La destrucci¨®n de los misiles presenta grandes dificultades
T¨¦cnicos y diplom¨¢ticos de las dos superpotencias se reunir¨¢n en Ginebra a finales de mes para determinar c¨®mo han de destruirse los misiles objeto del acuerdo de desarme entre las dos superpotencias. Si la construcci¨®n supuso miles de millones de d¨®lares, la destrucci¨®n se presenta igualmente costosa y con infinidad de problemas t¨¦cnicos y de medio ambiente.
El aniquilamiento de los 108 misiles Pershing 2 de EE UU y de los 441 misiles SS-20 de la URSS se presenta especialmente complicado, ya que ambos cohetes tienen propulsores de combustible s¨®lido. El Pershing 2, por ejemplo, est¨¢ formado por dos cuerpos, y cada misil tiene dos motores de combustible s¨®lido repletos de explosivos altamente t¨®xicos, que son peligrosos de manipular y da?inos para el medio ambiente.
Washington solicit¨® un per¨ªodo de tres a?os para realizar el trabajo, pero Mosc¨² ha indicado que es imposible hacerlo en menos de cinco. El Pent¨¢gono sugiri¨® que los misiles pod¨ªan destruirse dispar¨¢ndolos en diferentes pruebas, pero la propuesta ha sido rechazada por Mosc¨². Otras soluciones estudiadas, como enterrarlos o lavarlos en un ba?o qu¨ªmico que neutralice los propulsores han sido tambi¨¦n rechazadas. Para Michael Krepon, analista de la Fundaci¨®n Carnegie Para la Paz, "las mayores preocupaciones son la toxicidad y la calidad del aire. Son productos qu¨ªmicos perniciosos", agreg¨®.
Al parecer, las cabezas nucleares -la URSS tiene que desmantelar 1.565, y EE UU, un total de 420- se separar¨¢n de los cohetes y se retendr¨¢n junto con el sistema de gu¨ªa. El resto del misil (cuerpo) se destruir¨¢. Seg¨²n Krepon, el cuerpo puede introducirse en una prensa de chatarra, y el metal resultante puede volver a utilizarse.
La eliminaci¨®n del combustible l¨ªquido es m¨¢s f¨¢cil, por lo que la desaparici¨®n de los 240 y 242 misiles de corto alcance de EE UU y la URSS, respectivamente, guiados por este tipo de propulsores, presenta menos complicaciones.
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