El oligopolio social
Las sociedades capitalistas desarrolladas se est¨¢n dividiendo de forma progresiva en tres estratos b¨¢sicos: las capas dominantes, minoritarias, principales beneficiarias de los logros del sistema; las clases medias, que consiguen participar, aunque sea de modo subsidiario, de las ventajas de una econom¨ªa boyante y que han dado lugar al capitalismo popular, y los pobres de solemnidad, cada d¨ªa m¨¢s marginados. Espa?a participa de estas caracter¨ªsticas sociales.
Esta divisi¨®n en tres tercios -que supera la vieja contradicci¨®n marxista de explotados y explotadores- ha dado lugar a nuevas formas de organizaci¨®n que fueron ampliamente tratadas en el seminario sobre las Crisis y transformaciones econ¨®micas en la Espa?a del siglo XX. Los participantes pusieron mucho ¨¦nfasis en el corporatismo subyacente en muchas reivindicaciones sociales. Jos¨¦ Borrell, secretario de Estado de Hacienda, tuvo una pol¨¦mica intervenci¨®n al incorporar el concepto de oligopolio social, en el momento en que destacaba las presiones existentes sobre los presupuestos del Estado como instrumento de redistribuci¨®n de la riqueza.
Seg¨²n Borrell, una de las caracter¨ªsticas m¨¢s acusadas de las sociedades avanzadas es la coexistencia de tres tipos de democracias: la parlamentaria, la corporativa y la espont¨¢nea. Las personas que poseen un puesto de trabajo estable se agrupan en fuerzas estructuradas con capacidad de presi¨®n; su actuaci¨®n va casi siempre enmascarada en la defensa de bien com¨²n; es decir, cuando demandan algo afirman que todo el mundo se ver¨¢ favorecido por su petici¨®n. El problema est¨¢ en la falacia que representa tal aseveraci¨®n. "Los interlocutores sociales deben acostumbrarse a renunciar a algunos de sus privilegios", explic¨® el secretario de Estado.
Por el contrario, los marginados, parados, pobres de solemnidad, etc¨¦tera, son fuerzas sin organizar que pueden generar, casi de repente, estallidos sociales muy significativos, al margen del sistema, seguidos de largos periodos de silencio. El catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa, Lu¨ªs Rodr¨ªguez Z¨²?iga, los defini¨® como "infraclases, p¨²blicos difusos que no, llegan a agruparse" y que van alterar la sociedad espa?ola. Seg¨²n Borrell, la experiencia espa?ola de la transici¨®n indica que hay ocasiones en que la paz social es la contrapartida al pago de impuestos.
Desigualdades
El secretario de Empleo y Relaciones Laborales, Alvaro Espina, lleg¨® a m¨¢s al explicar que la tendencia indica un ascenso del corporativismo: "Hay un aumento de su peso y de su capacidad de presi¨®n, lo que puede producir un cambio en el sistema de relaciones industriales en el sentido de una mayor desigualdad exponencial. Sus protagonistas son, en general, nuevos profesionales que se vinculan poco a organizaciones de car¨¢cter colectivo y que en muchas ocasiones trabajan en sectores estrat¨¦gicos".
Borrell indic¨® que hay pol¨ªticas redistributivas que tienen su l¨ªmite en los impuestos. La presi¨®n fiscal espa?ola, que ha superado a la japonesa o a la de EE UU , no llega sin embargo a los porcentajes de los pa¨ªses europeos del bienestar. Ello significa que todav¨ªa hay margen para financiar crecimiento y protecci¨®n social. Borrell critic¨® a la izquierda prometeica que no tiene en cuenta que los incrementos de la presi¨®n individual pueden matar el crecimiento, lo que dar¨ªa lugar a una mayor injusticia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.