Tres buenas sorpresas y un mal susto en la recta final
Ayer, el festival donostiarra entr¨® en sus tres ¨²ltimas jornadas. El ¨¢nimo relajado de los ¨²ltimos d¨ªas ha comenzado a acelerarse en busca del torbellino final. Anoche se proyectaban dos pel¨ªculas-sorpresa: un discutible pero ins¨®lito filme musical norteamericano titulado La bamba y una hermosa pel¨ªcula sovi¨¦tica de Nikita Mijalkov, La esclava del amor. En la secci¨®n oficial, un insulso y pretencioso filme italiano, Barbablu, Barbablu, contrast¨® con el inquietante, aunque no totalmente logrado, filme fant¨¢stico brit¨¢nico titulado La jugueter¨ªa m¨¢gica.
La esclava del amor es la segunda pel¨ªcula dirigida por Nikita Mijalkov, autor de la magn¨ªfica Ojos negros, que, sin recibir ning¨²n gran premio, fue la gran triunfadora del ¨²ltimo festival de Cannes. Se proyect¨® anoche en la secci¨®n llamada Foro Abierto, a la misma hora que en la pantalla del Victoria Eugenia, sede de la secci¨®n oficial, se presentaba ya la popular La bamba, un filme musical dirigido por el chicano Luis Valdez, que est¨¢ obteniendo un inesperado ¨¦xito en el opulento mercado estadounidense.De ambas pel¨ªculas habr¨¢ ocasi¨®n de hablar con alg¨²n detalle en fecha pr¨®xima, pues est¨¢ previsto su pr¨®ximo estreno en Espa?a.
A estas dos agradables e inesperadas sorpresas hay que a?adir una tercera, esta prevista: la que supuso la segunda pel¨ªcula brit¨¢nica a concurso, titulada La jugueter¨ªa m¨¢gica y dirigida con buenas maneras por David Wheatley. Se trata de un curioso y enrevesado cuento infantil vuelto del rev¨¦s, en el que se entremezcan con estilo raro y diferenciado im¨¢genes naturalistas con im¨¢genes on¨ªricas e incluso abiertamente fant¨¢sticas. A veces la pel¨ªcula tiene ca¨ªdas en el preciosismo y el trucaje ¨®ptico, pero nunca lo hace de manera arbitraria y menos a¨²n enf¨¢tica.
La pel¨ªcula es bonita unas veces y completamente l¨²gubre otras, retorcida en ocasiones y lineal las m¨¢s de las veces. Pero resulta al final algo arr¨ªtmica, y el espectador sigue de cerca la acci¨®n en algunas secuencias, pero por desgracia se enfr¨ªa y se aleja de ella en otras. Lo m¨¢s notable del estilo de este irregular filme en que, prest¨¢ndose al engolamiento, su director no lo ha dejado a su suerte y ha dominado bastante bien la ret¨®rica que potencialmente conten¨ªa.
Vaciedad
Todo lo contrario le ocurre a Barbablu, Barbablu, pel¨ªcula italiana del director Fabio Carpi, pretencioso y vac¨ªo donde los haya, en el que un reparto de lujo, encabezado por los brit¨¢nicos John Gielgud y Susannah York, cuenta con algunos nombres de int¨¦rpretes bien conocidos aqu¨ª: H¨¦ctor Alterio y Margarita Lozano, y Jos¨¦ Luis Alca¨ªne como responsable de la buena fotograf¨ªa de esta mediocre pel¨ªcula.Barbablu, Barbablu suena cont¨ªnuamente a otras pel¨ªculas ya vistas, como Providence, de Alain Resnais; Rel¨¢mpago en el agua, Wim Wenders, por no nombrar la multitud de ecos de pel¨ªculas de Bergman, Antonioni y Losey que resuenan entre las oquedades de un relato plano, estancado, en el que, como bot¨®n de muestra de su incapacidad, el director re¨²ne simult¨¢neamente en un interior a 10 personajes y no es capaz de relacionarlos entre s¨ª de dos en dos, indicio seguro de que Fabio Carpi se ha metido en una peque?a situaci¨®n que le viene grande.
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