n n¨²mero 19, situada en la planta baja del edificio. En su extinci¨®n participaron 20 veh¨ªculos y 40 bomberos. Las causas m¨¢s probables del siniestro son una cerilla o un cigarrillo mal apagados. Seg¨²n la propietaria de la residencia, el incendio "fue provocado por dos j¨®venes que huyeron en moto tras prender fuego a un cipr¨¦s situado junto al edificio y a la habitaci¨®n donde se guardaba la ropa de las camas del asilo".Los bomberos justificaron ayer el elevado n¨²mero de heridos por asfixia y golpes debido a la gran acumulaci¨®n de camas, muebles y efectos personales de los residentes, que dificult¨® su movilidad. El juez Berengua ha abierto un sumario y ayer mismo remiti¨® un oficio al gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal, para que se inicie una investigaci¨®n policial.
Adem¨¢s de la muerte de una residente, durante el incendio se produjeron 30 heridos, 18 de los cuales tuvieron que ser ingresados en centros m¨¦dicos de Matar¨®, Badalona y Barcelona. Once de ellos se encontraban ayer en estado grave y a¨²n no se hab¨ªan recuperado de las graves lesiones que les provocaron la asfixia y los golpes sufridos durante la evacuaci¨®n. S¨®lo siete residentes fueron recogidos por sus familiares.
Durante el incendio, s¨®lo resultaron heridos por el fuego dos residentes, que ayer se hallaban en la residencia del Valle de Hebr¨®n con quemaduras de segundo grado. Se trata de Concepci¨®n Rodr¨ªguez G¨®mez y Segundo Abad D¨ªaz, de 77 a?os, cuya gravedad se debe m¨¢s a su patolog¨ªa previa que a las quemaduras sufridas, seg¨²n un parte m¨¦dico.
La v¨ªctima mortal del siniestro fue Dolors Sabater David, de 80 a?os de edad y natural de Vic, quien ingres¨® ya cad¨¢ver en la cl¨ªnica La Alianza de Matar¨®, adonde fue trasladada por la Cruz Roja. En noviembre de 1985, otro anciano que resid¨ªa en este mismo centro falleci¨® durante un incendio en las calderas de la calefacci¨®n, informa Laura Gal¨¢n.
Despu¨¦s de aquel primer incendio, el Ayuntamiento de Matar¨® realiz¨® una inspecci¨®n durante la cual se comprob¨® que el centro estaba sobresaturado y que la residencia presentaba deficiencias en cuanto a la calidad de sus instalaciones.
Permisos denegados
La direcci¨®n de esta residencia se ha caracterizado, seg¨²n fuentes municipales, por incumplir reiteradamente las ¨®rdenes provenientes del Ayuntamiento. El Mirador est¨¢ situado en la urbanizaci¨®n Can Quirze, al norte de la ciudad de Matar¨®. El centro fue inaugurado en noviembre de 1980 y en el permiso de apertura del establecimiento se establec¨ªa que la residencia s¨®lo pod¨ªa albergar a 30 residentes. Actualmente, viv¨ªan en el centro 118 personas, que eran atendidas por siete enfermeras. Una vez a la semana, los ancianos eran visitados por dos m¨¦dicos y el precio mensual por habitaci¨®n triple era de 45.000 pesetas.En abril de 1985, la direcci¨®n del centro solicit¨® al Ayuntamiento un permiso de obras para ampliar la residencia y otro para aumentar el n¨²mero de plazas. Las obras comenzaron sin que se hubieran firmado los permisos legales, seg¨²n fuentes municipales.
En diciembre de ese mismo a?o, el Ayuntamiento de Matar¨® suspendi¨® el expediente de ampliaci¨®n mientras no se aprobara el plan de urbanismo previsto para esa zona. En enero de 1986, la empresa que explotaba la residencia solicit¨® un nuevo permiso para ampliar el centro en 18 nuevas plazas. La solicitud tampoco fue concedida y, adem¨¢s, el 27 de mayo se las solicitudes de la propietaria del centro se suspendieron por que el nuevo plan urban¨ªstico para esa zona establec¨ªa que el uso de ese local deb¨ªa ser residencial y no sanitario.
Desde el pasado mes de enero, la Generalitat es responsable de la regulaci¨®n e inspecci¨®n de estos centros. Jaume Nualart, jefe del Instituto Catal¨¢n de Asistencia y Servicios Sociales, afirm¨® ayer que "hasta el mes de agosto pasado, momento en el que se ampli¨® la actual normativa, las residencias geri¨¢tricas eran responsabilidad municipal".
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