Una ¨¦poca se abre al debate
El debate p¨²blico sobre la historia reciente, especialmente sobre la ¨¦poca del estalinismo, ha quedado abierto en todos los pa¨ªses socialistas en mayor o menor grado. En la URSS, los primeros y t¨ªmidos indicios de revelar con franqueza los abusos y cr¨ªmenes cometidos en aquellos tiempos han despertado inquietud tanto en sectores del poder como entre la poblaci¨®n. Recientemente, el diario Pravda publicaba diversas cartas que se manifestaban en contra de "remover el pasado". "?Para qu¨¦ vamos a mover los cimientos en los que basamos la perestroika (transparencia)?", se preguntaba un lector.
Varias cartas pon¨ªan en duda la utilidad de esta revisi¨®n de la historia oficial. "El remover el pozo negro no puede traer nada bueno y har¨¢ perder la fe en el partido", advert¨ªa otro lector. Aunque la mayor¨ªa de las cartas era opuesta a este debate abierto sobre el estalinismo, otras se manifestaban en favor de "un pleno esclarecimiento" de los abusos de esta ¨¦poca para hacer frente al culto a la personalidad y los "enormes da?os" que provoc¨®, como es el "servilismo y la adulaci¨®n hacia todo jefe".
Un lector calificaba de "plaga de la adoraci¨®n" la falta de cr¨ªtica hacia el aparato. Jegor Ligachov, miembro del bur¨® pol¨ªtico y responsable en el comit¨¦ central para cuadros e ideolog¨ªa, advirti¨® recientemente que no se tolerar¨¢ que, en relaci¨®n con el culto a la personalidad, se descalifique toda aquella ¨¦poca como una cadena de fracasos.
En Checoslovaquia se ha producido tambi¨¦n un acontecimiento al respecto que hasta ahora parec¨ªa impensable. Con motivo del 50? aniversario de la muerte del primer presidente de la I Rep¨²blica Checoslovaca, Thomas Masaryk, los ¨®rganos oficiales del partido comunista enjuiciaron positivamente el papel desempe?ado por este estadista.
Pese a sus cr¨ªticas al comunismo, Masaryk fue un destacado dem¨®crata y humanista, se?alaron, alej¨¢ndose de las condenas abiertas que hasta ahora hac¨ªa el partido de este pol¨ªtico "burgu¨¦s".
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