Manipulaci¨®n, impurezas y toxicidad

El mayor peligro del consumo de hero¨ªna es su manejo ilegal, ya que facilita la mezcla y corte de la droga pura con otras sustancias mucho m¨¢s peligrosas. As¨ª aumenta la rentabilidad del traficante, al mismo tiempo que se favorece la posibilidad de autoadministraci¨®n inadvertida de sobredosis, ya que los consumidores suelen ignorar el grado de pureza y su composici¨®n.

La hero¨ªna de las calles, caballo, suele contener s¨®lo un 5% a 10% del opi¨¢ceo en las cl¨¢sicas papelinas, aunque en ocasiones alcanza una pureza de hasta el 80%. El resto contiene adulterantes como la lactosa y otros az¨²cares, quinina, fenacetina, antipirina, cafe¨ªna, estricnina, ars¨¦nico, anest¨¦sicos locales, talco, etc¨¦tera.

Los efectos m¨¢s r¨¢pidos y pronunciados ocurren en la administraci¨®n intravenosa. La primera experiencia con la droga suele ir acompa?ada por n¨¢useas, v¨®mitos y ansiedad. Estos s¨ªntomas van desapareciendo al repetirse el uso. Luego los efectos se perciben como sensaciones de relajaci¨®n y paz, con alivio de la preocupaci¨®n y tensi¨®n, de euforia. El uso continuado de la droga desarrolla tolerancia, es decir, necesidad de ir aumentando las dosis. As¨ª, muchos adictos llegan a resistir dosis 300 veces superiores a la dosis mortal para un no adicto.

A medida que aumenta la tolerancia se manifiesta m¨¢s la dependencia f¨ªsica. Los s¨ªntomas del mono tienden a ser los opuestos a los efectos agudos de la droga, y casi todos los adictos los han experimentado alguna vez. La hero¨ªna, que tiene una vida media corta, provoca los s¨ªntomas de abstinenciao mono al cabo de 8 a 16 horas de la ¨²ltima dosis. Los primeros signos se caracterizan por ansiedad, inquietud, irritabilidad y deseo agudo de la droga, alcanzan su m¨¢xima expresi¨®n a los dos o tres d¨ªas con dolores musculares, v¨®mitos y diarreas y agitaci¨®n, y suelen desaparecer en 7 a 10 d¨ªas.

Reacciones agudas

Estas reacciones ocasionan m¨¢s del 75% de todas las muertes por narc¨®ticos. La intoxicaci¨®n aguda por hero¨ªna ocurre con dosis superiores a 20 mgs. Con frecuencia, la reacci¨®n aguda letal no se debe, como se cre¨ªa antes, a dosis verdaderamente excesivas, ya que la potencia de la droga es a menudo insuficiente para causar una depresi¨®n del sistema nervioso central, sino a reacciones al¨¦rgicas a los contaminantes o adulterantes inyectados o a la presencia de otras drogas que alteran el estado de ¨¢nimo.

Una de las causas m¨¢s frecuentes de muerte repentina es una respuesta al¨¦rgica a la hero¨ªna con sus impurezas, que da como resultado un cuadro de edema agudo de pulm¨®n (encharcamiento de sangre en los pulmones), que se presenta en m¨¢s del 40% de los intoxicados y que puede matar.

Otra causa de intoxicaci¨®n es la reanudaci¨®n del consumo de la droga tras pasar el mono y un per¨ªodo de abstinencia variable. El heroin¨®mano decide a veces tomar la droga de forma espor¨¢dica, sin tener en cuenta que su organismo ha perdido la tolerancia y se comporta como virgen, y por tanto una dosis que antes era habitual puede resultar ahora fatal.