Deontolog¨ªa de los odont¨®logos
Un art¨ªculo, La guerra de las muelas, publicado en la secci¨®n de Medicina y Sanidad el pasado 15 de agosto, firmado por el colaborador Alfonso Torres, donde se expon¨ªa el desasosiego de los odont¨®logos latinoamericanos ante la oposici¨®n espa?ola a la convalidaci¨®n y posterior colegiaci¨®n en la instituci¨®n m¨¦dica de nuestro pa¨ªs, provoc¨® unas puntualizaciones del presidente del Consejo General de Colegios de Odont¨®logos y Estomat¨®logos, Jos¨¦ Monlle¨® Pons, recogidas en una breve nota publicada en EL PA?S el 28 de agosto. Monlle¨® considera que esa nota no es suficiente para aclarar todas las afirmaciones del primer reportaje y reclama ante el ombudsman publicidad a sus datos. La gran extensi¨®n de sus aclaraciones nos obliga a resumirlas, igual que resumimos la contestaci¨®n del autor del reportaje.Seg¨²n Monlle¨®, el n¨²mero de estomat¨®logos y odont¨®logos que hay en Espa?a pasa de los 7.000, "pero tenemos fundadas sospechas de que hay unos 2.000 por colegiar, y esperamos subsanar este problema en muy poco tiempo. Por tanto, nos gustar¨ªa saber de d¨®nde ha salido la noticia de que no somos 9.000, sino 5.500". Torres responde a este interrogante: "Mi responsabilidad como periodista no me permite revelar, como a Monlle¨® le gustar¨ªa, la fuente que me asegur¨® que los espa?oles colegiados no pasan de 5.500. (...) El dato real de profesionales espa?oles es muy dif¨ªcil de conocer, por cuanto unos est¨¢n colegiados como m¨¦dicos, otros con estomat¨®logos y m¨¦dicos, y tambi¨¦n existen muchos sin colegiar".
El presidente del Colegio de Odont¨®logos analiza lo que en el art¨ªculo se denominaba "guerra secreta y larvada" entre los profesionales latinoamericanos y espa?oles de esta especialidad. "Todo comenz¨®", se?ala Monlle¨®, "en 1983, cuando 27 odont¨®logos latinoamericanos que trabajaban ilegalmente en Espa?a ganaron, incomprensiblemente, al Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia, por una sentencia del Tribunal Supremo, el derecho a ejercer la odontolog¨ªa en Espa?a, y digo incomprensiblemente porque desde el a?o 1948 no existe en Espa?a, y a¨²n sigue sin existir, esa titulaci¨®n. (...) ?Qu¨¦ hubiera sucedido si un estomat¨®logo espa?ol hubiese ido a trabajar a sabiendas ilegalmente a otro pa¨ªs, por ejemplo a Estados Unidos o cualquier pa¨ªs latinoamericano, incumpliendo sus leyes, sin pagar impuestos y sin estar colegiado? Pues lo hubiesen expulsado del pa¨ªs como m¨ªnimo. Pero como Espa?a es diferente, les convalidamos un t¨ªtulo que no existe aqu¨ª, se les permite trabajar y se nos obliga a colegiarlos. (...) ?Han pensado qu¨¦ dir¨¢n los m¨¦dicos en paro, qu¨¦ pensar¨¢n los odont¨®logos de la Comunidad Europea y c¨®mo les sentar¨¢ a los alumnos de la nueva carrera de odontolog¨ªa que antes de que salga la primera promoci¨®n puede haber en Espa?a 5.000 o 10.000 odont¨®logos latinoamericanos? La CE no comprende, ni nosotros tampoco, que se convaliden los t¨ªtulos de odont¨®logos bas¨¢ndose en el que existir¨¢ en 1991. (...) Se han convalidado t¨ªtulos con los cuales en su pa¨ªs de origen no se les permite ejercer".
Por ¨²ltimo, recogemos otra puntualizaci¨®n de Monlle¨®: "Lo que no se puede tolerar de ninguna manera es esa frase de 'en el fondo de la guerra de las muelas hay un problema de explotaci¨®n econ¨®mica'. En primer lugar porque implica a toda una profesi¨®n tan digna como la suya, que sabe informar y sobre todo sabe respetar a los demas sin generalizar para todo un colectivo profesional los defectos de una minor¨ªa rid¨ªcula, como sucede en todas las profesiones, incluida la suya, pero que hay que reconocer que en verdad hacen da?o a todos". Esta parte de su informaci¨®n la matiza as¨ª Alfonso Torres: "El problema de la explotaci¨®n econ¨®mica est¨¢ en el fondo de la cuesti¨®n, por cuanto lo que pretenden lo suramericanos (y los espa?oles que han estudiado en Suram¨¦rica) es que se les admita en el Colegio para poder montar sus propias cl¨ªnicas y cobrar el 100% de su trabajo sin tener que pagar pr¨¢cticamente por el alquiler de un t¨ªtulo colegiado. Monlle¨® por lo menos reconoce que quienes explotan, aunque sean una minor¨ªa, hacen da?o a todos los colegiados".
Qui¨¦n es qui¨¦n
Andrea Mienville niega una vez m¨¢s (v¨¦ase EL PA?S, Cartas al director, de 15 de septiembre de 1985) su relaci¨®n "con acciones ultraderechistas realizadas coincidiendo con el cambio de r¨¦gimen en Espa?a". En su ¨²ltima carta se refiere al art¨ªculo de Javier Garc¨ªa del pasado 27 de julio, titulado Un 'ultra' italiano asegura que la 'guerra sucia' anti-ETA fue preparada por servicios espa?oles, en el que se refiere al memorial del ultraderechista Eliodoro Pomar, que est¨¢ en poder de la justicia italiana, y donde se vuelve a citar a Andrea Mienville [en sus cr¨®nicas, Javier Garc¨ªa siempre le ha confundido el apellido y lo cita como Meiville], y se?ala que "...hab¨ªa sucedido a Mario Ricci en la direcci¨®n de viajes Transalpino". Mienville protesta por esta cita: "Tal referencia resulta rigurosamente incierta e irreal, ya que nunca he tenido relaciones con las actividades a que se refiere el art¨ªculo, habiendo, por el contrario, resultado perjudicado como consecuencia del atentado que sufri¨® la empresa para la que presto mis servicios".
Por su parte, Javier Garc¨ªa se reafirma en sus informaciones: "La relaci¨®n de Andrea Meiville (sic) con acciones de los ultraderechistas coincidiendo con el cambio de r¨¦gimen es relatada por el fascista italiano Eliodoro Pomar en un memor¨¢ndum que obra en poder de la justicia italiana y es considerado por ¨¦sta como un documento de gran val¨ªa y credibilidad sobre las actividades de los fascistas italianos en nuestro pa¨ªs, seg¨²n ha comprobado este redactor con magistrados de Bolonia, Florencia y Roma. La relaci¨®n de Meiville en estos c¨ªrculos es tambi¨¦n reafirmada por declaraciones de otros fascista italianos encarcelados en su pa¨ªs. Este mismo dato se contempla en informes de expertos policiales espa?oles sobre las actividades ultras en Espa?a, y est¨¢ probado que en la agencia Transalpino trabajaron destacados fascistas de Italia y el ex miembro de la OAS y activista de los GAL Jean-Pierre Ch¨¦rid, que muri¨® en el sur de Francia al estallarle una bomba que quer¨ªa colocar en un veh¨ªculo. La mujer de ¨¦ste tambi¨¦n ha relatado esa historia a este peri¨®dico, sus antecedentes y sus relaciones en esa empresa".
"En ning¨²n momento", concluye Garc¨ªa, "el informe del ultra italiano que, se recoge implica a la empresa en que trabaja Andrea Meiville, aunque es bien conocido que all¨ª se relacionaron muchos ultras, dato publicado en incontables ocasiones por los medios de comunicaci¨®n".
Pel¨ªcula no nazi
Televisi¨®n Espa?ola reaccion¨® con rapidez al enterarse de la muerte del cineasta norteamericano John Huston. Cambi¨® la programaci¨®n que ten¨ªa prevista, Maniqu¨ª, para el espacio Filmoteca TV del s¨¢bado 29 de agosto, por La Reina de ?frica. EL PA?S recog¨ªa en sus ediciones la variaci¨®n, ofrec¨ªa el habitual comentario que precede a la pel¨ªcula y titulaba a una columna Homenaje a Huston, firmado por las iniciales J. B. C. (Jordi Batlle Caminal). En la peque?a rese?a de 30 l¨ªneas se afirmaba que "...La Reina de ?frica no se encuentra entre sus obras maestras" y, a?ad¨ªa, "...da pie a una aventura en la que el enemigo com¨²n -los nazis- acaba por unir a los dos caracteres opuestos".
Un lector se hace eco del error y se?ala: "La pel¨ªcula est¨¢ ambientada en ?frica, entre 1914 y 1918, cuando los alemanes defend¨ªan sus colonias en el continente africano. Para entonces Hitler era s¨®lo un modesto cabo del Ej¨¦rcito imperial". El defensor de los lectores ha consultado a Batlle Caminal sobre el lapsus, y ¨¦ste nos indica: "Esa nota la hicieron en la Redacci¨®n, y sustitu¨ªa al previo que: hab¨ªa enviado sobre la pel¨ªcula programada en principio, Maniqu¨ª. Me enfad¨¦ porque dejaron la firma y adem¨¢s se?alaban bajo mi nombre que La Reina de ?frica no es una obra maestra, y para m¨ª s¨ª lo es. Est¨¢ claro que fue una improvisaci¨®n. No es la primera vez que me hacen cosas parecidas".
El subjefe de la secci¨®n de Cultura, Carlos G. Santacecilia, explica el proceso del error: "La confirmaci¨®n de que TVE cambiaba la pel¨ªcula prevista para emitir La Reina de Africa lleg¨® a la Redacci¨®n poco antes del cierre del peri¨®dico. Los redactores encargados del cierre, tanto en Madrid como en Barcelona, improvisaron una columna con la informaci¨®n que pudieron reunir r¨¢pidamente sobre el filme de Huston. Esta columna sustituy¨® el comentario de Batlle, a quien no se pudo localizar, sobre otro filme. Se cometieron dos errores: la pel¨ªcula hace referencia a la guerra de 1914, por lo que dif¨ªcilmente pod¨ªan aparecer nazis; el segundo y m¨¢s grave error consisti¨® en no quitar la firma de Jordi BatlIe".
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